Hoy quiero proponeros una actividad diferente en Madrid durante los días que pase junto a vosotros en nuestra amada capital. Madrid es una ciudad fantástica para disfrutar con multitud de actividades, pero también merece la pena prestar atención a la historia que nos precede: calzadas romanas, parques llenos de misterios ocultos y rincones pintorescos donde la sangre de valientes defensores de nuestra Patria ha sido derramada.
La Ruta de los Misterios de Madrid con Michael Boor se presenta como una oportunidad para descubrir los secretos más oscuros de la capital. Madrid es una ciudad rica en historia y enigmáticos relatos, fruto de la unión de los pueblos de España en estos milenios de Historia turbulenta y apasionante. Durante siglos, lo que es ahora una esplendorosa capital ha sido testigo de innumerables sucesos que han marcado su historia y la de sus habitantes. Con Michael Boor (servidor) como guía, exploraremos algunos de estos secretos en una ruta que promete ser tanto divertida como educativa. La ruta será gratuita para quienes no puedan pagar, y cualquier contribución será voluntaria. Para apuntarte, contacta al 623191492 o mbooralive@gmail.com.
La región de Madrid, con su capital y provincia, es fascinante por lo que muestra en su superficie y también por los secretos que guarda bajo la tierra. Su riqueza en yacimientos paleontológicos y arqueológicos abarca millones de años de historia, ofreciendo un recorrido único por su pasado. Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran fósiles marinos de 85 millones de años, mosaicos romanos, una necrópolis visigoda, y vestigios de las culturas árabe, judía y mudéjar. Todo ello convierte a Madrid en un destino ideal para los amantes de la historia, la arqueología y la paleontología.
El asesinato de Mario Biondo: uno de los casos más enigmáticos
Entre los temas que exploraremos se encuentra el asesinato de Mario Biondo, uno de los casos más enigmáticos de los últimos tiempos en España, que refleja la supuesta impunidad de ciertas élites que operan al margen de la ley. También abordaremos la Guerra Civil en Madrid, un tema a menudo evitado, donde contaremos historias de hombres y mujeres valientes que merecen ser recordadas, más allá de la versión oficial y las restricciones impuestas por la política y la academia.
Otro punto de interés será la figura de Vicente Rojo durante la Guerra Civil, un personaje controversial cuya lealtad y competencia como general serán analizadas en profundidad. Visitaremos también lugares donde se ocultan secretos del pasado ancestral, como el cementerio musulmán medieval y la calzada romana que cruza Madrid por la Plaza Mayor, reflejando el tesoro milenario que yace bajo la ciudad moderna. ¿Sabías que Madrid fue un santuario de osos hasta hace no tanto y por eso el escudo de la ciudad o nombre del barrio de usera?
Madrid ha sido también escenario de algunos de los crímenes más notorios de la historia española, como el crimen de la calle Fuencarral, considerado el inicio de la crónica negra en España, y el asalto al Expreso de Andalucía, un atraco que terminó en una trágica masacre. Asimismo, exploraremos uno de los mayores problemas sociales de finales del siglo XX: la epidemia de heroína que devastó barrios enteros de Madrid y otras ciudades de España, y cuya verdadera dimensión y causas han sido a menudo distorsionadas o minimizadas.
Hablaremos también de una de las historias más surrealistas, dentro de la historia de las versiones oficiales que nadie se puede creer, pero que sin embargo ha pasado de alguna forma desapercibida para la mayoría de la población. Estamos hablando en concreto del tema de la farsa de los suicidas moros de Leganés, una auténtica leyenda urbana de origen estatal que ha pretendido explicar lo más inexplicable que nos ha sucedido en los últimos veinte años y que es el 11M.
La ruta de los misterios en Madrid
Nuestra ruta de los misterios en Madrid también nos llevará a lugares marcados por el 11M, los atentados terroristas que sacudieron Madrid en 2004. Visitaremos puntos clave de esta tragedia y discutiremos las versiones oficiales y no oficiales que han surgido a lo largo de los años.
