El Museo de Alcalá de Henares es la mejor manera de entender la Historia de Madrid y de España entera. Tendríamos que ir a muchos museos en la capital para poder igualar lo que vamos a ver en muy pocos metros cuadrados de lo que fue en su momento la antigua Madrid, o al menos lo más cercano que había en cuanto a grandes ciudades, desde hace milenios. También veremos la importancia de la reparación de tejados en Alcalá de Henares a la hora de impedir que el valioso casco histórico o las edificaciones más modernas se estropeen y también para ofrecer la mejor calidad de vida a sus habitantes y la más estupenda estética a propios y extraños.
El Museo de Alcalá de Henares es la mejor manera de entender la Historia de Madrid
Desgraciadamente, una gran proporción de la antigua Alcalá de Henares está enterrada bajo los cimientos de urbanizaciones enteras que se construyeron en los años 70 y en adelante, pero lo que se conserva nos da una idea de la mega urbe que era para la época, con un foro magnífico que debía tener una vida social y económica tremenda. También hay por las cercanías casas de multimillonarios de aquel momento, como un tal Hipólito, que curiosamente mandó escribir su nombre en el mosaico hermosísimo que encargó para su casa, gracias a lo cual tenemos un testimonio clarísimo de la identidad de al menos uno de esos moradores importantes. Algo que no sucede por ejemplo en el caso de la Villa de La Olmeda en Palencia, otra gran mansión romana española en la que tenemos curiosamente los retratos de los moradores, pero no ningún otro rastro de su identidad. Solamente nos quedaron sus caras.
¿Quién era este señor tan misterioso del mosaico de Alcalá?
Tal vez fuera esto también lo que pretendía el misterioso propietario de otra villa romana en la que había importantísimos mosaicos como uno en el que sale Aquiles matando a la reina de las amazonas. En este caso, parece que tenemos el posible retrato de ese propietario de cuerpo entero, pero también nos falta el nombre. No siempre se puede tener todo y menos en la arqueología y la paleontología, pero, ¿y si realmente supiéramos quién era este señor tan misterioso del mosaico de Alcalá?
El mosaico del médico de Complutum
El primer médico conocido de Madrid probablemente vivió en Complutum, una ciudad de la antigüedad situada en lo que hoy conocemos como Alcalá de Henares. Aunque su identidad exacta sigue siendo un misterio, los arqueólogos han logrado identificarlo a través de un mosaico descubierto durante las primeras excavaciones en la antigua Complutum. Este personaje aparece representado en el mosaico de Aquiles, que decoraba una gran sala pavimentada perteneciente al Mausoleo de Aquiles. Este mausoleo estaba ubicado en las afueras de la ciudad, dentro de una de las principales áreas funerarias de Complutum.
En uno de los paneles del mosaico se observa la figura de un hombre vestido con toga. Este señor se nos muestra portando una diadema, cabello corto con un característico bucle hacia arriba, barba y botas, características que coinciden con la iconografía romana de alguien de posición social destacada y, en concreto, posiblemente un médico. Al analizar el resto de los elementos del mosaico también se identifica al centauro Quirón, símbolo de la introducción de la medicina en Occidente, junto con dos deidades orientales relacionadas con la medicina: Zeus Ammon y Hera Ammonia. Estos elementos refuerzan la teoría de que el Mausoleo de Aquiles estuvo dedicado a un médico destacado de Complutum, quien aparece representado de frente, rodeado de símbolos que aluden a su profesión. El detalle del posible médico de Alcalá forma parte del impresionante mosaico de Aquiles, que actualmente puede admirarse en el Museo Arqueológico Regional.
