Hay muchas patologías que tratamos y evitamos en nuestra consulta de Digestivo en Torrelavega, Cantabria.
El sistema digestivo, compuesto por el tracto gastrointestinal y órganos como el hígado, el páncreas y la vesícula biliar, es esencial para el cuerpo humano. Este sistema está formado por una serie de órganos huecos conectados en un tubo largo y retorcido, desde la boca hasta el ano. Entre estos órganos se encuentran la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. Mientras tanto, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar son órganos sólidos asociados.
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En nuestras clínicas de Reinosa y Torrelavega atendemos esta especialidad de Digestivo en Cantabria para que ningún paciente se quede fuera de una cobertura adecuada en las patologías relacionadas que puedan afectarles.
El intestino delgado, que consta de tres partes (duodeno, yeyuno e íleon), y el intestino grueso, que incluye el apéndice, el ciego, el colon y el recto, son componentes cruciales del sistema digestivo. Además, las bacterias presentes en el tracto gastrointestinal, también conocidas como flora intestinal o microbiota, contribuyen a la digestión junto con partes del sistema nervioso y circulatorio. La importancia de la digestión radica en que el cuerpo necesita los nutrientes de los alimentos y las bebidas para funcionar correctamente y mantener la salud. Estos nutrientes incluyen proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y agua. El sistema digestivo descompone químicamente estos nutrientes en partes más pequeñas para que el cuerpo pueda absorberlos y utilizarlos para obtener energía, favorecer el crecimiento y reparar las células. Por ejemplo, las proteínas se descomponen en aminoácidos, las grasas en ácidos grasos y glicerol, y los carbohidratos en azúcares simples.
Transporte de alimentos y líquidos: Comienza en la boca, donde se mastican los alimentos y se mezclan con la saliva, que contiene enzimas que comienzan a descomponer los carbohidratos. Luego, los alimentos pasan por el esófago hasta el estómago, donde los jugos gástricos ayudan a descomponer los alimentos en una mezcla semilíquida llamada quimo. Desde el estómago, el quimo pasa al intestino delgado, donde se mezcla con enzimas pancreáticas y bilis del hígado y la vesícula biliar para continuar el proceso de descomposición.
Descomposición química de los alimentos: En el intestino delgado, las enzimas descomponen los carbohidratos en azúcares simples, las proteínas en aminoácidos y las grasas en ácidos grasos y glicerol. Estas pequeñas moléculas son absorbidas a través de las paredes del intestino delgado y transportadas al torrente sanguíneo para ser utilizadas por el cuerpo.
Absorción de nutrientes: Los nutrientes descompuestos se absorben a través de las paredes del intestino delgado y se transportan a las células del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Aquí, se utilizan para obtener energía, apoyar el crecimiento y la reparación celular, y mantener las funciones corporales adecuadas.
Absorción de agua y formación de heces: En el intestino grueso, se absorbe agua de los restos no digeridos de los alimentos y los productos de desecho se convierten en heces. Estas heces se almacenan en el recto hasta que se eliminan del cuerpo a través del ano durante la defecación.
Durante todo este proceso, los nervios y las hormonas desempeñan un papel crucial en la regulación y coordinación de la digestión, controlando la liberación de enzimas, la contracción muscular y otros aspectos del proceso digestivo para garantizar una digestión eficiente y adecuada absorción de nutrientes.
Especialidad de Digestivo en Cantabria
Los alimentos son transportados a través del tracto gastrointestinal mediante un proceso conocido como peristalsis. En este proceso, los órganos grandes y huecos del tracto gastrointestinal, como el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso, contienen una capa muscular que permite que sus paredes se muevan. Esta acción muscular impulsa los alimentos y los líquidos a lo largo del tracto gastrointestinal y mezcla su contenido dentro de cada órgano.
La peristalsis funciona de la siguiente manera:
Boca: Los alimentos comienzan a moverse a través del tracto gastrointestinal cuando una persona come. Al masticar y tragar, los alimentos se empujan hacia la garganta con la ayuda de la lengua. El epiglotis, un pequeño colgajo de tejido, se pliega sobre la tráquea para evitar que los alimentos entren en las vías respiratorias y guiarlos hacia el esófago.
Esófago: Una vez que los alimentos entran en el esófago, el proceso de peristalsis comienza de forma automática. El cerebro envía señales a los músculos del esófago, desencadenando contracciones musculares que empujan los alimentos hacia el estómago.
Esfínter esofágico inferior: Al llegar al final del esófago, los alimentos pasan a través del esfínter esofágico inferior, un anillo muscular que se relaja para permitir el paso de los alimentos al estómago. Este esfínter generalmente permanece cerrado para evitar el reflujo de los contenidos estomacales hacia el esófago.
Estómago: Una vez en el estómago, los alimentos son mezclados con jugos gástricos y ácido clorhídrico, formando una mezcla semilíquida llamada quimo. Los músculos del estómago se contraen para mezclar y digerir los alimentos, y luego se vacía lentamente en el intestino delgado.
Intestino delgado: Aquí, los alimentos se mezclan con enzimas digestivas provenientes del páncreas, el hígado y el propio intestino delgado. Las contracciones musculares del intestino delgado, impulsadas por la peristalsis, mueven el quimo hacia adelante para continuar el proceso de digestión y absorción de nutrientes.
Intestino grueso: Los productos de desecho del proceso digestivo pasan al intestino grueso, donde se absorbe agua y se forman las heces. La peristalsis ayuda a mover las heces hacia el recto.
Recto: El recto almacena las heces hasta que se produce la defecación, donde las heces son expulsadas fuera del cuerpo a través del ano.
