Se denuncia públicamente el retraso en la realización de mamografías en Cantabria. Asimismo, la formación política ha denunciado los programas de cribado del cáncer de cuello de útero y colon presentan retrasos importantes, lo que ha llevado a presentar una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Cantabria para que investigue posibles responsabilidades.
Este retraso de mamografías en Cantabria podría ocasionar graves consecuencias médicas
El escrito señala que, además de los ya críticos plazos en el programa de detección precoz del cáncer de mama, existen demoras considerables que afectan también a las pruebas de cribado del cérvix y del colon. En algunos casos se habla de esperas de seis u ocho meses para que la mujer reciba la carta de invitación para hacerse la prueba o para que ésta se realice y se dé el resultado. Según el documento, la falta de radiólogos, bajas, jubilaciones y traslados habrían dejado un servicio público debilitado, incapaz de atender con la rapidez deseada.
En este escenario, la atención médica privada o semiprivada toma un papel complementario. Para muchas mujeres de la zona oriental de Cantabria, la Clínica Colindres —ubicada cerca de Laredo y Castro Urdiales— representa una opción de seguimiento más ágil y personalizada. Allí, el equipo de ginecología y diagnóstico por imagen ofrece una alternativa para mujeres que desean minimizar la espera, tener un acceso cercano y mantener continuidad en sus controles.

Clínica Colindres: el único centro médico especializado en mamografías en Cantabria Oriental
La proximidad geográfica suma un valor añadido: cuando los tiempos de espera del sistema público se alargan, desplazarse hasta centros más grandes o con menor disponibilidad puede incrementar la ansiedad de la paciente. En la Clínica Colindres, el trato es pensado para esa realidad regional, adaptando horarios, explicando claramente los plazos y permitiendo un seguimiento más directo. Saber que estás atendida en un centro que conoce la zona —la costa oriental de Cantabria, vecina de Bizkaia— aporta tranquilidad.
Desde la perspectiva de la salud pública, la denuncia de IU señala que “no se está cumpliendo” con los plazos marcados para los cribados y que esta situación compromete el derecho básico a la salud y la equidad en el acceso a la sanidad. En concreto, el documento exige que se investiguen posibles responsabilidades administrativas o penales si se constata que el retraso no es solo una cuestión de sobrecarga, sino parte de un “problema estructural”.
En la práctica clínica, estos retrasos pueden traducirse en tiempos de incertidumbre, ansiedad y mayor riesgo de que alteraciones sean detectadas con menos margen de actuación. Por ello, para muchas mujeres que prefieren una atención más ágil a la hora de hacerse una mamografía en Cantabria, acudir a un centro como la Clínica Colindres les permite acceder a revisión ginecológica, diagnóstico por imagen y seguimiento en un entorno más local, cercano y adaptado a sus necesidades.
Mamografías en Castro Urdiales, Laredo y otras localidades cercanas
La labor de la clínica va más allá de realizar pruebas: se trabaja para construir confianza, explicar los resultados, poner en perspectiva los plazos públicos y privados, y acompañar a la paciente en todo el proceso. En un contexto donde los sistemas públicos sufren demoras, un centro regional bien preparado puede marcar la diferencia.
La salud femenina y la detección precoz de enfermedades oncológicas requieren tiempo, tecnología, personal experto y una buena coordinación. Cuando alguno de esos elementos falla —como parece estar ocurriendo en Cantabria—, la espera crece y la satisfacción disminuye. Las mujeres de la costa cantábrica que están cerca de Laredo, Castro Urdiales o Bizkaia no solo valoran la rapidez, sino la confianza de ser atendidas en su entorno, con referencias locales y un trato humano.
La denuncia presentada ante la Fiscalía pone el foco en la necesidad de revisar el funcionamiento del sistema público, pero también abre una ventana para que clínicas privadas o de colaboración público-privada ofrezcan alternativas complementarias de calidad en la región. La clave está en garantizar que ninguna mujer quede sin acceso a pruebas importantes por culpa de demoras que podrían evitarse.