Por último, abordaremos la historia de los magnicidios en Madrid y otros actos terroristas que han tenido lugar en la ciudad, explorando los contextos históricos y los motivos detrás de estos eventos. Desde los atentados fallidos contra Amadeo I, Alfonso XII y Alfonso XIII, hasta los ataques que terminaron con la vida de figuras como Prim, Canalejas, Dato y Carrero Blanco, repasaremos las crónicas de estos sucesos sombríos y los lugares donde ocurrieron.
En esta ruta de los misterios de Madrid, no sólo exploraremos hechos históricos, sino que también revelaremos el lado más oculto y esotérico de la capital. Desde simbología masónica hasta leyendas urbanas, esta experiencia promete desvelar los secretos mejor guardados de Madrid. ¡Únete a nosotros y sumérgete en una aventura llena de enigmas y descubrimientos!
La ruta de los frentes de la guerra civil en Madrid
En el otoño del año 36 empezaba para los madrileños una pesadilla auténtica para lo que muchos no estaban preparados. Muchos civiles y el gobierno comunista en pleno huyeron mientras estuvieron a tiempo, pero los combatientes del Ejército Popular de Madrid quedaron atrapados en un asedio que duraría años. Las más modernas técnicas de bombardeo de la época fueron utilizadas constantemente y uno y otro bando sufrieron las consecuencias de encontrarse en la ciudad más disputada del mundo en ese momento.
Uno de los frentes más desconocidos de toda esta contienda fue el entorno de lo que ahora es Moncloa y que no es exactamente la Ciudad Universitaria, que queda justamente al lado. Una de las anécdotas más trágicas de esos combates se produjo en la cercana calle Isaac Peral, donde una mina que excavaron los defensores no fue detectada por un destacamento de legionarios que salió volando cuando se produjo la consiguiente explosión. Era una lucha casa por casa en la que se combinaban todas las posibles tácticas del combate urbano.
En otra zona cercana se produjo otra anécdota digna de mención cuando algunos magrebíes de las fuerzas regulares de África lograron infiltrarse hasta nada menos que la Plaza de España, causando el auténtico terror entre civiles y combatientes defensores, que no esperaban ver tan cerca de allí a ningún enemigo y menos con esos exóticos turbantes. La fama legendaria de las fuerzas moras, tanto del ejército de España como de los propios enemigos de las tribus salvajes del Rif, no era desconocida para la mayoría de la población. Y ese terror se usó de forma psicológica tanto por unos como por otros, incitando por igual a la rendición del enemigo ante la consabida ferocidad de los moros mientras que a la vez, por parte de los defensores, se hacían llamamientos a una defensa desesperada contra el temible enemigo africano.
Los crímenes de Fuencarral, los niños del Canal y el capitán Sánchez
Los crímenes de Fuencarral, los niños del Canal y el capitán Sánchez son algunos de los episodios más notorios de la crónica negra de Madrid en el siglo XIX y principios del XX. Estas historias, cargadas de misterio y tragedia, marcaron a la sociedad de la época y dejaron un legado en la historia judicial y mediática de España.
El crimen de Fuencarral (1888)
El asesinato de Luciana Borcino, una viuda acomodada que vivía en el número 109 de la calle Fuencarral, conmocionó Madrid en el verano de 1888. Fue hallada muerta en su dormitorio, con señales de asfixia y múltiples golpes en la cabeza. Los principales sospechosos fueron su criada, Higinia Balaguer, y el hijo de la víctima, José Vázquez-Varela Borcino. Durante el juicio, se desataron teorías que apuntaban a conspiraciones y celos familiares. La prensa sensacionalista de la época siguió el caso con entusiasmo, convirtiéndolo en uno de los primeros crímenes mediáticos de España. Higinia fue condenada a muerte y no se le conmutó la pena por cadena perpetua pese a la intensa campaña de opinión pública. A pesar de la condena, las dudas sobre la verdadera autoría del crimen nunca se disiparon por completo. De hecho, Varelita sería más tarde encontrado flagrante culpable de haber lanzado a una mujer que hacía la calle por la ventana, precisamente en la calle Montera de Madrid.