Entre otros descubrimientos impactantes se han encontrado esqueletos de perros completos y también huesos de bebés no natos. Y el pie de una estatua de Diana Cazadora, que era esa deidad silvestre tan reverenciada en un mundo era tan volcado a la naturaleza y a conseguir alimento y diversión donde se pudiera. Y nada mejor como la caza para todo eso. También se han encontrado los típicos restos de armas, de vestimentas y arreglo personal estético y muchísimo ajuar para la alimentación y la cocina. Testimonios de una sociedad que estaba avanzando muchísimo en lo cultural y económico y que siguió avanzando también, a una menor velocidad, cuando el Imperio Romano cayó y las invasiones bárbaras y el periodo visigótico produjeron una inmediata ruralización de la sociedad española.
La megafauna del Cerro de Batallones en Alcalá de Henares
El plato fuerte del museo es, sin duda, el haberse convertido en el depósito principal de todo lo que se está encontrando en el Cerro de Batallones, donde el periodo de megafauna del Mioceno tiene su mayor escaparate al mundo moderno. No es frecuente encontrar tantos restos y tan bien conservados de tantísimas especies de animales y casi todo ha ido a parar a este museo de Alcalá de Henares, ya que el Museo de Ciencias Naturales de Madrid está completamente limitado por el espacio y no hay síntomas de que vaya a crecer pronto, a pesar de que es el más antiguo del mundo y tiene muchísimas cosas guardadas que deberían ver la luz.
En la imagen vemos uno de los yacimientos del Cerro de Batallones en el que tantísimos carnívoros variados se encontraron, precisamente porque quedaron atrapados en esta oquedad subterránea atraídos por presas que cayeron aquí primero.
Luego lo comentaremos con más detalle, todo esto, para no perder el hilo de la historia romana de la ciudad.
Reparación de tejados en Alcalá de Henares
La reparación de tejados es un aspecto fundamental para mantener la seguridad y el confort de cualquier edificación. En una ciudad con un rico patrimonio histórico y una amplia variedad de estilos arquitectónicos, el mantenimiento de los tejados en Alcalá de Henares adquiere especial relevancia, ya que muchas de sus construcciones son antiguas y requieren un mantenimiento especializado. Contar con tejados en buen estado no solo protege contra las inclemencias del tiempo, sino que también contribuye a la conservación del valor estético y estructural de los edificios.
Uno de los problemas más comunes que afectan a los tejados en Alcalá de Henares son las goteras y filtraciones, causadas generalmente por el deterioro de tejas, impermeabilizaciones deficientes o acumulación de suciedad en los sistemas de drenaje. Estas situaciones, si no se abordan a tiempo, pueden derivar en daños más graves, como humedades internas, debilitamiento de las vigas o incluso desprendimientos peligrosos. Por ello, es fundamental realizar inspecciones periódicas y reparaciones preventivas que permitan mantener el tejado en óptimas condiciones.
En la imagen: una reproducción del probable aspecto de la Casa de Hipólito, a las afueras del antiguo Alcalá de Henares. Aquí veríamos a un servidor limpiando la zona de los baños, que se conserva bastante bien.
En esta localidad, los tejados varían desde los tradicionales de teja árabe, típicos de las casas del casco histórico, hasta los más modernos utilizados en edificaciones recientes. Todo un rango histórico de cubiertas y fachadas que vienen desde 2.000 años atrás, en el caso del foro y las casas del periodo romano, hasta viviendas de los años 70 o las más actuales, pues estamos hablando de una localidad en constante crecimiento urbanístico. Cada tipo de tejado requiere técnicas específicas para su reparación. Por ejemplo, en los tejados antiguos, es importante emplear materiales compatibles con los originales para respetar la estética y normativa de protección del patrimonio, mientras que en los tejados modernos suelen priorizarse soluciones tecnológicas como láminas impermeabilizantes avanzadas. Además, Alcalá de Henares es conocida por su clima mediterráneo continentalizado, caracterizado por inviernos fríos y veranos calurosos. Estas variaciones de temperatura pueden provocar dilataciones y contracciones en los materiales del tejado, aumentando el riesgo de daños. Por ello, las empresas especializadas en la reparación de tejados en la zona deben ofrecer soluciones adaptadas a estas condiciones climáticas para garantizar la durabilidad de las reparaciones.
