The Speed & The Furious en Santander. Los retrasados tienen suerte en nuestro país, ya que el sistema está pensado para ellos y para los delincuentes en general. Mientras la alcaldesa nos habla de cosas muy bonitas y siempre haciéndose fotos en las que intenta lucir un modelito nuevo cada vez y taconazos, al final del día los santanderinos vemos una ciudad llena de basura y con poca presencia policial a ninguna hora. El caldo de cultivo ideal para que se produzcan situaciones como la que vamos a comentar ahora.
Imbécil con prisa se lleva por delante y destroza una marquesina en Santander
El último imbécil en liarla con un coche ha sido en la pasada noche con un campanazo que parecía un ataque terrorista, ya que se ha llevado por delante toda una marquesina completa del autobús en la Calle Castilla. Concretamente, la última de esa calle. No sé a qué velocidad hay que ir para cometer semejante disparate, aunque esto seguramente nos lo pueda contar mejor el personaje descerebrado que mató a dos chicas hace cinco años, con un coche, en la rotonda de Corbán. Evidentemente, circular a velocidad de autopista por una ciudad es una buena forma de intentar matar a la gente, pero cuando vas drogado o escapando de la policía pues todo te vale.


En este caso del animal que embistió con el coche una marquesina de autobús en Santander era una persecución policial, la cual se dio después de haberse saltado el idiota éste un control de tránsito. A ver si también los fiscales y la Guardia Civil y demás se explayan con él como hacen con cualquier pobre currante que se equivoca con cualquier cosa. Porque a nosotros sí que no nos pasan una, pero cuando aparece un sinvergüenza idiota de éstos parece que tiene más derechos que nadie. Y no puede ser que toda la sociedad esté pendiente de lo que hace en cuatro imbéciles en Torre Pacheco y cuatro cabronazos en Santander y otros 50 en Alcalá de Henares. Los irresponsables y delincuentes tienen que sentir el peso de la ley y no los currelas, que no tenemos culpa ninguna más allá de pequeños errores puntuales.
Un DJ en Santander sensibilizado con las causas sociales

DJ Cheda es un DJ en Santander que se ha significado en muchísimas obras de beneficencia e interés social: bullying y enfermedades raras, por ejemplo, aunque son muchísimas causas que convierten a nuestro artista local en un referente también de estas cruzadas tan necesarias. Y una de las cruzadas en las que más se ha involucrado es en la seguridad vial, inclusive con su apoyo directo a dos asociaciones como son Stop Accidentes y Luz y Amor, de la madre de Manu, que fue este chico menor de edad al que un conductor imprudente mató con el coche en la tan peligrosa Calle Castilla.
Accidentes como éstos ponen de manifiesto la urgencia de reforzar la conciencia social sobre la responsabilidad al volante. La imprudencia, el exceso de velocidad en zonas pobladas o la conducción bajo los efectos de sustancias pueden convertir cualquier trayecto en una tragedia para uno mismo y para los demás. Cada vez que alguien decide ponerse al volante sin respetar las normas o sin valorar las consecuencias, expone no solo su vida sino también la de peatones, otros conductores y vecinos que, como en este caso, nada tienen que ver con la imprudencia de quien maneja el vehículo.
Es fundamental que la sociedad interiorice que un coche, en manos irresponsables, se convierte en un arma de gran peligro. La educación vial, la responsabilidad individual y el respeto a la ley son las mejores herramientas para evitar que escenas como esta se repitan. Conducir no es solo un derecho: es, ante todo, un compromiso con la seguridad de todos.
No podemos seguir tolerando estos comportamientos ni reírle la gracia a los personajes que hacen estas cosas. Al igual que pasa con actitudes como el bullying o el maltrato a las mujeres, que hasta hace poco eran invisibles, la tolerancia cero con los macarras al volante debería ser la norma fundamental. Esta gente sólo nos trae problemas y disgustos irreparables.

