El clima de Castro Urdiales, caracterizado por frecuentes lluvias y humedad, hace que la impermeabilización de tejados sea una necesidad fundamental para la conservación de las viviendas y edificios. La exposición constante a la humedad puede provocar filtraciones, deterioro de la estructura y la aparición de humedades en el interior, lo que afecta tanto a la estética como a la seguridad de las construcciones. Para todo esto, Cubiertas y Fachadas Barruso ofrece sus soluciones de impermeabilización de tejados en Castro Urdiales.
¿Necesitas impermeabilizar tejados en Castro Urdiales?
Antes de proceder a la impermeabilización, es esencial realizar una inspección del estado del tejado. La limpieza de la superficie y la reparación de posibles fisuras o daños previos garantizarán una aplicación efectiva del material impermeabilizante. Además, en tejados inclinados o con tejas, puede ser necesario reforzar el sellado de juntas para evitar filtraciones en puntos críticos.


Existen diferentes métodos para impermeabilizar tejados en Castro Urdiales, zona de gran humedad y precipitaciones, dependiendo del tipo de cubierta y del material empleado. Entre las soluciones más comunes se encuentran las membranas bituminosas, las láminas de PVC y EPDM, así como los sistemas líquidos de poliuretano o resinas acrílicas. Cada uno de estos materiales ofrece distintos niveles de resistencia y flexibilidad, por lo que es importante elegir el más adecuado según las características del tejado.
Empresa de mantenimiento de tejados en Castro Urdiales
El mantenimiento también juega un papel clave en la durabilidad de la impermeabilización. Revisar periódicamente el estado del tejado, limpiar canalones y eliminar acumulaciones de suciedad o musgo ayudará a prolongar la vida útil del sistema impermeabilizante y evitar problemas a largo plazo.
En una localidad como Castro Urdiales, donde la humedad es un factor constante, contar con un tejado bien impermeabilizado no sólo protege la estructura de la edificación, sino que también contribuye al confort y bienestar de sus habitantes. Implementar las soluciones adecuadas y realizar un periódico mantenimiento de tejados en Castro Urdiales garantizará una protección eficaz frente a las inclemencias del tiempo.
La impermeabilización es un proceso esencial en la construcción de cualquier estructura, pues su principal objetivo es proteger los edificios de la humedad, las filtraciones de agua y otros daños causados por la intemperie. A pesar de su importancia, existen una serie de problemas comunes relacionados con la impermeabilización que pueden afectar la integridad de las construcciones si no se abordan adecuadamente. Estos problemas incluyen desde filtraciones en techos y paredes hasta la aparición de humedad por capilaridad o condensación. Cada uno de estos inconvenientes tiene sus propias causas, pero también existen soluciones eficaces que permiten mitigar o incluso eliminar estos problemas.