En la imagen se ve una recreación del rico Hipólito caminando sobre los mosaicos de su majestuoso salón principal.
Recurrir a profesionales cualificados es esencial para garantizar un trabajo de calidad y seguro. Las empresas de reparación de tejados en Alcalá de Henares suelen ofrecer servicios completos que incluyen diagnóstico, limpieza, reemplazo de tejas, instalación de sistemas de impermeabilización y, en algunos casos, trabajos de aislamiento térmico. Contar con estos servicios no solo asegura la protección del edificio, sino que también permite ahorrar en costes a largo plazo al prevenir daños mayores.
Reparación e instalación de canalones en Alcalá de Henares
La reparación e instalación de canalones es esencial para garantizar el adecuado drenaje de aguas pluviales en cualquier edificio. En Alcalá de Henares, una ciudad con un rico legado arquitectónico y una mezcla de construcciones modernas y tradicionales, los canalones desempeñan un papel crucial en la protección de las estructuras contra la acumulación de agua y los daños que esta puede causar. Mantener los canalones en buen estado no solo ayuda a prevenir filtraciones y humedades, sino que también protege los cimientos y las fachadas de posibles deterioros.
Los problemas más comunes en los canalones incluyen obstrucciones por hojas y suciedad, fisuras o roturas en el material, y un mal sellado en las juntas. Estos inconvenientes pueden provocar desbordamientos de agua, especialmente durante épocas de lluvias intensas, como las que ocasionalmente se registran en esta localidad. Esto afecta a la reparación y mantenimiento de tejados en Alcalá de Henares. La acumulación de agua en áreas no deseadas puede ocasionar daños estructurales y estéticos que son costosos de reparar. Por esta razón, realizar revisiones periódicas y abordar las reparaciones a tiempo es clave para evitar complicaciones mayores.
En la imagen: una reproducción del probable aspecto de la Casa de Hipólito, a las afueras del antiguo Alcalá de Henares.
Reparación y mantenimiento de tejados en Alcalá de Henares
La instalación de canalones también requiere especial atención, ya que un sistema mal diseñado o inadecuadamente colocado puede resultar ineficaz. Los sistemas de canalones en Alcalá de Henares deben adaptarse tanto a los estilos arquitectónicos del edificio como a las condiciones climáticas locales, que incluyen lluvias esporádicas pero intensas y periodos de sequía prolongada. Los materiales más comunes para los canalones son el PVC, el aluminio, el zinc y el cobre, cada uno con características específicas de durabilidad, resistencia y estética. La elección del material adecuado es fundamental para garantizar un sistema eficiente y de larga vida útil.
En edificios del casco histórico de Alcalá de Henares, donde se busca conservar la armonía con la estética original de la población histórica, los canalones deben integrarse cuidadosamente con el diseño arquitectónico. En estos casos, se utilizan materiales tradicionales o acabados que respeten el patrimonio, mientras que en las construcciones modernas se priorizan soluciones funcionales y de bajo mantenimiento. Recurrir a profesionales especializados en la reparación e instalación de canalones es imprescindible para asegurar un trabajo de calidad. Estas empresas contamos con las herramientas y la experiencia necesarias para realizar limpiezas, reparaciones y sustituciones de canalones de manera eficiente y segura. Además, muchas ofrecemos servicios adicionales como la instalación de rejillas antirresiduos, sistemas de recogida de agua de lluvia y tratamientos anticorrosión, lo que permite optimizar el rendimiento del sistema de drenaje.
Cuidar y mantener los canalones en Alcalá de Henares es una inversión necesaria para proteger los edificios, garantizando su durabilidad y evitando gastos mayores en el futuro.
