Aprovecha esta ocasión única de invertir para vivir en una verdadera colonia romana con las mejores garantías de paz y supervivencia a largo plazo. Trasládate aquí con tus clientes y parentela y aloja a todo tu cortejo personal de esclavos y colonos en una espaciosa ciudad romana en la que seas tu propio César.


Ser terrateniente en un sitio fortificado y con todo el confort del mundo
Te enviamos la ubicación estratégica de este maravilloso paraje, fértil y defendible.


No dejes pasar esta oportunidad y asiéntate aquí antes de que vengan los godos o los hunos a quitártela. Ser terrateniente en un sitio fortificado y con todo el confort del mundo nunca había sido tan fácil.
Actualmente, la propiedad no está ocupada por bárbaros ni tampoco por bagaudas. También dispone de unas murallas a prueba de asaltos, aunque la parte vendedora no se hace responsable si estallan conflictos con la servidumbre sometida o si se trata de un conflicto civil entre romanos y traen maquinaria de asedio.

Como podemos ver, la puerta es esplendorosa y merece que un César de los buenos tiempos pase a través de ella. Las cubiertas están en buenas condiciones y podrían aguantar otros 2.000 años más de decadencia del Imperio, eso sí, con un mínimo mantenimiento fronterizo.


Las ventanas están bien aisladas frente a ataques exteriores, pero tú podrás disparar desde ellas todo tipo de proyectiles. El aislamiento de las almenas es bastante consistente. Desde ellas podrás espiar a tus colonos y esclavos, para ver si curran como es debido de sol a sol y no se comen tu despensa.
Unos cuarteles de invierno con todas las dotaciones que todo buen romano necesita en la frontera
Observa la construcción sobre el plano de unos cuarteles de invierno con todas las dotaciones que todo buen romano necesita en la frontera: unas termas calentitas para el frío del limes, un foro donde proveerte de todo lo necesario y calles rectilíneas llenas de comercios para que te sientas como en la propia colonia de la que salieron tus padres.


Maltrata al servicio si se lo merece con toda la confianza de que no se rebelarán fácilmente, pues la consistencia de las fortificaciones desanimará cualquier traición interna o agresión exterior. Confina a tus sometidos y prisioneros de guerra con toda la seguridad del mundo en el interior de este recinto.
No lo pienses más. No le pidas más a los dioses o al Dios único y verdadero, si te has vuelto monoteísta, que te faciliten la casa de tus sueños. Compra ya esta parcela que tiene todo lo que necesitas para ser un ciudadano romano feliz en un mundo rodeado de barbarie. No sacrifiques tu confort si puedes sacrificar a un enemigo en el altar de tu propia colonia fronteriza y con todas las garantías de que no habrá venganza por parte de su clan.

Si no te llega el presupuesto o prefieres un destino más económico y con más «calorcito» también tienes opciones en nuestra inmobiliaria. Echa un vistazo a esta vista aérea del pequeño fuerte romano de Tisavar, en los límites del Imperio.
Construido entre 180 y 192 d. C., Castellum Tisavar (sur de Túnez) fue un pequeño fuerte fronterizo en la parte occidental del «Limes Tripolitanus», la frontera sur del Imperio Romano, en el límite del desierto del Sahara.
Un puesto de avanzada en los confines del mundo romano que ahora puedes restaurar para mayor gloria del Imperio y tu mejor confort desértico.
Un fuerte romano de la época de Gladiator en el que había soldados y oficiales españoles
Como pudimos ver en la películas más icónicas del Imperio Romano, y Gladiator y la caída del Imperio Romano, la frontera germánica estaba compuesta por fuertes que eran verdaderos castillos y ciudades inexpugnables defendidos por legiones y tropas auxiliares. Y estamos hablando de una época especialmente brillante de esa era brillante de la humanidad, con varios Césares seguidos que fueron españoles o tuvieron alguna relación directa con nuestro país. Pero también hablamos de unidades militares y oficiales que fueron españoles como nosotros, como es el caso del fuerte que estamos comentando ahora y que fue construido y defendida por una unidad de caballería de origen español.
Hispano y español es lo mismo. Las fronteras romanas eran protegidas por fuerzas que provenían de muchísimos países diferentes y no siempre eran tropas tan civilizadas, sino que había muchísimos contingentes de provincias que acaban de ser conquistadas o de puros bárbaros. En este caso, el fuerte del que hablamos estaba gestionado y defendido por soldados que eran ciudadanos romanos españoles y dirigidos por oficiales de la misma nacionalidad, aunque lógicamente esto fue cambiando con el tiempo.
En la imagen, el terrorífico aspecto de un soldado de caballería romano de esta época, con su máscara metálica para proteger el rostro y causar miedo en el adversario. Era un modelo común en esta frontera germánica.