Filtración de agua en cubiertas y terrazas
Uno de los problemas más frecuentes es la filtración de agua en las cubiertas y terrazas. Las cubiertas son una de las zonas más expuestas a las inclemencias del tiempo, por lo que las filtraciones pueden convertirse rápidamente en un dolor de cabeza para los propietarios. Este problema suele manifestarse en forma de goteras o manchas de humedad en el techo o en las paredes cercanas. Las causas de estas filtraciones pueden ser diversas, pero las más comunes incluyen el uso de materiales de impermeabilización de baja calidad, fisuras en la superficie o una pendiente insuficiente que impide la correcta evacuación del agua. Para solucionar este problema, es crucial aplicar un sistema de impermeabilización adecuado, como membranas asfálticas, poliuretano o láminas de EPDM. Además, se deben reparar las fisuras y grietas antes de aplicar el impermeabilizante y, si es necesario, mejorar las pendientes para asegurar que el agua fluya correctamente hacia los desagües.
Otro problema muy común es la humedad que afecta a los muros y las paredes de los edificios, tanto en su parte exterior como interior. La humedad en las paredes puede ser causada por filtraciones que provienen de terrazas o cubiertas mal impermeabilizadas, o por la ascensión de agua desde el suelo hacia los cimientos y las paredes a través de un fenómeno conocido como capilaridad. Este tipo de humedad puede generar manchas, malos olores y moho, lo que afecta la estética de las paredes y, a largo plazo, la salud de los habitantes. La solución a este problema incluye la instalación de barreras químicas en los cimientos para evitar que el agua ascienda por capilaridad y la aplicación de revestimientos hidrófugos en las fachadas para evitar las filtraciones por lluvia. También es recomendable instalar drenajes perimetrales alrededor de la estructura para redirigir el agua lejos de los cimientos.
Impermeabilización en el exterior y interior de las paredes del sótano
Los sótanos y garajes subterráneos son otras zonas susceptibles a problemas de impermeabilización. Estos espacios, al estar por debajo del nivel del suelo, están expuestos a la presión del agua subterránea, lo que puede causar filtraciones significativas si no se toman las medidas adecuadas. La presión hidrostática puede empujar el agua a través de las juntas o grietas en las paredes del sótano, lo que provoca humedad, moho y daños estructurales. Para evitar este tipo de problemas, se debe aplicar impermeabilización tanto en el exterior como en el interior de las paredes del sótano. Los sistemas de impermeabilización negativa y positiva, junto con la instalación de sistemas de drenaje perimetral, son fundamentales para mantener los sótanos secos. Además, el uso de masillas o resinas especiales para sellar las grietas puede ser una solución efectiva.
La condensación en el interior de los edificios también es un problema relacionado con la impermeabilización. Este fenómeno ocurre cuando el aire caliente y húmedo entra en contacto con superficies frías, como ventanas o paredes mal aisladas, lo que provoca la formación de gotas de agua en las superficies. La condensación no solo afecta la estética del lugar, sino que también favorece la aparición de moho y hongos, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud. Las causas de la condensación son principalmente la falta de ventilación adecuada y la presencia de puentes térmicos en la estructura. La solución a este problema pasa por mejorar la ventilación en las zonas más húmedas, como baños y cocinas, y por aplicar aislamiento térmico en las paredes y techos para evitar que se formen puentes térmicos. Además, la instalación de pinturas antihumedad en las superficies más afectadas puede ayudar a prevenir la condensación.
Las grietas en el material impermeabilizante son otro problema frecuente
Las grietas en el material impermeabilizante son otro problema frecuente que afecta la eficacia de la impermeabilización. Las grietas pueden permitir la entrada de agua a través de la capa de protección, lo que anula el esfuerzo realizado al aplicar el sistema de impermeabilización. Las causas de estas grietas suelen ser los movimientos estructurales de la construcción, el desgaste por el paso del tiempo o las variaciones de temperatura que afectan a los materiales. Para evitar que las grietas se conviertan en un problema mayor, es necesario utilizar materiales impermeabilizantes flexibles que puedan adaptarse a los movimientos de la estructura. También es importante realizar inspecciones periódicas para detectar cualquier grieta o fisura y repararlas de inmediato con masillas o membranas líquidas. Además, es fundamental aplicar protección UV sobre los materiales impermeabilizantes para evitar que se degraden prematuramente por la exposición al sol.
El desprendimiento del material impermeabilizante es otro problema que puede surgir con el tiempo, especialmente cuando no se ha aplicado correctamente o el material utilizado no es adecuado. Este problema suele ocurrir cuando la adherencia del impermeabilizante se debilita, lo que puede provocar que se despegue de la superficie y pierda su eficacia. Las causas de este problema incluyen una preparación inadecuada de la superficie antes de la aplicación del impermeabilizante o el uso de productos incompatibles. La solución a este problema consiste en asegurarse de que la superficie esté bien limpia y seca antes de aplicar el impermeabilizante, y elegir productos que sean compatibles entre sí. También es recomendable utilizar una imprimación adecuada para mejorar la adherencia y evitar el desprendimiento prematuro del material.
Desgaste prematuro de la capa impermeabilizante

