El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial, afectando tanto a hombres como a mujeres. Se estima que casi todas las personas sexualmente activas tendrán contacto con este virus en algún momento de su vida. El VPH es un grupo compuesto por más de 200 tipos de virus que afectan la piel y las mucosas. De estos, cerca de 20 pueden infectar el área genital. Su transmisión ocurre principalmente a través del contacto sexual, ya sea vaginal, anal u oral. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH no causan enfermedades graves, existen tipos de alto riesgo que pueden provocar cáncer, como el de cuello uterino. Según una ginecóloga de Torrelavega, Elena Juncal, algunos genotipos como el 16 y el 18 están implicados en alrededor del 60% de los casos de cáncer cervicouterino.
El Virus del Papiloma Humano: la infección sexual más común
El virus se clasifica en dos grupos principales: los de bajo riesgo, que suelen provocar verrugas en genitales, boca o garganta; y los de alto riesgo, que están vinculados con el desarrollo de distintos tipos de cáncer. Se calcula que ocho de cada diez mujeres contraerán el virus en algún momento, aunque la mayoría no presentará síntomas ni complicaciones. Como nos comenta esta ginecóloga en Torrelavega, en muchos casos, la infección es silenciosa, especialmente en los hombres. Sin embargo, pueden aparecer verrugas alrededor del pene o el ano. En las mujeres, estas lesiones también pueden surgir, aunque a veces no se detectan hasta años después de la infección.
El VPH no sólo está relacionado con el cáncer de cuello uterino
El VPH no sólo está relacionado con el cáncer de cuello uterino, sino también con otros tipos como el de vagina, vulva, pene y faringe. Debido a su lenta progresión, es posible detectarlo a tiempo mediante pruebas médicas específicas. El Papanicolaou y la colposcopia son herramientas esenciales para identificar cambios anormales en las células del cuello uterino.
Actualmente, se recomienda el «cotesting», que consiste en combinar la citología cervicovaginal con una prueba de detección del ADN del VPH. Esta estrategia permite un mejor seguimiento y diagnóstico temprano de lesiones. Cuando los estudios detectan alguna alteración, se debe acudir a un especialista para realizar una evaluación más precisa, como la biopsia. Según el resultado, la lesión puede clasificarse desde una etapa inicial (lesión de bajo grado) hasta un caso más avanzado (lesión de alto grado o Neoplasia Intraepitelial Cervical).
El VPH es extremadamente común entre personas sexualmente activas
El tratamiento del VPH depende del tipo de manifestación. Las verrugas pueden tratarse con cremas o procedimientos quirúrgicos como la vaporización láser. Aunque estas lesiones no son malignas, tratarlas mejora la estética y evita su propagación. Dado que el VPH es extremadamente común entre personas sexualmente activas, la reducción de los riesgos de nuestras prácticas sexuales se presenta como una medida clave de prevención. Asimismo, el Centro de la Mujer brinda orientación y atención profesional para resolver dudas y realizar los estudios necesarios como el Papanicolaou o la colposcopia.
🧬 Consejos ginecológicos para mujeres con VPH (o para prevenir sus complicaciones)
- Revisiones ginecológicas periódicas
Acude regularmente al ginecólogo para realizarte citologías (Papanicolaou) y pruebas de detección del VPH. Esto permite identificar cambios celulares en el cuello uterino a tiempo. - Control con pruebas de VPH de alto riesgo
Algunas cepas del VPH son más propensas a causar lesiones precancerosas. Si has dado positivo, el seguimiento adecuado mediante colposcopia o biopsias puede ser clave para evitar complicaciones. - Evita el tabaquismo
Fumar debilita el sistema inmunológico y dificulta que tu cuerpo elimine el VPH, además de aumentar el riesgo de progresión a cáncer de cuello uterino. - Fortalece tu sistema inmune
Dormir bien, comer equilibradamente (con frutas, verduras, antioxidantes y omega 3), hacer ejercicio regularmente y controlar el estrés ayuda a tu cuerpo a combatir el virus. - Utiliza protección en las relaciones sexuales
Aunque los preservativos no eliminan el riesgo completamente (porque el VPH también se transmite por contacto piel con piel), reducen la posibilidad de contagio y de infecciones de transmisión sexual que pueden complicar un diagnóstico. - Atiende cualquier síntoma inusual
Aunque el VPH a menudo es asintomático, si tienes sangrados fuera de lo normal, dolor durante las relaciones sexuales o flujo vaginal anormal, consulta a tu ginecólogo. - No ignores las lesiones genitales
Las verrugas genitales visibles también pueden ser causadas por el VPH. Si aparecen, es importante tratarlas y seguir controles para descartar otras cepas del virus más agresivas. - Sigue las indicaciones del especialista al pie de la letra
Si te detectan una lesión o displasia cervical, cumple con todos los pasos indicados: desde seguimientos más frecuentes hasta posibles tratamientos como crioterapia, LEEP o conización, si fuera necesario.