Momento en el que Hollywood se ha fijado más para hacer sus mejores obras sobre esta época
Curiosamente, al igual que en las películas de las que estamos hablando, el fuerte del que vamos a comentar cosas ahora fue también arrasado por las fuerzas barbáricas germanas que cruzaron la frontera en la época de Marco Aurelio y llegaron hasta el mismo corazón de Italia, siendo combatidas por el César en persona.

Fue una de las grandes invasiones bárbaras que sufrió Roma en toda su historia y es ese momento en el que Hollywood se ha fijado más para hacer sus mejores obras sobre esta época maravillosa. La época de Marco Aurelio y Cómodo.
Es curioso que los grandes emperadores de Roma sean españoles y que fueran tan seguidos en el tiempo. También es bastante curioso que un siglo y medio después de estos hechos tuviéramos precisamente al último gran emperador romano que fue Teodosio el Grande, originario seguramente de Castilla y León y en concreto de Coca. Todos estos emperadores se esforzaron muchísimo por defender las fronteras. Una labor que en tiempos más corruptos e ineficaces fue descuidada por generaciones menos centradas en su verdadero deber. Pero los emperadores españoles pudieron, curiosamente, y fueron los más eficaces en dicha defensa fronteriza que mantuvo a salvo la Civilización por siglos y siglos.
Un fuerte romano de caballería hispana en Baviera
Kastell Weißenburg es un lugar emblemático de la frontera romana. Este artículo describe el campamento militar romano al oeste de la actual Weißenburg. Para el fuerte de corta duración al este de Weißenburg, véase Fuerte de madera y tierra en Breitung en Weißenburg.
El Kastell Weißenburg, llamado Biriciana en la Antigüedad, fue un fuerte romano de ala de caballería, construido cerca del Limes Germano-Rético Superior.

Es Patrimonio Mundial de la UNESCO y se encuentra dentro del municipio de Weißenburg, en el distrito de Weißenburg-Gunzenhausen. Hoy en día, el fuerte, con sus restos parcialmente conservados bajo tierra, la puerta norte reconstruida, las grandes termas y el Museo Romano con centro de información del Limes integrado, es uno de los sitios más importantes para la investigación del Limes en Alemania.
Un fuerte en la frontera germana con tropas hispanas de la época de Gladiator

Nombre alternativo: Biriciana.
Datación (ocupación): alrededor del año 100 d.C. hasta aprox. 253/254 d.C.
Tipo: fuerte de ala de caballería.
Unidad: Ala I Hispanorum Auriana.
Tamaño: aprox. 2,8 ha (madera-tierra), 3,1 ha (piedra).
En la imagen: un gladiador es atacado por un felino.
Construcción: primero de madera y tierra y luego de piedra.
Estado de conservación: partes de la muralla ligeramente reconstruidas y conservadas, la puerta norte reconstruida, con la edificación interna marcada en el suelo con señalizaciones de piedra.
Lugar: Weißenburg en Baviera.
Fuerte anterior: ORL 71a Kastell Theilenhofen (oeste), Kastell Ellingen (norte).
Posterior: Fuerte de madera y tierra en Breitung (noreste), Kastell Oberhochstatt (este), Burgus Burgsalach (este).
Hacia atrás: Kastell Munningen (oeste-suroeste), Kastell Faimingen (suroeste), Kastell Pfünz (sureste).
Avanzado: Fuerte menor Gündersbach (norte).
La guarnición romana tenía una vista estratégica en todas direcciones
El Kastell Weißenburg se ubica en la zona llamada Kesselfeld, en el extremo oeste de la ciudad, en un área despejada designada como zona arqueológica protegida. La guarnición se fundó sobre una prominencia del terreno que desciende suavemente hacia el noroeste, hacia el río Schwäbische Rezat.