La ciudad romana de Complutum: historia y urbanismo
La ciudad romana de Complutum, localizada en las cercanías del río Henares, es un destacado ejemplo de urbanismo y vida en la Hispania romana. Construida durante el reinado del emperador Augusto (siglo I a.C.), Complutum fue un núcleo urbano diseñado desde cero que se desarrolló hasta convertirse en un centro significativo de la región. Su abandono comenzó hacia finales del siglo IV o principios del siglo V d.C., aunque algunos elementos siguieron en uso durante siglos posteriores.
Los vestigios más antiguos en la zona de Complutum pertenecen a un asentamiento del período calcolítico, lo que evidencia la ocupación humana desde tiempos prehistóricos. Aunque los indicios de presencia prerromana y romana republicana (siglos IV-I a.C.) son limitados, la verdadera transformación de la zona se produjo con la creación de Complutum como una ciudad planificada en época de Augusto, alrededor del cambio de era. Posteriormente, la ciudad experimentó reformas urbanas importantes bajo los emperadores Claudio y Nerón (años 50-60 del siglo I d.C.), así como nuevas intervenciones en el siglo III d.C. Sin embargo, hacia el final del Imperio Romano, la ciudad empezó a decaer. Materiales constructivos de edificios abandonados fueron reutilizados en otros proyectos posteriores, ya en los principios de la Edad Media, y para el siglo XIV o XV la zona quedó reducida a meras actividades agrícolas y de expolio de piedras y tejas.
En la imagen vemos el mosaico de los niños pescadores de la Casa de Hipólito.
Estructura urbana y diseño de la Alcalá de Henares romana
La ciudad de Complutum abarcaba más de 50 hectáreas, aprovechando un terreno llano en la vega del río Henares y delimitada por la confluencia de este río con el Camarmilla. Su trazado urbano seguía el patrón típico romano, basado en una cuadrícula ortogonal con dos ejes principales: el decumano máximo y el cardo máximo. Estas calles estructuraban las manzanas, muchas de las cuales contaban con pórticos. El sistema de saneamiento era avanzado para su época, con cloacas de gran tamaño que se complementaban con pozos y fuentes públicas. Aunque el abastecimiento de agua a través de acueductos se ha documentado solo en dos instalaciones termales, la gestión hídrica pública y privada era eficiente, con sistemas de captación en las viviendas y redes que garantizaban el suministro.
Edificios públicos y privados y varias mansiones de ricos
Complutum poseía una rica variedad de edificios públicos, construidos en su mayoría con opus caementicium (hormigón romano) reforzado con sillería y decorado con mármol y revocos pintados. En el centro de la ciudad, cerca del foro, destacaba un gran complejo administrativo que incluía una basílica civil utilizada para funciones judiciales y de gobierno. Este edificio, reformado en el siglo III d.C., reemplazó construcciones anteriores del siglo I d.C., como unas termas públicas y un cuadripórtico.
Otros edificios públicos notables de la Alcalá de Henares romana incluyen:
- Un mercado.
- Unas segundas termas públicas.
- Un tetrapylon o arco monumental de cuatro frentes.
- El auguraculum, un edificio destinado a ceremonias religiosas y adivinatorias.
- Un gran santuario urbano que completaba la vida religiosa de la ciudad, aunque seguramente habrá más por ahí enterrados, que no conocemos aún.
En cuanto a edificaciones privadas, predominaban las domus o casas señoriales. Ejemplos destacados son las casas de Baco, Leda, Cupidos y los hallazgos más recientes como las casas de Marte, del Atrio, y la de los Grifos, muchas de las cuales han sido abiertas al público tras las excavaciones.
Zonas suburbanas y espacios funerarios en la Alcalá de Henares romana
El urbanismo de Complutum se extendía más allá del núcleo principal, incorporando importantes espacios suburbanos. En el Cerro del Viso se encontraba posiblemente el asentamiento original, que pudo coexistir como una especie de «acrópolis». Otra elevación cercana, conocida como Alcalá la Vieja, albergó posteriormente la ciudad medieval islámica.