Los niños del Canal (1910)
Este caso, que involucró el hallazgo de los cuerpos de dos niños en el Canal de Isabel II, estremeció a Madrid en 1910. Los niños, de entre 8 y 10 años, habían desaparecido días antes mientras jugaban cerca de su casa. Sus cadáveres fueron encontrados con signos de violencia y totalmente desangrados, lo que llevó a sospechas de que podrían haber sido víctimas de una red de explotación infantil que ejercía el ritualismo. La investigación estuvo plagada de errores y la falta de pruebas claras dificultó encontrar a los culpables. Este caso puso de manifiesto la vulnerabilidad de los niños en un contexto de pobreza y falta de recursos sociales en la ciudad. Aunque el caso sigue sin resolverse, se convirtió en un símbolo de la necesidad de reformas en la protección infantil y se vio, sobre todo, que la Justicia sólo funciona cuando no hay que tapar a gente poderosa.
El capitán Sánchez (1913)
Uno de los crímenes más impactantes de la época fue el cometido por Luis Sánchez Laguna, conocido como el capitán Sánchez, un oficial del ejército con una doble vida llena de deudas y engaños. En 1913, asesinó a su amante, Aurora Rodríguez, y abandonó su cuerpo en un descampado cerca de Vallecas. El crimen fue descubierto cuando el cadáver fue hallado por la Policía, luego de que la investigación rápidamente apuntase a Sánchez como el principal sospechoso. Durante el juicio, se revelaron detalles oscuros sobre su relación con Aurora y sus problemas económicos, que lo llevaron a cometer el asesinato para evitar que ella revelara información comprometedora sobre su vida.
El capitán Sánchez fue condenado a muerte y ejecutado en 1915. Este caso capturó la atención del público y la prensa, que lo presentó como un ejemplo de la decadencia moral de ciertas élites de la época.
Impacto en la sociedad y la cultura de los crímenes más famosos de la Historia de Madrid
Estos crímenes reflejan los cambios sociales y las tensiones de la época, desde la precariedad y la desigualdad hasta las limitaciones de la justicia y la investigación policial. Además, la cobertura mediática intensificó el interés público, sentando las bases de lo que hoy conocemos como crónica de sucesos. En la memoria popular de Madrid, pero también del país entero, estos casos siguen siendo ejemplos de los horrores y misterios de su historia, recordados tanto por su impacto social como por su influencia en la literatura y el cine español.
Las primeras líneas del Metro de Madrid (1919-1930)
El Metro de Madrid abrió su primera línea el 17 de octubre de 1919, conectando Cuatro Caminos con Sol. Esta línea inicial, de solo 3,5 kilómetros y ocho estaciones, marcó un hito en el transporte urbano español. La idea nació del ingeniero civil Carlos Mendoza, el arquitecto Antonio Palacios, y el empresario Miguel Otamendi, quienes promovieron la creación de un transporte subterráneo que mejorara la movilidad en una ciudad en expansión.
La inauguración contó con la presencia del rey Alfonso XIII, quien también invirtió personalmente en el proyecto. Desde su inicio, el Metro destacó por su diseño funcional, con estaciones subterráneas decoradas con azulejos y accesos icónicos.
Expansión temprana y años difíciles (1930-1950)
En los años 30, el Metro experimentó una primera etapa de expansión, extendiendo la línea 1 y abriendo nuevas líneas, como la línea 2 (Sol-Ventas) en 1924 y la línea 3 (Sol-Embajadores) en 1936.
Sin embargo, la Guerra Civil Española (1936-1939) interrumpió el crecimiento del sistema. Durante el conflicto, algunas estaciones y túneles se usaron como refugios antiaéreos. Tras la guerra, el crecimiento del metro fue lento debido a la escasez de recursos, pero las obras se reanudaron en los años 40.
