La escalera de la portada existe y está en Italia, pero no me preguntes por qué ni cómo ni quién puso ahí en medio semejante cosa.


Esta escalera forma parte de la casa Fallingwater (la de la cascada) de Frank Lloyd Wright. Unas escaleras que conducen directamente al río que pasa por debajo de esta mítica construcción, objeto de culto a nivel mundial.
Esperemos que tengan en cuenta que una de las dos puertas lleva directamente a la muerte.


Ya no tienen piedad ni de la gente que va en silla de ruedas.
La escalera perfecta para un gallego, tal vez viviendo fuera de su tierra, porque no se sabe si estás subiendo o estás bajando.


Las barandillas de seguridad están sobrevaloradas. Esas cosas son para la gente exagerada que no aprecia el sabor de la verdadera aventura.
Ideal para levantarte de resaca y matarte. No apto para la gente con cierta sensibilidad cuando miran para abajo.

Dos fotos juntas se entienden mejor. Por un lado, tenemos a un señor al que le han robado el porche entero en Detroit y que dio origen a esa famosa frase de que no puedes tener ni una mierda en Detroit. Por el otro, vemos la oferta en Temu de lo que pudiera ser el botín de alguien.



Quien vio la publicación anterior se aplicó el cuento y por eso se decidió por lo cutre. No te pueden robar el alma si eres un desalmado. No te pueden robar el porche si lo que tienes es una fakin mierda.
Imagínate que tienes que salir con prisa de un edificio por una emergencia y te encuentras con esta cabronada integral.


Si lo que están buscando es que la gente se mate la verdad es que lo hacen de maravilla. De lo contrario, no lo entiendo.
Esta escalera pone en duda esa frase de que si te caes te puedes volver a levantar. Porque como te caigas por ese abismo ten por seguro que no te vuelves a levantar en tu vida. Y no es fácil caerse por ahí dada la arquitectura del lugar.


No sé si estas personas han pensado en la palabra desescombrar, pero en todo caso se ve que no tienen prisa por subir esa escalera.
En esta situación nos ahorramos la escalera porque bajamos directamente al piso de abajo cayendo a plomo desde la cocina. Impresionante medida de seguridad lo de poner una mesa clavada en medio del agujero. Y esto lo he visto en un anuncio de una casa que se vendía en Cantabria.


La verdad es que no es mala solución para una habitación con bastante altura, aunque como seas sonámbulo te matas a la verga. Te rompes hasta lo que no tienes desde ese segundo piso improvisado.
Si no fuera por ellas, en efecto, nosotros viviríamos así.