Para la mujer que quiera hacerse una mamografía en Cantabria oriental, la combinación de un sistema público que debe mejorar sus tiempos de respuesta y un centro local como la Clínica Colindres que ofrece atención especializada supone una ventaja clara. Porque cuando hablamos de salud, cada día cuenta. Y saber que hay un equipo cercano, preparado y comprometido es un alivio que transforma la espera en acción.

Mamografías en Cantabria
Más de 1.300 mujeres se reúnen actualmente en una lista de espera para someterse a una mamografía en Cantabria. Lo que en principio debería ser un examen rutinario de control se ha convertido para muchas en una fuente de inquietud: los retrasos acumulados, la espera de resultados y la sensación de abandono por parte del sistema sanitario generan malestar y desconfianza. Según la plataforma en defensa de la sanidad pública de la región, los retrasos afectan no solo a la realización de la prueba, sino también al diagnóstico y a la comunicación del resultado, lo que deja a muchas mujeres en un limbo de incertidumbre.
Los datos señalan que, además de las pruebas incluidas en el programa de cribado, hay 1.323 mujeres que esperan una mamografía en Cantabria fuera de dicho programa, muchas de ellas con antecedentes, control anual o factores de riesgo. Esa espera media se sitúa alrededor de los 90 días, lo que para muchas representa un sufrimiento psicológico añadido. El problema es mayor cuando se considera que una mamografía con demora puede implicar que un posible hallazgo pase sin ser detectado a tiempo o que el vínculo entre paciente y diagnóstico se rompa.
Intolerable demora en la lectura de las mamografías en Cantabria
El gobierno autónomo admite que existe una demora en la lectura de las mamografías en Cantabria, aunque defiende que el programa “funciona correctamente”. Señala que el retraso se debe sobre todo a la falta de radiólogos especializados y a la saturación de la demanda. Mientras tanto, las asociaciones de pacientes critican que el sistema ha ido perdiendo eficacia y que la externalización de interpretaciones debilita el servicio público.
En este contexto, la Clínica Colindres —ubicada no lejos de Laredo, Castro Urdiales y de Bizkaia— aporta una alternativa para aquellas mujeres que buscan una atención más ágil y cercana. La clínica, con un enfoque integral de salud, ofrece servicios de ginecología, diagnóstico por imagen y asistencia personalizada. Para quienes viven en la comarca o en las zonas limítrofes, supone la posibilidad de acudir a un centro que entiende tanto sus condiciones geográficas como sus expectativas de atención rápida y profesional.
Retraso en el sistema público de las mamografías en Cantabria
La cercanía geográfica juega un papel clave. Cuando un examen tan importante como una mamografía se retrasa semanas o meses, el desplazamiento y el seguimiento se convierten en obstáculos añadidos. Clínica Colindres está preparada para atender a mujeres que desean minimizar esa espera, recibir información clara y mantener una continuidad en su cuidado ginecológico. Su equipo trabaja con tecnologías modernas, tiempos de espera más reducidos y una comunicación directa con la paciente, aspectos que, en el marco de las demoras generalizadas, resultan de gran valor.
En la consulta de ginecología de la clínica, el enfoque es preventivo y educativo. No sólo se realiza el examen de forma técnica, sino que se explican al detalle los pasos, se aborda la ansiedad que genera la espera y se ofrecen alternativas si la paciente desea acortar plazos. Se hace hincapié en que el objetivo no es solo detectar precozmente cualquier alteración, sino también acompañar emocionalmente a la mujer, conversar sobre su historia clínica, sus factores de riesgo y su planificación vital.
Para muchas mujeres, la noticia del retraso en el sistema público de las mamografías en Cantabria se vive como un signo de vulnerabilidad. En Clínica Colindres, la idea es que la vulnerabilidad se transforme en empoderamiento: disponer de la información adecuada, entender el procedimiento, saber qué seguimiento tendrá lugar y sentir que el centro está comprometido con su salud. El hecho de estar en una localidad accesible desde Laredo, Castro Urdiales o Bizkaia reduce el estrés del desplazamiento prolongado y contribuye a que las revisiones, controles o pruebas complementarias puedan realizarse con mayor agilidad.