Modernización y crecimiento del Metro de Madrid (1950-1980)
En las décadas de 1950 y 1960, el Metro se adaptó al rápido crecimiento demográfico de Madrid. Nuevas líneas, como la línea 5, se inauguraron para conectar áreas periféricas con el centro. Este periodo también marcó la transición de trenes de madera a modelos más modernos y el uso de sistemas eléctricos avanzados.
En los años 70, el Metro dio un salto importante con la inauguración de la línea 6, un anillo circular diseñado para conectar las líneas radiales y facilitar los desplazamientos entre barrios sin pasar por el centro.
La gran transformación del Metro de Madrid (1980-2000)
La década de los 80 marcó un cambio en la gestión y financiación del Metro, lo que permitió una modernización masiva. Se introdujeron escaleras mecánicas, ascensores y sistemas de información para pasajeros.
En los años 90, el Metro vivió una explosión de expansión. Se inauguraron nuevas líneas y ampliaciones, como la línea 12 (Metrosur), una línea circular que conecta municipios del sur, y la línea 8, que conecta con el aeropuerto de Barajas.
Metro del siglo XXI: innovación y sostenibilidad
En las últimas dos décadas, el Metro de Madrid ha continuado creciendo, alcanzando más de 300 kilómetros de red y más de 300 estaciones, consolidándose como uno de los sistemas más extensos de Europa. Se han implementado medidas para mejorar la accesibilidad, como ascensores y señalización táctil, y se han modernizado los trenes para ser más eficientes energéticamente. Además, se ha integrado con otros sistemas de transporte, como los autobuses interurbanos y los trenes de Cercanías, convirtiéndose en un elemento clave de la movilidad sostenible en Madrid.
El Metro de Madrid no es un medio de transporte y también un emblema de la ciudad. Con proyectos como la restauración de estaciones históricas, como Chamberí (ahora un museo), y su constante modernización, el Metro sigue siendo parte integral de la vida madrileña, conectando a millones de personas y adaptándose a las necesidades de una ciudad en constante evolución y desarrollo urbanístico y social.
La historia del Metro de Madrid es una de innovación, expansión y adaptación que ha acompañado el crecimiento de la ciudad desde principios del siglo XX. Hoy, este sistema es uno de los más extensos y eficientes del mundo, pero sus inicios fueron modestos y visionarios.
Orígenes y fundación del Madrid musulmán
Los restos del Madrid de Al-Ándalus ofrecen un fascinante vistazo al pasado islámico de la ciudad, que durante el periodo musulmán era conocida como Mayrit. Este nombre proviene del término árabe Mayra o Mayraṭ, que hacía referencia a su abundancia de agua subterránea y canales, un recurso vital para el asentamiento en la región.
El Madrid musulmán se estableció en el siglo IX, durante el reinado del emir cordobés Muhammad I (852-886), como una pequeña fortaleza o hisn. Esta fortificación tenía un objetivo estratégico: defender la ruta hacia Toledo, uno de los centros más importantes del Califato de Córdoba. La ciudad creció alrededor del hisn y se convirtió en un enclave de cierta importancia dentro del sistema defensivo de Al-Ándalus.
Restos arqueológicos destacados del Madrid andalusí
- La muralla islámica:
En la actual zona de la Cuesta de la Vega, en pleno centro de Madrid, se conservan fragmentos de la muralla de la ciudad islámica. Construida en mampostería de sílex y caliza, era parte del sistema defensivo del hisn y protegía la medina, el núcleo urbano donde vivía la población. - El aljibe de la Plaza de la Armería:
Situado cerca del Palacio Real, este depósito de agua subterráneo es uno de los vestigios más significativos del Madrid musulmán. Refleja la importancia del manejo hidráulico en Mayrit, donde los árabes desarrollaron un ingenioso sistema de canales o qanats para garantizar el suministro de agua. - Restos en la calle Mayor y Almudena:
En esta zona se han encontrado otros fragmentos del sistema defensivo islámico, como torres y tramos de murallas que formaban parte del perímetro fortificado. - El zoco y la medina:
Aunque no se han conservado restos físicos del zoco, los estudios históricos sugieren que se encontraba en lo que hoy es el entorno de la Plaza de la Villa. Era el corazón comercial del Mayrit islámico, donde se intercambiaban productos locales y de otras partes de Al-Ándalus.
