Ahora que está tan de moda hablar del cambio climático y esas cosas, a los que somos de una ciudad con un clima tan cambiante, nos suenan un poco a lo que hemos vivido siempre. Por supuesto que el clima cambia y en determinadas condiciones puede ser realmente extremo, como cuando caen esas galernas o tormentas marítimas en Santander con esa potencia. O se producen esas variaciones tan fuertes de calor y frío con humedad latente de por medio. Y todo eso se lo llevan las fachadas, por supuesto, que para algo son la piel de las edificaciones. La cobertura exterior que recibe todo el castigo en forma de polución humedad o lluvia o calor extremo. Y cada uno de estos condicionantes va dejando su granito de arena en el deterioro paulatino de las fachadas en Santander y en todos los lados, pero especialmente aquí. Así que vamos a ver tres casos urgentes para reparación de fachadas en Santander: el edificio de ministerios y dos pabellones del hospital de Valdecilla, todas ellas afectadas por el deterioro y los desconchones.
El fuerte viento sur que se registró el día 8 de febrero de 2024 provocó desprendimientos en el tejado y balcones en Santander, en el antiguo Hotel Central, el cual lleva años cerrado y se encuentra en el centro de la ciudad. La calle tuvo que ser cortada por la mañana, y los bomberos intervinieron para retirar los ladrillos y otros elementos que se desprendieron de la fachada. Este hotel había solicitado una licencia municipal para convertirlo en una residencia para personas mayores. Sin embargo, tras largos meses de espera sin obtener la autorización necesaria, los propietarios optaron por detener el proyecto: es una circunstancia habitual ante la lentitud de la burocracia municipal, que en esta ciudad es sangrante, aunque se dice por ahí que el correspondiente trasiego de sobrecitos puede aligerar bastante ciertos atascos. Actualmente, la fachada del edificio está protegida por una red para evitar que caigan escombros a la calle. Los desprendimientos evidencian el peligro que representa este inmueble. Es un problema que debe ser abordado con urgencia por parte del Ayuntamiento para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar posibles accidentes.
Problemas habituales de mantenimiento de cubiertas y tejados en Santander
Uno de los problemas más comunes en las cubiertas y tejados son las filtraciones de agua, que suelen deberse a tejas rotas, juntas mal selladas o acumulación de agua por obstrucciones en los canalones. Las filtraciones no solo afectan la estructura del tejado, sino que pueden causar daños en los interiores, como manchas de humedad, desprendimiento de pintura o incluso moho. Identificar y reparar estas filtraciones a tiempo es fundamental para evitar que el problema se agrave. La acumulación de hojas, ramas y otros desechos en las cubiertas puede generar bloqueos en los sistemas de drenaje, aumentando el riesgo de inundaciones localizadas y daños en las tejas. Además, la presencia de musgo, líquenes o algas es otro problema habitual, especialmente en zonas con alta humedad. Estas formaciones pueden retener agua y provocar el deterioro de los materiales del tejado, comprometiendo su durabilidad.
Con el paso del tiempo, los materiales del tejado sufren desgaste debido a la exposición constante a los rayos UV, la lluvia, el viento y las temperaturas extremas. Las tejas pueden agrietarse, desplazarse o perder su impermeabilidad, mientras que las cubiertas metálicas pueden oxidarse. Este deterioro natural, si no se atiende, puede poner en riesgo la capacidad del tejado para proteger la vivienda de las inclemencias climáticas. El deterioro afecta la superficie del tejado y también las estructuras de soporte, como vigas y elementos de fijación. La exposición prolongada a la humedad o las filtraciones puede debilitar la madera, el metal o el hormigón que sostienen la cubierta, comprometiendo su estabilidad. Una inspección periódica es esencial para identificar y reforzar estos puntos críticos antes de que se conviertan en un riesgo mayor.
La ausencia de un mantenimiento regular es, en sí misma, uno de los mayores problemas. Sin una limpieza adecuada, inspecciones periódicas y reparaciones oportunas, los daños pequeños pueden pasar desapercibidos y convertirse en problemas costosos y complejos. Implementar un plan de mantenimiento preventivo asegura que el tejado se mantenga en buen estado y prolonga su vida útil, evitando gastos innecesarios y garantizando la protección de la vivienda. Con nuestro servicio de reparación de fachadas en Santander estarás protegido frente a todos estos condicionantes.