Su frente (Porta praetoria) está orientado al sureste, mientras que la puerta trasera (Porta decumana) da hacia el norte, en dirección al Limes Rético, que discurre unos 5,5 km más al norte. Desde este punto elevado, la guarnición romana tenía una vista estratégica en todas direcciones.
El nombre romano Biriciana se conoce gracias a la Tabula Peutingeriana, copia medieval de un mapa de carreteras de la Antigüedad tardía. Sin embargo, su localización exacta no se aclaró hasta principios del siglo XIX. En 1818, el historiador Andreas Buchner identificó Weißenburg como su posible ubicación, aunque erróneamente creyó que el fuerte estaba en el castillo abandonado de Alten Bürg, a 2,5 km al este de Weißenburg. Durante décadas esta teoría persistió y hasta se erigió una piedra conmemorativa en el lugar bajo el rey Maximiliano II.
En 1914 se logró proteger el terreno de una posible urbanización mediante su compra por el gobierno regional
En febrero de 1868, durante la construcción de la estación de tren, se halló el famoso diploma militar de Weißenburg, fechado el 30 de junio de 107 d.C. Al principio se pensaba que en la zona Kesselfeld, al noroeste de la estación, solo existía un asentamiento civil. Fue el pionero arqueólogo Friedrich Ohlenschlager quien, en 1884, defendió que allí estaba la verdadera guarnición. El nombre Kesselfeld podría derivar lingüísticamente del latín Castellum. Las primeras excavaciones de Ohlenschlager no fueron concluyentes. El farmacéutico Wilhelm Kohl dirigió en 1890 excavaciones sistemáticas del recién fundado Verein für Altertumskunde de Weißenburg, y bajo su liderazgo, la Reichs-Limeskommission (RLK) continuó los trabajos hasta 1913. En 1914 se logró proteger el terreno de una posible urbanización mediante su compra por el gobierno regional.
En 1926 se excavaron parcialmente unas termas menores al oeste del fuerte. Tras la Segunda Guerra Mundial se realizaron nuevos hallazgos, algunos espectaculares, supervisados por la Oficina Estatal de Monumentos de Baviera. En 1965 los cimientos se volvieron a cubrir para su protección, pero en 1963/1964 se colocaron coronas de hormigón para marcar los contornos.
Una unidad de caballería llamada Ala I Hispanorum Auriana construyó un fuerte de madera y tierra
En 1976 se descubrió mediante fotografía aérea un fuerte de madera y tierra en la zona de Breitung, 1,6 km al noreste, excavado hasta 1991. En 1977 se encontró otro fuerte parcial en Emetzheim, y en el mismo año se descubrió la mayor terma de un vicus (aldea militar) del Limes Rético, restaurada y protegida entre 1983 y 1985. En 1979 se halló el famoso Tesoro de Weißenburg. En 1986/1987 se probó la existencia de un fuerte de madera y tierra anterior al de piedra. Entre 1989 y 1990 se reconstruyó la Porta decumana sobre sus cimientos originales, aunque se cree que le faltó un piso más. Desde 1990 existe un parque arqueológico que muestra las murallas y el edificio de mando (Principia). En 2006 se realizó una prospección magnética que reveló detalles inéditos.
El Tesoro de Weißenburg se convirtió en la pieza central del Museo Romano, inaugurado en 1981, que desde 2006 también alberga el Centro de Información del Limes de Baviera.
Alrededor del año 100 d.C., probablemente bajo el César español Trajano, la unidad de caballería llamada Ala I Hispanorum Auriana construyó un fuerte de madera y tierra, de 2,8 ha. Era una ubicación estratégica para controlar la zona y sirvió para asegurar el territorio recién conquistado al norte del Danubio, anexionado a la provincia de Raetia. Excavaciones de 1986 revelaron que la Porta decumana del fuerte de madera tenía dos torres rectangulares de madera de unos 3,20 x 3,60 m. Un foso con empalizada conectaba la puerta con las torres intermedias.
Un fuerte de la época de Gladiator y con muchos hispanos entre sus tropas
Hacia mediados del siglo II se reemplazó esta fortificación provisional de madera por un fuerte de piedra de 3,1 ha. La nueva muralla y sus torres se construyeron justo frente a la estructura anterior de madera. Alrededor del 253/254 d.C., el fuerte y su vicus fueron destruidos durante las invasiones alamánicas (la caída del Limes). Precisamente, las invasiones contra las que luchaba el cinematográfico César Marco Aurelio, el emperador de películas como La caída del Imperio Romano o Gladiator. Parece ser que las últimas monedas encontradas en la zona datan de esos años de 251 y 253, lo que podría indicar que el fuerte no volvió a ser ocupado tras su devastación en las guerras contra los bárbaros.