Aunque el Madrid islámico fue conquistado en 1085 por las tropas cristianas de Alfonso VI durante la expansión del Reino de Castilla, su herencia ha dejado una huella en la estructura urbana y en la toponimia. El nombre Madrid, derivado de Mayrit, que significa «lugar con muchos arroyos», pone el énfasis histórico en el agua como un recurso que sigue siendo símbolo de esa etapa medieval. La historia del Madrid de Al-Ándalus, aunque menos conocida que la de otras ciudades como Toledo o Córdoba, es un testimonio valioso de su origen como un punto estratégico y de su evolución hacia la gran capital que conocemos hoy. Los restos visibles y los hallazgos arqueológicos continúan conectándonos con ese un poco olvidado de nuestro periodo histórico.
Son impresionantes los detalles que se pueden conocer a raíz de unos pocos huesos y sobre todo cuando estamos hablando de un yacimiento tan bien conservado como el del Cerro de los Batallones. Uno de los casos es un antílope que se estaba recuperando de una caries cuando murió. Es posible que este problema dental comenzase en su mandíbula cuando el herbívoro mordió sin querer algún tipo de piedra mientras pastaba. Algunas de estas especies fueron descubierts en Madrid o son únicas en el mundo y han sido bautizadas en su nombre científico como Matritensis, que significa madrileño en latín.
Madrid sigue siendo, por tanto, un referente mundial también a nivel histórico y prehistórico, cada vez más valorado según se van descubriendo más cosas sobre nuestro apasionante pasado natural.
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Los yacimientos del Mioceno en Madrid
Hace aproximadamente 9 millones de años, durante el Vallesiense superior, el Cerro de los Batallones, al sur de Madrid, era un sistema de trampas naturales que capturaban animales y que hoy en día ha revelado una extraordinaria colección de fósiles de vertebrados. Este sitio paleontológico es único por la calidad de preservación y la articulación de los esqueletos encontrados, así como por la inusual proporción de carnívoros frente a herbívoros. En aquel tiempo, Madrid formaba parte de una cuenca endorreica rodeada por montañas como el Sistema Central, la Cordillera Ibérica, la Sierra de Altomira y los Montes de Toledo.
Descubierto por casualidad a finales del siglo XX, el Cerro de los Batallones en Torrejón de Velasco es considerado el yacimiento más importante del mundo para el estudio de grandes mamíferos de la era terciaria. Su excepcional estado de conservación y la riqueza de sus hallazgos lo convierten en una referencia mundial para la paleontología.
El descubrimiento de los yacimientos ocurrió en 1991, durante la explotación del terreno para extraer sepiolita. Desde entonces, se han identificado 11 cavidades, de las cuales 9 son yacimientos paleontológicos, con Batallones 10, descubierto en 2007, siendo el más reciente. Además, prospecciones en áreas cercanas han encontrado otros 4 yacimientos con fauna similar del Vallesiense superior.
Los carnívoros de Batallones
Los yacimientos Batallones 1 y Batallones 3 destacan como «trampas de carnívoros», con fósiles que en Batallones 3 representan hasta un 98% de los hallazgos. Estas trampas han revelado al menos 10 especies en Batallones 1 y 13 en Batallones 3, incluyendo ejemplares fascinantes como:
- Magericyon, un miembro de la familia de los perro-osos.
- Mustélidos como Eormellivora.
- Osos del género Indarctos.
- Simocyon batalleri, una especie relacionada con los actuales pandas rojos.
- Grandes félidos dientes de sable, como Machairodus (similar a un leopardo) y Promegantereon (de tamaño comparable a un león).