Consulta de Digestivo en Torrelavega, Cantabria
La peristalsis es un proceso de contracción muscular rítmica que impulsa los alimentos y los líquidos a lo largo del tracto gastrointestinal, permitiendo su digestión y absorción adecuadas. El aparato digestivo descompone químicamente los alimentos en partes más pequeñas que el cuerpo puede utilizar mediante una serie de procesos y la acción de varios órganos y sustancias:
Boca: El proceso digestivo comienza en la boca, donde la masticación y la saliva, que contiene enzimas como la amilasa salival, comienzan a descomponer los carbohidratos en azúcares más simples.
Esófago: Después de tragar, la peristalsis impulsa los alimentos hacia el estómago.
Estómago: Aquí, las glándulas gástricas secretan ácido clorhídrico y enzimas como la pepsina, que descomponen las proteínas en péptidos más pequeños.
Páncreas: Produce jugo pancreático rico en enzimas digestivas como la amilasa pancreática para digerir los carbohidratos, la lipasa para descomponer las grasas y tripsina y quimotripsina para digerir proteínas.
Hígado y vesícula biliar: El hígado produce bilis, que se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado. La bilis ayuda a emulsionar las grasas, facilitando su descomposición por las enzimas pancreáticas.
Intestino delgado: Aquí, se mezclan los jugos digestivos del páncreas, el hígado y las glándulas del intestino delgado para completar la descomposición de proteínas, carbohidratos y grasas. Las bacterias presentes en el intestino delgado también producen algunas enzimas para digerir carbohidratos. Además, el intestino delgado absorbe nutrientes y agua para su uso por el cuerpo.
Intestino grueso: Aquí, se absorbe más agua y se forman las heces a partir de los productos de desecho de la digestión. Las bacterias en el intestino grueso ayudan a descomponer químicamente los nutrientes restantes y producen vitamina K. Los productos de desecho se convierten en heces para su eliminación.
Nutricionista en Torrelavega, Cantabria
Según Mario Corada, las distintas especialidades de este centro pueden ser beneficiosas si se relacionan entre sí en una sinergia médica y sanitaria muy interesante. Por ejemplo, en este caso, además de médico especialista en Digestivo también se dispone de una excelente nutricionista en Cantabria.
Visitar a un nutricionista puede ser beneficioso por varias razones. En primer lugar, ofrecen asesoramiento personalizado, teniendo en cuenta tu edad, sexo, peso, estatura, nivel de actividad física y cualquier condición médica que puedas tener. Esto garantiza un enfoque individualizado para alcanzar tus objetivos de salud. Además, los nutricionistas pueden ayudarte a planificar dietas equilibradas y saludables que proporcionen los nutrientes necesarios para mantener una buena salud. Esto es especialmente útil si estás tratando de perder peso, mejorar tu rendimiento deportivo o manejar una condición médica específica como la diabetes o la hipertensión.
También te educan sobre los principios de una alimentación saludable, lo que te permite tomar decisiones informadas sobre tu dieta a largo plazo y desarrollar hábitos alimenticios saludables que perduren. Y los nutricionistas pueden identificar posibles deficiencias de nutrientes en tu dieta y recomendarte cambios para prevenir problemas de salud relacionados con la nutrición. En resumen, visitar a un nutricionista puede ser una inversión valiosa en tu salud y bienestar a largo plazo.
Tratamientos de Digestivo en Torrelavega, Cantabria
El aparato digestivo utiliza una combinación de movimientos musculares, jugos digestivos y la acción de enzimas para descomponer químicamente los alimentos en partes más simples que el cuerpo puede absorber y utilizar para obtener energía y nutrientes. Una vez que los alimentos han sido digeridos, el intestino delgado absorbe la mayoría de los nutrientes, incluyendo azúcares simples, aminoácidos, ácidos grasos, glicerol, algunas vitaminas y sales. Estos nutrientes son transportados a través del sistema circulatorio hacia otras partes del cuerpo para ser almacenados o utilizados. En el caso de los azúcares simples, aminoácidos, glicerol y algunas vitaminas y sales, la sangre los lleva al hígado, donde son almacenados, procesados y distribuidos según las necesidades del cuerpo. Por otro lado, los ácidos grasos y algunas vitaminas son absorbidos por el sistema linfático, que es una red de vasos sanguíneos que transporta la linfa, un líquido que contiene glóbulos blancos y otros componentes, incluyendo los ácidos grasos y vitaminas, a través del cuerpo para combatir infecciones.
Una vez que los nutrientes llegan a las células del cuerpo, se utilizan para diversas funciones, como la producción de energía, el crecimiento y la reparación celular.
El proceso digestivo está controlado por una combinación de hormonas y nervios
Hormonas: Las células que recubren el estómago e intestino delgado producen y liberan hormonas que regulan diversas funciones del sistema digestivo. Estas hormonas indican al cuerpo cuándo producir jugos digestivos, regulan el apetito y envían señales al cerebro sobre el estado de saciedad. Además, el páncreas también produce hormonas importantes para la digestión.
Nervios: El sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) está conectado al sistema digestivo a través de nervios que controlan varias funciones digestivas. Por ejemplo, cuando vemos o olemos comida, el cerebro envía señales que estimulan la producción de saliva para preparar la boca para comer. Además, el sistema nervioso entérico, que consiste en nervios dentro de las paredes del tracto gastrointestinal, regula la movilización de los alimentos y la producción de jugos digestivos. Estos nervios también controlan la contracción y relajación de los músculos intestinales para mover los alimentos a lo largo del tracto gastrointestinal.