En la película de Braveheart, al contrario de lo que vemos en Gladiator, los «bárbaros» escoceses eran los buenos.
En su última fase, Biriciana era un fuerte casi cuadrado (170-179 m de lado), con esquinas redondeadas y torres. Tenía cuatro puertas flanqueadas por torres dobles, con más torres entre las esquinas y las puertas. La muralla estaba rodeada por un sistema de fosos (fosa punica), interrumpidos sólo en las puertas. El fuerte estaba orientado al sur con la Porta praetoria como entrada principal, la Porta decumana apuntaba al Limes, y las puertas laterales (Porta principalis dextra y sinistra) eran similares en tamaño a la principal.
Los edificios administrativos y de suministros se construyeron en piedra: el cuartel general (Principia) con santuario de estandartes (Aedes), armerías (Armamentaria), oficinas (Tabularia) y basílica. Cerca estaban el almacén elevado (Horreum) y la residencia del comandante (Praetorium), estilo villa urbana, con patio y calefacción por suelo radiante (Hypocausto). En la parte oeste estaban los talleres (Fabricae) y posiblemente un hospital (Valetudinarium). Las barracas para soldados y caballos eran de entramado de madera. Se identificaron 14 barracas largas, organizadas en dobles barracas, cada una para un escuadrón de caballería (Turma) y su oficial (Decurio).
Cada unidad tenía una parte para los jinetes (Contubernium) y otra para los caballos, evidenciada por restos de fosas de estiércol.

Del fuerte procede también una estatua de coraza que pudo estar en el santuario de estandartes en el Principia, datada en la primera mitad del siglo III.
Inscripciones funerarias y religiosas
Se hallaron inscripciones de la época de la Reichs-Limeskommission que documentan unidades y oficiales. Por ejemplo, un altar votivo dedicado a Júpiter, encontrado en la iglesia de San Andrés, menciona a Marcus Victorius Provincialis como comandante de la Cohors IX Batavorum Equitata Milliaria Exploratorum. Es decir: la Cohorte Novena de Bátavos (holandeses antiguos) Montada de Mil hombres de Exploración.
Traducción de la inscripción:
Dedicado a Júpiter, el mejor y más grande. La 9ª cohorte batava, parcialmente montada, compuesta de mil combatientes exploradores, comandada por Marcus Victorius Provincialis, cumplió su voto con alegría y de buen grado.
Un Decurio adinerado, Primus Saturninus, de la Ala I Hispanorum Auriana, se estableció en Celeusum tras su honorable retiro a fines del siglo II. Después de tantos años de conflictos y de chupar frío en la frontera, al final de su vida útil, estos oficiales y soldados recibían su recompensa en forma de jubilación en la retaguardia civilizada y en tierras libres de impuestos. Pero fueron muchos los oficiales que dejaron su rastro para la Historia:
Consagrado a Júpiter, el mejor y más grande. La Cohorte IX Batava, parcialmente montada, de mil hombres exploradores, que manda Marcus Victorius Provincialis, prefecto de la cohorte, cumplió su voto de buen grado, alegremente y como corresponde.
Primus Saturninus, veterano, tras ser dado de baja con honores como decurión de la Ala Auriana, erigió (este monumento) para Julia Victorina, su esposa, y sus hijos.

