Son imágenes impactantes que demuestran la fuerza de la naturaleza, aunque habría que añadir que toda catástrofe tiene un alto porcentaje de capacidad de ser evitada.
Vídeos de YouTube sobre desastres naturales que han causado destrucción
¿Qué es lo que pudo fallar en cada caso? Por fortuna, en muchas de estas ocasiones, como vamos a ver, las víctimas sólo han tenido que lamentar pérdidas materiales, por duras que sean, pero salvando al menos la vida.
La sangre fría del conductor de una furgoneta
En estas impresionantes imágenes observamos la fuerza salvaje de un torrente que baja por una ladera de Japón, arrasándolo todo a su paso, mientras la gente que se ha visto sorprendida por el desastre intenta huir en todas las direcciones. Se puede observar, incluso, el chispazo tremendo que produce el colapso del tendido eléctrico sobre las calles, pero lo que más llama la atención es la sangre fría del conductor de una furgoneta que lo fía todo a los caballos de su vehículo y se lanza cuesta abajo con la riada detrás.
Por un momento, la riada parece detenerse un momento y dejarle pasar, pero enseguida continúa su devastador camino ladera abajo y esperemos que no a tiempo de atrapar en ningún sitio a este temerario conductor. Porque tampoco es muy lógico que esa persona toma una decisión que va, en principio, en contra de la lógica, ya que lo que hay que hacer en primer lugar es intentar subir y no descender a ningún sitio para poder encontrarse en el camino de una riada tan potente. Sin embargo, tal vez su deseo de salvar el vehículo, o la posibilidad de que una riada tan inmensa le fuera a atrapar de todas formas, lo que no es improbable, le empujan a hacer lo contrario.
Una casa se va flotando por un río, literalmente, en el Parque de Yellowstone
Las imágenes son un espejismo. Una casa se va flotando por un río, literalmente, en el Parque de Yellowstone, en Estados Unidos, pero lo más impresionante es que en ningún momento colapsan sus paredes y tejado y se mantiene sobre las aguas como una sola pieza. Como si fuera una especie de barco de esos que iban a vapor por estos mismos ríos y que a veces tienen la apariencia de casas flotantes.
Una casa móvil termina en el cauce de un río y acaba estrellándose contra un puente en el que queda encajado, presionado siempre por la fuerte corriente. Estos hechos ocurrieron en Noruega.
La fuerza del agua consigue que algo tan sólido como una casa parezca de mantequilla cuando el torrente lo empuja todo a través de este túnel improvisado por las propias aguas. Una superviviente definió la situación muy bien: hemos sobrevivido, pero no así ninguna de nuestras cosas.
Autobús de pasajeros es desalojado en el último momento
Estas imágenes también son tremendas. Un autobús de pasajeros es desalojado en el último momento antes de que los agujeros que está causando en la carretera una tremenda riada, que ha perforado el basamento de esta carretera, terminen por engullir el autobús entero, que desaparece de la escena para acabar saliendo por el otro lado de la riada como si fuera un barco de papel echado a un río.
Las estúpidas excusas de la Administración para explicar el desastre corrupto de Biescas
En otras ocasiones, por el contrario, las víctimas de estos desastres no tienen tanta suerte y acaban abogados o sepultados. Muy a menudo, sin previo aviso. Así ocurrió, por ejemplo, en Biescas, en el Pirineo aragonés, cuando la corrupción sistémica que vivimos en España fue la auténtica causante del desastre mayúsculo que se llevó por delante más de 80 vidas. Y encima, dijeron, esto era una especie de venganza lógica de la Madre Naturaleza, como si fuera la Naturaleza un ente que puede decidir si se puede o no construir un camping en medio del cauce antiguo de un río.
¿Quieres ver el colmo de tener mala suerte? Imagínate una roca gigante que cae rodando por la ladera de tu montaña, donde tienes tu casa, y te la parte en dos o te la destruye completamente.
Derribos y desescombros en Cantabria y provincias cercanas
También hacemos quemas controladas, control de plagas del campo y cualquier tipo de trabajo forestal.
En la zona del Tirol ha sucedido en varias ocasiones, como se puede apreciar en estas fotos. Una de las rocas gigantes arrasó todo lo que pilló a su paso antes de detenerse en unas viñas cercanas mientras que la otra, por fortuna para los dueños de la casa, se detuvo justo a tiempo y no afectó a las paredes cercanas. Pura cuestión de suerte.