En el llano, en torno al límite septentrional, se localizaban villas suburbanas como la Casa de Hippolytus y la Casa Camarmilla. Al este, cerca del río Henares, destacan las villas del Val, la Magdalena y el Campo Laudable. Asimismo, se han documentado áreas funerarias en las entradas principales, como la necrópolis de Matillas y el mausoleo de Aquiles.
Descubrimientos arqueológicos y preservación de restos en Alcalá de Henares
Aunque Complutum era conocida desde el siglo XVI por anticuarios y coleccionistas, su investigación arqueológica tomó un giro drástico en los años 70, cuando parte del yacimiento fue destruido por la construcción de viviendas. Desde entonces, las excavaciones han revelado una riqueza excepcional que incluye inscripciones epigráficas, mosaicos y estructuras arquitectónicas.
Complutum aparece mencionada en las obras de autores clásicos como Plinio el Viejo, Antonino y Prudencio. Además, la epigrafía conservada proporciona información valiosa sobre su organización social, política y económica. Hoy, Complutum es un testimonio del esplendor romano en la península ibérica y también un recurso cultural y turístico de gran valor en Alcalá de Henares, que conecta el pasado con el presente de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En la imagen vemos la posible apariencia de la Casa de Hipólito, el rico hispanorromano del Alcalá de Henares de hace unos 2.000 años.
Casas y edificaciones de la época del Imperio Romano de Alcalá de Henares
Todas las casas y edificaciones de la época del Imperio Romano de Alcalá de Henares tienen una cosa en común: sus tejados hace tiempo que cayeron abajo, propiciando que el resto de la estructura también se perdiera para siempre de tal manera que fueron los cimientos han llegado hasta nuestros días. Pero eso no significa que todas las casas y hasta las calles porticadas tuvieran una cubierta adecuada para la época, exactamente igual que el casco histórico actual de Alcalá de Henares.
Un montón de calles rectilíneas cruzaban el centro histórico de la antigua Compluto y daban a los foros donde se desarrollaba la vida económica y social de esta gran ciudad de su tiempo. Y a las afueras de este entramado urbano se levantaban las fincas agrícolas que normalmente tenían por epicentro una gran casa noble como la de Hipólito, en torno a la cual se desarrollaba toda la economía de tipo agropecuario. También en las afueras de la ciudad se encontraban los cementerios romanos de Alcalá de Henares, como era costumbre de esa época y de esta gran civilización, tanto por razones sanitarias como por hacer accesibles las necrópolis, pues también se buscaba la bendición de los viajeros pasaban por allí y podían acordarse de los muertos y saludarlos. Aunque esto parezca un poco extraño a día de hoy, hay que tener en cuenta que los romanos en nuestros antepasados en general eran muy supersticiosos y creían que el mundo de los muertos seguía conectado con el de los vivos, que podían interactuar con ellos.
Así es bastante común que en las tumbas de estas épocas se leyeran peticiones a los viajeros y siempre en un plan positivo, aunque había personas desconfiadas de sus enemigos hasta después de muertas y aseguraban poder vengarse desde ultratumba si esas personas con las que habían estado enemistadas en vida les deseaban algún mal. Tal fue el caso del gladiador enterrado en Córdoba, de nombre Actio, que deseaba a cualquiera que le deseara a él algún mal que se volviera dicho daño contra esa persona. Sin embargo, en la mayoría de los casos estaríamos hablando de buenos deseos y recuerdos amorosos de la vida y de las personas que habían conocido antes de su fallecimiento.
La ciudad antigua romana de Alcalá de Henares se encontraba en el itinerario principal que cruzaba la meseta castellana por la zona de Madrid. Era mucho más importante que el Madrid de la época, que lógicamente apenas existiría como un villorrio situado en los caminos que conectaban varias importantes rutas principales romanas de la actual región de Madrid. La ruta principal en la que se encontraba la ciudad romana de Compluto era la carretera entre la antigua Zaragoza y la antigua Mérida.