La Puerta Oeste del Fuerte Romano de Birdoswald (Banna), en lo que hoy es Cumbria, Inglaterra — siglo III d. C. y en la actualidad. Haz clic para ver la imagen completa; luego haz clic de nuevo para quitar el texto.
La ocupación del Fuerte de Banna continuó después de que el ejército romano abandonara Britania, pero no está claro durante cuánto tiempo.
Construida por primera vez en el siglo II, la evidencia sugiere que la Puerta Oeste todavía estaba en uso en el siglo XV, cuando se construyó una casa torre junto a ella. Para el siglo XVI, la puerta se había derrumbado y se edificó una casa fortificada dentro del perímetro en ruinas del fuerte.
📷 Fuerte Romano de Birdoswald, siglo III d. C. (aprox. 1990-2010). Dibujo de reconstrucción de la puerta oeste principal a mediados del siglo III. Banna, hoy conocido como el Fuerte Romano de Birdoswald, se encontraba en el extremo occidental del Muro de Adriano, en la provincia romana de Britania. El fuerte fue ocupado por tropas auxiliares romanas aproximadamente desde el año 112 d. C. hasta el 400 d. C. Artista: Philip Corke. (Foto por English Heritage/Heritage Images/Getty Images).
Fuerte romano de Trimontium, cerca de Melrose, en Escocia. Siglos I/II d. C. y siglo XXI d. C.

Esta interesante reconstrucción muestra cómo pudo haber sido el fuerte de Trimontium en su época. Fue construido por primera vez en la segunda mitad del siglo I (posiblemente hacia el año 80 d. C.) tras el avance romano hacia lo que hoy es Escocia. Estuvo ocupado de forma intermitente durante al menos 100 años antes de ser abandonado en una fecha desconocida. Es posible que el fuerte siguiera ocupado hasta el siglo III. Más adelante daré más detalles sobre este fascinante lugar, una vez que haya investigado un poco más y visitado el sitio.
📷 Reconstrucción y fotografía del Museo de Trimontium (no estoy seguro de quién realizó exactamente la reconstrucción, lo siento).

Un par de muñecas romanas de marfil con brazos y piernas articulados fueron encontradas en la tumba de una niña perteneciente a una familia acomodada en Emona, en la actual Eslovenia. Datadas entre el 250 y 300 d.C., estas muñecas se conservan actualmente en el Museo Nacional de Eslovenia.
Novae: la fortaleza de la Legio I Italica
En la ribera sur del Danubio, muy cerca de la ciudad de Svishtov (actual Bulgaria), se conservan los restos del imponente campamento militar de Novae, cuartel principal de la Legio I Italica. Fundado en el año 46 d.C., este enclave formaba parte esencial del limes danubiano, la línea defensiva que protegía al Imperio romano de las incursiones de los pueblos situados al norte del gran río. Durante siglos, Novae fue un bastión clave en las campañas contra dacios, godos y hunos, desempeñando un papel decisivo en la historia militar de Roma en los Balcanes.