Unos idiotas que estaban haciendo una carrera ilegal por el centro de Santander

La sensación de impunidad al volante en Santander no es algo novedoso. La falta de efectivos policiales en la propia Policía Local es uno de los factores fundamentales de que Bret Elorza ya no esté con nosotros, porque recordemos que a este joven de 19 años le pasaron por encima cuando iba circulando tranquilamente en moto unos idiotas que estaban haciendo una carrera ilegal por el centro de Santander.
En la foto: los dos acusados y condenados por matar de forma idiota y brutal a Bret Elorza.
Unos imbéciles que iban tan deprisa que saltaron por encima de la mediana y llegaron a invadir el carril contrario para terminar matando a este chico. La moto quedó tan destrozada que incluso después de un tiempo todavía se encontró una de las zapatillas del muchacho entre el amasijo de hierros. Su propio padre presenció la escena horrífica y todavía ha tenido que soportar el calvario maldito de una Justicia que no actúa rápido ni con la debida contundencia con este tipo de maleantes peligrosos.
Los culpables son los miembros de la corporación municipal que ahorran en luz y en limpieza y en policía
Los culpables no son solamente los que llevan a cabo estas acciones descerebradas. Los culpables son también los miembros de la corporación municipal que ahorran en luz y en limpieza y en policía y en muchos servicios por los que pagamos cada vez más dinero a estos inútiles de políticos que tenemos. Los culpables son los descerebrados que van a votar a esta gente, sean del partido que sean.
Como decía una persona de Santander en redes sociales:
Si llamas para denunciar algo a la policía local deberían, al menos, coger el teléfono. Porque como ciudadano quise denunciar una conducción temeraria que puso en peligro la vida de personas y todavía estoy esperando que la local me coja el teléfono o devuelva la llamada. Y la responsable última de un servicio municipal es la señora alcaldesa. Si llamas a la nacional siempre te responden, y acuden ante un delito, en la local mi experiencia no ha sido la misma.
El completo abandono de la la seguridad vial y hasta de la seguridad ciudadana y de la limpieza es una constante en nuestro hasta ahora tranquilo mundo de Santander. Es muy difícil que uno se dé un paseo por la ciudad sin ver una carrera de coches por algún sitio. Gente con graves complejos y falta de atención que necesitan hacer mucho ruido con sus bólidos para que alguien les haga un poco de caso. Y si tienes la mala suerte de cruzarte en su camino pues a lo mejor acabas en el camposanto.
Como decía un vecino de la calle Castilla sobre otro accidente reciente, de similares características al de los imbéciles que se han cargado una marquesina entera de autobús:
Justo debajo de mi casa, sonó tanto el hostion que tuve un microsueño que estaba dentro del coche con ellos, me imagino que al conductor se le van a pasar las ganas del GTA, porque no acabo nada bien.
Otro joven se estrella tras huir de la Policía Local en Santander
La calle Castilla de Santander se convirtió en escenario, en 2024, de un aparatoso accidente de tráfico provocado por una persecución policial. Los hechos ocurrieron sobre las 7:15 de la mañana, cuando un coche que circulaba a gran velocidad terminó impactando contra varios vehículos estacionados a la altura del centro de salud y frente a la comisaría de la Policía Local.
Todo comenzó cuando una patrulla de la Policía Local detectó un turismo circulando en dirección prohibida por el Paseo de Pereda. Los agentes siguieron al vehículo hasta que este se detuvo en un semáforo en la calle Antonio López. Fue entonces cuando los policías dieron el alto al conductor, un joven de 24 años, quien en lugar de detenerse decidió emprender la huida a toda velocidad, iniciándose así una persecución por la calle Castilla.
Comprobar si el joven conducía con alcohol o drogas, como parece por las imbecilidades que hacía
A la altura de una curva, el conductor perdió el control y colisionó con cinco coches aparcados, causando importantes daños materiales. El violento impacto desplazó incluso una furgoneta a la que arrancó una rueda trasera y dañó la fachada de un establecimiento cercano. Los bomberos de Santander, que movilizaron un autotanque y seis efectivos, tuvieron que excarcelar al conductor, atrapado en el interior del vehículo. Posteriormente, retiraron el coche siniestrado de la vía. Los cinco ocupantes del turismo recibieron asistencia por parte de los servicios de emergencias del 061, aunque cuatro de ellos optaron por trasladarse por su cuenta a un centro médico.
El vehículo quedó totalmente destrozado y fue trasladado al depósito municipal. Mientras tanto, la Policía Local inició diligencias contra el conductor por un presunto delito contra la seguridad vial, debido a la conducción temeraria y el exceso de velocidad. También se han solicitado análisis de sangre para comprobar si el joven conducía bajo la influencia de alcohol o drogas, como parece evidente por las imbecilidades que estaba cometiendo.
Estúpidos que en la recta de La Albericia hicieron un rally grabado
Y no hace no tantos años también hubo otros estúpidos que en la recta de La Albericia hicieron un rally grabado por otros conductores que iban detrás y terminaron destrozando un montón de coches. Y sin matarse de milagro. Y encima les grabaron pidiendo a esos conductores que por favor apoyasen el testimonio que iban a dar a la policía para salir indemnes de la situación. Sinvergüenzas que no tienen vergüenza y que quieren que los demás seamos como ellos.
Los casos de Bret Elorza en Castelar, o de las chicas de la rotonda de Corbán, no son ni mucho menos unos hechos excepcionales que confirman la regla de una tranquilidad especial en la mejor ciudad del mundo, donde todo el mundo quiere vivir, como tanto nos dice la inepta alcaldesa que tenemos. Puede que Santander sea un sitio bastante bueno para vivir, pero no por el Ayuntamiento que tenemos, que está de capa caída. No hay más que preguntar a los policías locales de Santander sobre la falta de compañeros que tienen. Un déficit de no menos de 100 agentes en una ciudad tan pequeña dice mucho de lo poco que le importa a esta señora la seguridad ciudadana y en concreto de las mujeres, ya que es tan feminista, pero en una ciudad tan oscura y con tan poca presencia policial es mucho más fácil que ocurran cosas y más en particular a las mujeres.