Es un comportamiento descerebrado de personas que no se dan cuenta de que los animales salvajes tienen una forma de funcionar que no es la que ellos a lo mejor se creen. Hay que tener muy poquita cabeza para adentrarse en un recinto con animales tan peligrosos y además grabarlo en vídeo, dejando pistas definitivas para que la Guardia Civil pueda rastrear todo eso y sancionar a estos cabestros.
Los propios descerebrados comentaban en el vídeo que el lobo que están viendo se movía para ver qué estaba pasando. Es lógico. El avanzado oído y olfato y vista del lobo lo llevan a detectar cualquier presencia de cualquier animal o persona mucho tiempo antes de que cualquiera de nosotros podamos darnos cuenta de que están ahí. En mi última visita a Cabárceno puede comprobar perfectamente cómo un lobo me estaba mirando cuando yo todavía lo estaba buscando por allí, completamente mimetizado con el color rojo del mineral de hierro de la mina de Cabárceno, que suele teñir la piel de todos los animales de los recintos.
No son comportamientos tan raros por todo el mundo cuando se reportan constantemente intrusiones en recintos de animales que pueden ser incluso más peligrosos que el lobo ibérico. Así no es difícil encontrar vídeos de personas saltando a los recintos de osos polares o tigres.
Tampoco es tan infrecuente que alguno de estos depredadores escape de su recinto y se dé una vuelta por ahí, como sucedió recientemente con un lince boreal que consiguió salir y que fue abatido por el personal del parque para evitar daños en las personas. Estamos hablando de un lince que es mucho más grande que la subespecie Ibérica del Sur de Europa.
También ha habido en el pasado otros episodios de animales que se han escapado del parque, como ocurrió con un hipopótamo hace mucho tiempo.
Cabárceno refuerza la seguridad tras el incidente de una familia que accedió al recinto de lobos
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha comenzado a instalar nuevas medidas de protección en el risco del área donde habitan los lobos, después de que una familia de turistas burlara la valla de seguridad y se introdujera en el recinto, un suceso que fue grabado por otro visitante y compartido en redes sociales.
Según informó este miércoles la empresa pública Cantur, responsable de la gestión del parque, las actuaciones se han puesto en marcha de forma inmediata. El equipo de mantenimiento ha procedido a cercar el risco con una valla de madera, idéntica a la ya existente en el resto del perímetro, con el objetivo de mantener la estética del entorno y reforzar los elementos disuasorios que impiden el acceso a zonas prohibidas.
Además, los técnicos han modificado la propia formación rocosa, limándola para que resulte imposible escalarla o permanecer de pie sobre ella, tal y como hicieron las tres personas implicadas en el suceso —dos adultos y un menor—. El vídeo de lo ocurrido, publicado en la plataforma TikTok por el creador de contenido Xtrauss, será remitido a la Guardia Civil para identificar a los protagonistas e interponer la correspondiente denuncia.
Desde Cantur recalcan que este tipo de conductas son excepcionales y no representan el comportamiento habitual de los visitantes. En 2024 el parque recibió más de 670.000 personas, la gran mayoría respetuosas con las normas de seguridad y que disfrutan de las instalaciones desde los miradores y zonas habilitadas para la observación de animales.
La familia accedió al recinto atravesando una valla de madera, que funciona como barrera disuasoria, y posteriormente escaló un risco en el interior para contemplar a los lobos desde una posición elevada. Con este acto, además de vulnerar las normas del parque, pusieron en riesgo tanto su seguridad como la de los animales que merodeaban en las inmediaciones.
Los responsables de Cabárceno han expresado su “condena absoluta” ante este tipo de comportamientos, que califican de temerarios e incívicos. También recordaron que está terminantemente prohibido entrar en las áreas destinadas a los animales, que se encuentran claramente señalizadas, y que el recinto dispone de numerosos miradores estratégicos y seguros para observar con garantías a la fauna que vive en semilibertad —más de un centenar de especies de los cinco continentes—.