Fallo tremendo del programa público de detección precoz de cáncer de mama
En la región, el programa público de detección precoz de cáncer de mama es una pieza esencial del sistema sanitario. Pero cuando las listas de espera se alargan y la atención se dilata, el impacto sobre la salud pública y sobre la confianza de las pacientes se vuelve evidente. La demora no siempre significa que se produzca un diagnóstico tardío, pero sí incrementa la carga emocional, la incertidumbre y la posibilidad de que la mujer prefiera buscar alternativas privadas o semiprivadas, lo que a su vez puede generar desigualdades en el acceso.
Clínica Colindres entiende este escenario con naturalidad y actúa en consecuencia. Desde su primer contacto, la paciente no se limita a recibir una cita: se le invita a conversar sobre sus preocupaciones, sobre su historial, sobre lo que espera del control mamario. Se establece un canal de comunicación claro y directo, se revisa qué criterios de seguimiento aplica el equipo, se informa sobre los plazos realistas y se orienta sobre cuándo puede ser necesario acudir antes a revisión. Esa transparencia es clave para aliviar la ansiedad que genera la espera.
Además, la clínica proporciona un entorno de confianza donde la paciente se siente escuchada. En situaciones en que el programa público presenta demoras, tener un centro cercano que ofrece una atención rápida, sin largos desplazamientos, y con un equipo que conoce la realidad local —las condiciones de vida, las características demográficas, la cercanía con Bizkaia— puede marcar la diferencia entre una prueba pendiente durante meses o una revisión ágil que permite controlar el proceso de salud de manera más fluida.
Garantizar que todas las mujeres tengan acceso a mamografías en plazos óptimos
La situación actual de las mamografías en Cantabria ha puesto sobre la mesa un debate importante: ¿qué debe hacer el sistema público para garantizar que todas las mujeres tengan acceso a mamografías y a resultados en plazos óptimos? Las asociaciones reclaman mayor transparencia, publicación de datos, refuerzo de radiólogos, modernización de sistemas informáticos y reducción de la externalización. Desde el punto de vista de quien trabaja en salud privada o semiprivada, la cooperación con el sistema público, la derivación cuando sea necesario y el acceso ágil constituyen formas de complementar la atención.
Para la mujer que vive en la zona de Cantabria o las proximidades de Bizkaia, contar con opciones como Clínica Colindres representa no solo una alternativa, sino también una posibilidad de tranquilidad. Porque esperar una mamografía no debe convertirse en una fuente de estrés añadido. Ni debe depender únicamente de la suerte o de la disponibilidad de profesionales públicos. Que haya un centro que entiende la urgencia, la cercanía y la necesidad de control es un valor.
Las mamografías son una herramienta de prevención esencial. Pero como cualquier herramienta médica, sólo funciona bien cuando se aplica a tiempo, los resultados se comunican rápido y la paciente entiende el proceso. En un entorno donde los plazos se alargan, los compromisos se diluyen y la confidencia puede flaquear, un centro cercano, con atención personalizada, se convierte en un socio en la salud de la mujer.
Más de 1.300 mujeres esperan una mamografía en Cantabria
En última instancia, la noticia de que más de 1.300 mujeres esperan una mamografía es un recordatorio de que la prevención no puede esperar. Y mientras se impulsa la mejora del sistema público, lugares como Clínica Colindres, con su atención especializada y su experiencia en salud femenina, muestran que la espera puede transformarse en acción, la espera puede convertirse en control, y la incertidumbre en información.
Para cada mujer, tener acceso a la prueba es un derecho; tener confianza en el proceso es una necesidad.


