El desgaste prematuro de la capa impermeabilizante es un problema que afecta a muchas construcciones a medida que pasa el tiempo. Las exposiciones continuas al sol, la lluvia, el viento y las variaciones de temperatura pueden desgastar los materiales impermeabilizantes, reduciendo su eficacia. Además, el tránsito frecuente sobre terrazas o cubiertas también puede contribuir al desgaste del material. Para evitar este problema, es recomendable utilizar materiales impermeabilizantes de alta calidad y aplicar capas de refuerzo en zonas de alto tránsito. Además, el mantenimiento periódico de la impermeabilización es esencial para prolongar su vida útil. Inspeccionar regularmente las superficies impermeabilizadas y realizar las reparaciones necesarias de manera oportuna puede ayudar a evitar problemas mayores en el futuro.
En conclusión, los problemas de impermeabilización pueden tener consecuencias graves si no se tratan de manera adecuada. La prevención es clave para evitar filtraciones de agua, humedad en los muros, condensación y otros problemas relacionados. Elegir los materiales adecuados, aplicar los sistemas de impermeabilización de manera correcta y realizar un mantenimiento periódico son factores esenciales para asegurar que la protección contra la humedad y las filtraciones sea duradera y eficaz. Con la atención y los cuidados adecuados, es posible mantener la integridad estructural de un edificio y preservar su confort y seguridad durante muchos años.
Unos señores colocaban esta ingeniosa solución, a nivel de particulares, para evitar que les entre agua en su garaje. Acabamos de poner este desagüe frente al garaje porque siempre que llovía el agua se quedaba estancada y terminaba mojándose toda la entrada. Ahora la superficie se ve mucho más ordenada y limpia, aunque todavía nos queda la preocupación de cómo se comportará todo esto cuando lleguen las lluvias fuertes de la temporada.

Derribos en Cantabria que causan polémica y con razón
Nunca terminamos con el maltrato a nuestro valioso patrimonio. Mientras en Laredo la maquinaria derribaba silenciosamente una parte de su historia, el municipio vecino de Colindres demostraba que es posible un modelo distinto, basado en la conservación y la reutilización del patrimonio arquitectónico. La comparación entre ambos casos, el de Villa Mercedes y el de Villa Luz, revela dos maneras opuestas de entender la gestión de los bienes culturales municipales.

En Laredo, el amanecer del día anterior trajo consigo el estruendo de las excavadoras y el fin de un siglo de historia. Villa Mercedes, una señorial casona cántabra de principios del siglo XX situada en el barrio de San Lorenzo, era reducida a escombros. Su demolición marcó el final de un edificio que durante generaciones formó parte del paisaje y de la memoria colectiva del municipio. Lo más sorprendente para muchos vecinos fue el silencio institucional: no hubo comunicados, ni visitas oficiales, ni fotografías de autoridades en el lugar. Solo el ruido de las máquinas y el polvo de la demolición.
Este inmueble había estado protegido por un convenio firmado en 2006 entre el Ayuntamiento y los propietarios, que cedían gratuitamente la finca al Consistorio para su conservación y uso público. A pesar de ello, el pleno municipal del 31 de julio decidió poner fin al acuerdo, decisión que provocó críticas de la oposición y de asociaciones patrimonialistas. Izquierda Unida de Laredo, a través de su coordinador Alberto Ortiz, denunció la actuación calificándola de “anómala y caciquil”, recordando que su formación había presentado un recurso para frenar la demolición. Por su parte, la Asociación Amigos del Patrimonio de Laredo consideró el derribo una “salvajada” y un acto de desprecio hacia la ciudadanía, lamentando que “el interés urbanístico prime sobre la salvaguarda del patrimonio”.
Empresa de derribos en Cantabria