La ruralización de la sociedad hispanorromana
Los restos humanos hallados en muchas zonas de esta región central del país, a posteriori de la caída del Imperio Romano, evidencian a menudo un empobrecimiento cultural y económico de la población. Una ruralización de la sociedad hispanorromana.
La Fauna del Mioceno en Madrid: testimonio de su pasado prehistórico
El Mioceno, un período geológico que se extendió hace aproximadamente 23 a 5 millones de años, fue una época crucial en la evolución de la fauna terrestre. En el territorio que hoy ocupa la Comunidad de Madrid, el paisaje estaba dominado por extensas llanuras, ríos y lagunas, lo que proporcionaba un hábitat ideal para una diversidad de especies animales que prosperaron en condiciones climáticas más cálidas y húmedas que las actuales.
Entre los habitantes más representativos del Mioceno madrileño estaban los grandes mamíferos, como los mastodontes (parientes lejanos de los elefantes actuales), que se alimentaban de la vegetación abundante en los bosques y sabanas. Estos enormes herbívoros compartían su entorno con rinocerontes sin cuernos, que, aunque menos especializados que sus descendientes modernos, lograban adaptarse a una dieta variada y a diferentes ecosistemas.
Otro mamífero icónico del Mioceno madrileño era el carnívoro Amphicyon, comúnmente conocido como «oso perro». Este depredador, de gran tamaño y fuerte constitución, ocupaba la cúspide de la cadena alimentaria, cazando a una amplia variedad de presas en los densos bosques y claros. El Mioceno también vio el auge de los pequeños mamíferos en la región, como los roedores y los lagomorfos (ancestros de los conejos y liebres actuales). Estos animales desempeñaban un papel vital en la cadena trófica y en la dispersión de semillas, contribuyendo al mantenimiento de los ecosistemas.
Grandes felinos y herbívoros y tortugas gigantes
Los primates fósiles, aunque más escasos, también habitaron el Mioceno madrileño. Representaban un vínculo evolutivo clave en la historia de los mamíferos, destacándose por su capacidad de adaptación a los cambios climáticos y geográficos. Las aves eran un componente importante de la fauna del Mioceno en Madrid. Las especies acuáticas, como los pelícanos y las cigüeñas, habitaban en las cercanías de los ríos y lagunas, mientras que las aves terrestres, como las aves corredoras gigantes, dominaban las llanuras abiertas, destacándose por su tamaño y velocidad.
Entre los reptiles, las tortugas gigantes se encontraban en cuerpos de agua dulce, desempeñando roles importantes en los ecosistemas acuáticos. También se han encontrado fósiles de serpientes y lagartos, que habitaban tanto en las zonas húmedas como en áreas más secas. La región de Madrid en el Mioceno estaba salpicada de ríos y lagunas que albergaban una rica fauna acuática. Los peces óseos y los anfibios, como las ranas y salamandras, prosperaban en estas aguas, mientras que los restos fósiles de moluscos y crustáceos atestiguan la biodiversidad que caracterizaba estos ecosistemas.
A lo largo del Mioceno, los cambios climáticos y geológicos provocaron alteraciones significativas en los ecosistemas, lo que condujo a extinciones y adaptaciones. La desaparición de los bosques densos y el aumento de las sabanas abiertas favorecieron a algunas especies mientras condenaban a otras. Estos procesos moldearon la fauna madrileña, sentando las bases para los ecosistemas que se desarrollarían en épocas posteriores. La región de Madrid es rica en yacimientos paleontológicos que han permitido reconstruir este pasado fascinante. Lugares como Somosaguas han proporcionado numerosos fósiles que ilustran la diversidad de la fauna del Mioceno y su evolución. Estos descubrimientos son esenciales para comprender la dinámica de los ecosistemas prehistóricos y cómo se han transformado hasta la actualidad.
La fauna del Mioceno en Madrid nos ofrece una ventana al pasado, revelando un mundo lleno de gigantes, depredadores imponentes y una biodiversidad que habla de la riqueza natural de esta región durante millones de años.