La ciudad moderna de Svishtov, en la provincia de Veliko Tarnovo, se encuentra a tan solo 4 km de las ruinas del campamento, y a poca distancia de otras localidades relevantes como Pleven (80 km) o Ruse (90 km). Curiosamente, es en Svishtov donde el Danubio alcanza su punto más meridional.
Breve historia de Novae
Tras la conquista romana de Tracia, el Imperio emprendió la construcción de numerosos castros militares en la frontera danubiana. Uno de los primeros en levantarse fue Novae, erigido en torno al 46 d.C. para alojar inicialmente a la Legio VIII Augusta.
La verdadera importancia de Novae comienza en el año 69 d.C., cuando el emperador Nerón envía allí a la recién creada Legio I Italica. Una nueva legión que buscó su propia gloria en las guerras civiles del Año de los Cuatro Emperadores, cuando formó parte de la vanguardia de las legiones orientales, que se enfrentaron a las de Germania en batallas sangrientas. En una de estas batallas, esta legión acometió en campo abierto a otra legión más veterana y la hizo retroceder, pero en el contraataque fue derrotada y su general cayó en el combate, siendo enterrado a continuación en medio de grandes honores. Esta unidad sería luego la protagonista de las campañas contra los dacios bajo los mandatos de Domiciano (86-88 d.C.) y Trajano (101-106 d.C.), además de participar en expediciones orientales contra los partos.
En el siglo III, el campamento sufrió repetidos ataques de godos y otras tribus. La presión bárbara obligó a reforzar tanto las defensas del fuerte como las del vicus —el poblado civil que había crecido junto a la guarnición—, hasta llegar a conformar una auténtica ciudad fortificada.
Las calamidades continuaron en los siglos posteriores:
- En el siglo IV, nuevas invasiones góticas pusieron a prueba sus murallas.
- Hacia mediados del siglo V, los hunos arrasaron la ciudad.
- Poco después, entre 483 y 493, los ostrogodos de Teodorico establecieron allí su principal base en la región.
El emperador Justiniano I (527-565) intentó revitalizar Novae mediante la reconstrucción de sus defensas, pero los ataques de ávaros y eslavos acabaron por precipitar la desaparición definitiva de la ciudad romana. Entre sus personajes destacados se cuenta incluso un emperador: Maximino el Tracio, nacido en esta zona fronteriza de difícil romanización.
El campamento y sus construcciones
El campamento de Novae se extendía sobre unas 18 hectáreas, con una planta rectangular de aproximadamente 494 por 365 metros. Fue primero levantado en madera y, posteriormente, tras las guerras dacias, reconstruido en sólida piedra. La via Principalis, eje central del recinto, aún puede recorrerse hoy y conduce al visitante hacia los principales edificios militares.
El Principia
El principia, cuartel general de la legión, se situaba junto a la via Principalis. El complejo incluía:
- una puerta monumental,
- un foro militar,
- la basílica principiorum,
- oficinas administrativas,
- y el aedes, santuario donde se guardaban los estandartes legionarios.
Fue edificado bajo la dinastía Flavia, aunque la basílica se añadió probablemente durante el reinado de Trajano. En tiempos recientes, parte del principia ha sido restaurada dentro del proyecto “Novae. Corazón de la Legión”, gracias al trabajo del estudio de arquitectura Ivo Petrov.
El hospital militar
El valetudinarium de Novae es uno de los más grandes conocidos en todo el Imperio romano, con casi 6.000 m² de superficie. Construido a finales del siglo I d.C., estaba preparado para atender hasta 300 soldados. Su estructura incluía un amplio patio porticado y un pequeño santuario dedicado a Esculapio e Higía, divinidades vinculadas a la medicina.
Las termas y otras dependencias
Al oeste del principia se situaban las termas, levantadas a comienzos del siglo II d.C. Las excavaciones modernas han sacado a la luz su complejo sistema de desagües y una sauna (sudatorium) próxima al horno principal de calefacción (praefurnium). El diseño hidráulico permitía conducir las aguas residuales directamente a las letrinas, optimizando así la limpieza y la higiene.
Fuera de las murallas se ha documentado una villa romana, con patio central dotado de impluvium y un horno de cerámica (fornax). Además, en 2013 arqueólogos de la Universidad de Varsovia anunciaron el hallazgo de barracones legionarios, lo que amplía la comprensión del urbanismo militar en Novae.
Más allá de las excavaciones, el yacimiento se ha convertido en un espacio vivo gracias al festival anual “El Águila en el Danubio”, que se celebra cada mes de junio desde 2008. Durante dos jornadas, recreadores de toda Europa escenifican la vida cotidiana de los soldados, las maniobras de combate y rituales religiosos, devolviendo al visitante la sensación de cómo era la vida en la frontera del Imperio. La próxima edición está prevista para junio de 2026.
Visitas complementarias en la región de Novae
Quienes viajan a Novae pueden ampliar la experiencia explorando otros lugares cercanos relacionados con la historia romana del Danubio:
- Svishtov: su Museo Histórico Municipal conserva hallazgos del propio campamento y de otros asentamientos de la zona.
- Belene (27 km al oeste): junto a la isla de Persina se localizan restos de fortificaciones del mismo sistema defensivo, en un entorno natural de gran valor.
- Pleven (38 km al sur): su Museo Regional de Historia exhibe mosaicos y objetos romanos que ayudan a comprender la vida en la antigua Moesia.
- Ruse (90 km al este): gran ciudad del Danubio con un museo que alberga inscripciones, cerámicas y piezas arquitectónicas del mundo tracio y romano.
El campamento de Novae no fue sólo una base militar, sino un núcleo urbano que condensó la vida de soldados, civiles y artesanos durante siglos. Su historia refleja mejor que ninguna otra posición estratégica del Imperio las luchas constantes en la frontera danubiana, la adaptación de Roma a los embates de los bárbaros y el esplendor efímero de una ciudad, que renació varias veces en medio de grandes crisis antes de desaparecer definitivamente. Hoy, convertido en yacimiento arqueológico y espacio cultural, Novae sigue siendo un testimonio único del poderío romano en los Balcanes, esa frontera tan olvidada del poder romano.