El colectivo patrimonial había solicitado además, el 31 de agosto, que Villa Mercedes fuese incluida en el Catálogo de Protección de Inmuebles de Interés Municipal. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas logró frenar la destrucción. La pérdida de esta vivienda no sólo supone la desaparición de un elemento arquitectónico singular, sino también un síntoma preocupante de la política municipal respecto a su legado histórico. Como nos dice Carlos Osma, experto de una empresa de derribos en Cantabria:
En contraste a esta debacle, Colindres ha seguido un camino muy diferente. En las últimas décadas, su Ayuntamiento ha apostado por conservar y rehabilitar edificios históricos para darles un nuevo uso al servicio de la comunidad. Este municipio se ha convertido en un ejemplo regional de buenas prácticas, demostrando que el patrimonio no es un obstáculo para el desarrollo urbano, sino una oportunidad para enriquecer la vida cultural y social de los vecinos.
Entre los ejemplos más destacados de esta política se encuentra la Casa Calzada, reconvertida en Casa de la Juventud; la Casa Doña Serafina, actual sede de varios servicios municipales; y Villa Luz, un inmueble de estilo similar a Villa Mercedes que está siendo transformado en un centro integral para personas mayores. Este último caso resulta especialmente relevante por sus similitudes con la situación de Laredo. Villa Luz, obra del arquitecto cántabro Joaquín Rucoba, también presentaba un avanzado deterioro y estuvo durante años en manos privadas. Tras más de dos décadas de litigio con la familia propietaria, el Ayuntamiento de Colindres logró en 2019 un acuerdo para que la finca pasara a ser de titularidad pública.
Desde entonces, el Consistorio ha desarrollado un proyecto para rehabilitar el edificio y adaptarlo a su nuevo uso social. Con ello, Colindres no solo ha recuperado una joya de su patrimonio arquitectónico, sino que también ha generado un nuevo espacio de convivencia y atención para sus mayores. Lo más destacable es que todo esto se ha logrado con un presupuesto municipal significativamente menor al de Laredo, lo que pone de relieve que la protección del patrimonio depende más de la voluntad política y de una visión de futuro que de los recursos económicos.
El caso de Villa Luz muestra que, con una gestión responsable y una planificación adecuada, los edificios históricos pueden transformarse en equipamientos útiles y sostenibles, capaces de revitalizar barrios y reforzar la identidad colectiva. En cambio, la demolición de Villa Mercedes evidencia una tendencia opuesta: la de considerar el patrimonio como un obstáculo para el desarrollo, en lugar de un valor que puede integrarse en la ciudad del siglo XXI.
Cantabria es una tierra que ha sabido combinar tradición y modernidad, manteniendo vivas sus raíces sin renunciar al progreso. Por eso resulta tan doloroso ver cómo parte de ese legado se pierde bajo la piqueta. Salvaguardar el patrimonio no significa congelar el pasado, sino darle un nuevo propósito. Ejemplos como el de Colindres prueban que es posible rehabilitar, conservar y reutilizar, convirtiendo las viejas casonas en espacios de encuentro y servicios. Ojalá Villa Mercedes no sea recordada solo como un derribo más, sino como un punto de inflexión que inspire a otros municipios a proteger aquello que los hace únicos.
Algunas fachadas y cubiertas curiosas del mundo
Chimeneas ornamentales de la época Tudor en Gran Bretaña. Estamos hablando de la época previa a la era victoriana, cuando empezaba el verdadero imperio británico que luego se extendió por todo el mundo. La época de Felipe II en España.


Apenas perceptible a lo largo de una calle principal en la ciudad de Stamford, en Lincolnshire, este arco es en realidad de origen normando y data de alrededor del año 1150.
Se cree que fue una “postern”, o puerta para caballos de carga, en las antiguas murallas de la ciudad. Se abría para permitir la entrada y salida de comerciantes, pero podía bloquearse rápidamente si era necesario. De algún modo, terminó en este callejón entre casas, una característica inusual que normalmente solo se ve como un arco del presbiterio en una iglesia. Es sorprendente lo que uno puede notar cuando camina despacio y se fija en todo lo que le rodea — a mí me gusta dar un buen paseo sin prisas.
Vista de la llegada y entrada de aficionados a la «tauromaquia» a la plaza de toros de Goya, la plaza de Las Ventas, en 1932. Se puede observar la transición del caballo al automóvil.


Desde Santurce a Bilbao, vengo por toda la orilla
Santurce: una sardinera con una cesta en la cabeza va camino hacia Portugalete. La fecha es del 13/09/1896. Col. Cortés / Archivo Municipal de Burgos.
El chalet es el conocido como San Ginés, ya desaparecido, por desgracia, estaba en Santurce, en la parcela que actualmente ocupan las Hermanas Carmelitas Teresas de San José, en la avenida Cristóbal de Murrieta.
Hablando de Bilbao. Ésta es la fotografía documentada mas antigua de Bilbao que se conserva. Data de 1854.


El Hotel Panorama, en Eslovaquia, es un ejemplo clásico del modernismo socialista tardío, un estilo que suele asociarse con el movimiento brutalista.
Construido en 1970, el diseño del hotel destaca por sus superficies de hormigón sin revestir, su volumetría masiva y sus formas geométricas audaces, todos rasgos característicos de aquella época.
Antes solía pensar que la arquitectura brutalista era fea y deprimente, pero por alguna razón me ha ido gustando cada vez más en los últimos años. Quizá sea cosa de la edad.
Calles estrechas en Nápoles, Italia, en los años 1890.