Los dientes de los félidos muestran un perfil de mortalidad peculiar, con la mayoría de los individuos siendo adultos jóvenes, probablemente más vulnerables al cazar y caer en las trampas.
El papel de los arqueólogos y paleontólogos
El conocimiento de este patrimonio oculto nos llega gracias al trabajo de arqueólogos y paleontólogos, cuya labor ha permitido desenterrar siglos de historia. Aunque el reconocimiento oficial de la arqueología en España no llegó hasta 1911, ya había pioneros como Casiano del Prado, quien en 1862 descubrió las primeras hachas de piedra talladas en la zona del actual cementerio de San Isidro.
Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional en Alcalá de Henares, señala que Madrid es excepcionalmente rica en yacimientos gracias a su ubicación geográfica y su historia. La región, situada al sur del Sistema Central y atravesada por importantes sistemas fluviales, ha sido intensamente ocupada a lo largo de los periodos históricos. Además, la constante construcción de infraestructuras en la región, como la T4 del aeropuerto de Barajas, ha llevado al descubrimiento de numerosos yacimientos, algunos tan significativos como los 21 hallados durante estas obras.
Cuando Madrid era un mar
Hace millones de años, durante el período Mesozoico, el territorio de Madrid estaba sumergido bajo el mar de Tetis, lo que explica la ausencia de dinosaurios en la región y la presencia de fósiles marinos. Ejemplos de estos fósiles pueden admirarse en lugares como el intercambiador de Príncipe Pío y la estación de metro Carpetana, donde se han instalado exhibiciones museográficas con hallazgos de hace 15 millones de años.
El experto Baquedano recomienda visitar los yacimientos con una preparación previa: «Primero leer y luego visitar». Sugiere comenzar por la exposición permanente del Museo Arqueológico Regional, que proporciona una guía completa para entender los yacimientos de la región.
Los herbívoros y otros animales
En los niveles superiores de los yacimientos predominan los herbívoros, como los caballos de tres dedos del género Hipparion, elefantes gonfotéridos con cuatro defensas, antílopes, rinocerontes y jiráfidos de proporciones similares a un okapi. Entre los hallazgos más espectaculares está el esqueleto articulado de un jiráfido encontrado en Batallones 10 en 2013, y los dos esqueletos casi completos de mastodontes descubiertos en Batallones 2 en el año 2000.
Además de los grandes vertebrados, los yacimientos han revelado fósiles de peces, aves, tortugas gigantes, lagartijas, serpientes y micromamíferos. Estos últimos son especialmente valiosos para datar los yacimientos y entender el ecosistema de la época.
Las excavaciones del yacimiento del Cerro de Batallones y el futuro
Durante la campaña de excavación de 2016, se trabajó en los yacimientos de Batallones 2, 3 y 10. En Batallones 10, se han recuperado más de 1,000 fósiles, incluyendo un cráneo de jirafa, huesos de Hipparion, mandíbulas de rinoceronte, huevos de tortuga e incluso restos de fetos de caballo. Este yacimiento, con forma de reloj de arena, aún guarda sorpresas en sus niveles más profundos, donde se espera encontrar una mayor concentración de carnívoros.
El trabajo paleontológico en el Cerro de los Batallones es un esfuerzo continuo que desentraña los secretos del pasado y también pone sobre la mesa del ciudadano la riqueza y singularidad de este extraordinario patrimonio fósil.
Arte rupestre y cultura campaniforme
Entre las manifestaciones artísticas más antiguas de la región se encuentra el arte rupestre paleolítico de la Cueva del Reguerillo, situada cerca del pueblo de Patones de Arriba. Más tarde, durante el Calcolítico (entre 2.900 y 2.500 a.C.), Madrid albergó la cultura del vaso campaniforme, caracterizada por su cerámica decorada en forma de campana. Uno de los yacimientos más destacados es el de Humanejos, ubicado entre Parla y Getafe, que es uno de los sitios campaniformes más importantes de Europa.