Aquí tienes un resumen sobre algunas de las escenas más absurdas o surrealistas en la historia del cine que han desconcertado a audiencias y críticos por su falta de sentido o lógica. Estas escenas destacan cómo a veces el cine puede llevarnos a situaciones tan absurdas o surrealistas que nos dejan desconcertados, pero al mismo tiempo nos brindan momentos memorables que se convierten en parte de la cultura cinematográfica.
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Las escenas más absurdas o surrealistas en la historia del cine
Una de las escenas más absurdas, en cuanto a la lógica se refiere, del cine de todos los tiempos, es la famosa situación en Poltergeist que se produce cuando toda una serie de sucesos paranormales arrasan por completo la vivienda de los protagonistas. Pero lo mejor de todo es la explicación que se le ocurre al propio dueño de la casa y padre de familia cuando agarra por el cuello al constructor y le recrimina que movieron las lápidas del cementerio, pero no los cadáveres. Es decir: que al final, según esa lógica, todos esos efectos paranormales los producían los cuerpos muertos que no podían hacer daño a nadie. Increíble pero cierto.
Otra situación de muy poca lógica la podemos tener en el clásico Starship Troopers, donde los propios reclutas de la infantería móvil espaciales se preguntan para qué necesitan entrenar tanto a la vieja usanza del cuerpo a cuerpo si pueden destruir cualquier cosa dándole a un botón. La respuesta que da el instructor a este recluta es clavarle un cuchillo en la mano, pero es que ese joven tenía toda la razón. Si podían bombardear a las arañas y tirarles 50.000 bombas atómicas encima, ¿por qué hacía falta arriesgar la vida de los soldados sobre el terreno? Nadie nunca lo entenderá.
Otro dislate increíble: en Total Recall, los obreros de la construcción siguen usando martillos neumáticos al estilo de toda la vida, lo que llama la atención si consideramos que esa avanzada sociedad futurista había instalado colonias en Marte. ¿No deberían haber avanzado un poquito más en su forma de currar?
¿Cómo podían los elfos estar casados por miles y miles de años y seguir siendo felices?
Todos conocemos el clásico del Señor de los Anillos y algunos hemos leído los libros insistentemente, pero nada de lo que podamos averiguar en este mundo maravilloso de Tolkien podrá resolvernos jamás uno de los mayores misterios. Está bien el rollo de que los elfos puedan vivir eternamente y todo eso, pero, ¿cómo podían estar casados por miles y miles de años y seguir siendo felices? Es algo que cuesta entender a no ser que los elfos fueran realmente diferentes a los humanos. Para empezar, una pregunta tonta: ¿es que nunca miraban en el WhatsApp del otro para ver qué se encontraban por ahí?
Y otro misterio del cine, ahora en Jurassic Park. ¿Cómo es posible que un secreto tan grande y nunca mejor dicho pudiera pasar desapercibido para tanta gente durante tanto tiempo mientras estaban trabajando en ello? Incluso el propio abogado de la empresa Ingen, propietaria del parque, se mostraba tan sorprendido como el resto de visitantes cuando vio ante él el primer dinosaurio. ¡Ni que Hammond siguiera con el circo de pulgas que nadie podía ver!
La icónica escena en la que se juntan Nicolas Cage, Joaquín Phoenix y Gandolfini
Asesinato en ocho milímetros tiene otra escena que desafía toda la lógica de las películas policiales de toda la historia. ¿Cómo es posible que el protagonista se la juegue tanto en el último momento y a sabiendas del tipo de delincuente es peligrosos con el que está tratando? Ni más ni menos queriendo solo ante el peligro y simplemente porque la viuda que es su clienta le había pedido no manchar la reputación de su familia. Para los que habéis visto esta icónica escena en la que se juntan tantos enormes actores como Nicolas Cage, Joaquín Phoenix y Gandolfini, que después se haría tan famoso con la serie de Los Soprano.
«¡No he cometido ningún crimen!» (dicho antes de amenazar de muerte a un abogado)
Todos recordamos este clásico de los 90: Algunos hombres buenos. El monólogo de Jessup es, sin duda, uno de los mejores momentos del cine, pero a muchos nos encanta cómo Kaffee lo lleva hasta ese punto. Después de presentar la contradicción central (si ordenaste a tus hombres que no tocaran a Santiago, y tus órdenes siempre se cumplen, ¿por qué estaría Santiago en peligro?), lo único que Jessup necesita hacer es admitir que habló fuera de lugar y que sus órdenes no eran una garantía de seguridad para Santiago. Literalmente, solo tendría que decir: «Estaba equivocado, espero que mis hombres sigan órdenes, pero no soy un dios, y no quería arriesgar la vida de un Marine confiando en que nadie me desobedecería», y se sale con la suya; Kaffee no tendría nada más con qué atacarlo.
Pero Kaffee sabe cuánto lo odia Jessup y sospecha que Jessup preferiría morir antes que admitir, frente a Kaffee y en un tribunal, que no cree que sus hombres le obedecen. Así que lo provoca, lo irrita, y pasa todo el interrogatorio recordándole a Jessup por qué desprecia a ese «bocón de Harvard» y cuánto desprecio siente por su falta de entendimiento sobre la vida militar. Al farolear y amenazar con llamar a los dos encargados del área, como siguientes testigos, Kaffee también siembra la duda de que tal vez ni siquiera necesita que Jessup confiese. El peor temor de Jessup es mentir para parecer débil ante este hombre y luego que todo se derrumbe igualmente por nuevas pruebas. Kaffee logra asustar y enfurecer a Jessup hasta el punto de que su única opción (percibida) es confesar y tener la última palabra, que es justo lo que Kaffee quiere.
Coronel Jessep: «¡No he cometido ningún crimen!»
0.1 nanosegundos después…
Coronel Jessep: grita amenazas de muerte al abogado contrario frente al juez.
¿Crees que es leyenda urbana que esta escena fue realizada sin recurrir a efectos especiales?
En la película Poltergeist (1982), la escena de la piscina fue rodada utilizando esqueletos humanos reales, ya que resultaba más económico que fabricar unos de plástico. Este controvertido detalle se ha señalado como una posible causa de la supuesta «maldición» que persiguió a la producción y a muchos de los involucrados en el rodaje.
La creencia en esta maldición se fortaleció con el fallecimiento de cuatro actores durante el periodo en que se filmó la trilogía, entre ellos Heather O’Rourke, la protagonista principal, quien murió poco después de finalizar la tercera entrega en 1988. Además, Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana mayor, Dana, fue asesinada por su pareja durante la misma época.
Steven Spielberg, guionista y productor de Poltergeist, buscaba un realismo absoluto para esta escena. Según algunos testimonios, incluso utilizó cadáveres reales, algo que la actriz principal, JoBeth Williams, nunca pudo perdonarle. «Tuve que meterme en un tanque enorme lleno de barro y esqueletos, creyendo que eran de plástico. Luego me enteré de que eran reales. Fue una pesadilla», reveló en varias entrevistas. La escena, que llevó entre cuatro y cinco días de rodaje, dejó a Williams cubierta de barro y sumida en una experiencia traumática.
Aunque en su estreno la película no obtuvo un éxito deslumbrante, Poltergeist se consolidó como una obra legendaria del cine de horror. Sin embargo, su legado no solo se debe a su narrativa aterradora, sino también a los incidentes extraños y perturbadores ocurridos tras bastidores. Se habló de sets que se incendiaban sin motivo aparente y objetos que desaparecían sin explicación. Estos hechos, sumados a las tragedias personales de los actores, contribuyeron a alimentar la fama de la maldición que rodea a esta icónica película.