Es algo que, de trascender afuera del círculo familiar, los llevaría a la cárcel. Alfonso Basterra es la cabeza pensante del crimen. Esto sostiene el autor, quien entrevistó dos veces a Rosario Porto en prisión.

Os recomendamos también nuestro artículo sobre el paralelismo entre Rosario Porto y Vera Claythorne, la protagonista absoluta de la novela de Diez negritos de Agatha Christie. Creo que es bastante alucinante este parecido absoluto entre ambas mujeres fatales, enfrentadas a un destino fatal.
Unos días antes del estreno de la serie de Netflix sobre este suceso, Mark Guscin (Leeds, 1964) publicó la versión en castellano de su libro: «Lo que nunca te han contado sobre el caso Asunta» (Publicaciones Arenas). Un trabajo previamente editado en inglés. Además de investigar el asunto a fondo, tuvo la oportunidad de entrevistar en dos ocasiones, durante una hora cada vez, a la madre acusada de asesinato, Rosario Porto.

¿Por qué decidió escribir este libro sobre la verdadera historia del crimen de Asunta?
En 2013 y los años siguientes, en especial en Galicia, las noticias sobre el caso Asunta estaban constantemente en los medios. En algún momento pensé que me gustaría entrevistar a Rosario Porto y Alfonso Basterra. Poco después, mi editorial en Inglaterra me preguntó si estaba trabajando en algo nuevo. Yo vivo en Coruña, así que mencioné el caso de Asunta en Santiago. Les pareció interesante y me animaron a hablar con los protagonistas.
¿Cómo logró contactar con Rosario Porto?
Primero, hablé con los abogados, tanto con el de la defensa de Rosario, José Luis Aranguren, como con el abogado de la acusación popular, Ricardo Pérez Lama. También conversé con algunos guardias civiles que trabajaron en el caso, con el juez Taín y hasta con la profesora de ballet de Asunta. Aranguren me dijo que no perdiera el tiempo porque Rosario tenía prohibidas las visitas. Sin embargo, tres meses después, contra todo pronóstico, aceptaron mi solicitud.
¿Cómo fue el primer encuentro con Rosario Porto?
Fue en la prisión de A Lama. Era la primera vez que visitaba una cárcel y me impresionó mucho. Rosario llegó muy arreglada, con vestidito y tacones. Hablamos a través de un cristal usando un teléfono. Ella lloraba mucho y se mostraba arrogante y clasista. Despreciaba a los funcionarios de la cárcel y a los traficantes de drogas, a pesar de estar allí por un crimen peor.
¿Qué le preguntó primero?
Comenzamos hablando de temas ligeros para romper el hielo. Ella había sido cónsul en Francia y visitaba a menudo el Ayuntamiento de La Coruña, donde yo trabajaba. Luego, me contó detalles sobre la infancia de Asunta, aunque era difícil escuchar a una madre hablar así de su hija sabiendo que la había matado.

¿Mantenía su inocencia Rosario Porto?
Sí, Rosario insistía en su inocencia. Cuando le sugerí que la única otra opción era su exmarido, ella lo negó vehementemente. También negaba que le hubieran dado lorazepam a Asunta, a pesar de las pruebas científicas.
¿Creía ella en la culpabilidad de una tercera persona?
Rosario mencionaba que un hombre había entrado en su casa e intentado matar a Asunta. Yo pienso que ese hombre era Alfonso Basterra. Rosario dejó las llaves en la puerta y, curiosamente, justo ese día entró un ladrón. En cualquier caso, es sorprendente cómo puede haber pasado tan desapercibido este asunto en el juicio.
¿Qué cree que pasó esa noche?
Creo que intentaron matar a Asunta y ella se despertó. Al día siguiente, comenzaron a comprar lorazepam y a drogarla progresivamente.
¿Hicieron varios intentos previos al asesinato de Asunta?
Nadie ensaya un asesinato, como he oído que se proponía para este caso. No se trataba de «ensayos de asesinato», sino de asesinatos fallidos: en el último momento, a lo mejor, la niña reaccionó y no se decidieron a terminar con ella. La dosis de lorazepam aumentó, por tanto, hasta que finalmente la mataron por sofocación.
¿Cómo encaja la autopsia en esto?
Es difícil entender por qué no pensaron que la autopsia revelaría el lorazepam. Pero incluso en los asesinatos más planificados siempre hay algún despiste.
En cualquier caso, esta improvisación y esta ceguera con matar a la niña parecen reforzar esa teoría de Mark Guscin sobre que la niña podía conocer secretos inconfesables de sus padres, que se decidieron a acabar con tan incómodo testigo. Preguntamos a un abogado de Bilbao especialista en estafas sobre esta circunstancia curiosa del caso, entre otras.
Esta falta de sentido común y esta obsesión con acabar con la niña parece indicar que tenían algún asunto más grave entre manos que podría salirse de todo control, luego se animaron a jugársela y traspasar todas las líneas al matar desgraciadamente a la pequeña. Es algo que pasa mucho en los temas mercantiles y de estafas que trato semanalmente: los delincuentes y las personas que se están aprovechando de situaciones en general, a menudo, se embarcan en una huida hacia adelante en la que empiezan a considerar que los riesgos y los costos de salir impunes son lo de menos. También es curiosa la preponderancia que han tenido algunas evidencias de este caso sobre otras, que han quedado orilladas, pero es algo común que a la gente que no está familiarizada con este mundo judicial les sorprende: ¿por qué el juez no miró apenas esta prueba o usó esos otros elementos probatorios que no tienen importancia? Son conclusiones que la gente saca y son normales, pero es que los procedimientos siguen caminos que a veces no nos podemos imaginar y de ahí que me guste controlar en mis asuntos todos los posibles flecos de la situación: cuanto menos dejemos al azar o a la habilidad de la otra parte y cuanto más claro se lo demos al juez, como es lógico, mejor nos va a ir.
En las fotos se ve perfectamente la muy diferente actitud de estos dos personajes. Ella, emocional y desvalida, es obvio que la situación le supera y se derrumba todo el tiempo. Él, arrogante y frío, se mantiene al margen de lo que debería ser el drama personal y familiar de lo que puede vivir un padre de una niña asesinada que además es acusado «en falso» (según él, claro).


¿Cuál es su teoría sobre el asesinato de Asunta?
Creo que la drogaron, la llevaron al chalet y allí la sofocaron. Rosario no tenía la fuerza para mover el cuerpo, por lo que probablemente había una tercera persona involucrada.
¿Hay cabos sueltos?
Sí, muchos. La visibilidad en la pista forestal donde dejaron el cuerpo, la cuerda usada para atarla, y el hecho de que Rosario no tenía la fuerza para cargar el cuerpo.
¿Qué dijo Rosario en la segunda entrevista?
En la segunda entrevista lloró desde el principio hasta el final. Habló mucho sobre lo que Asunta estaría haciendo si estuviera viva. Pero seguía negando las evidencias. No tuvieron ni una instrucción justa ni un juicio justo. Estuvo todo desde el principio decidido, lo cual no quiere decir que no hubiera pruebas suficientes para condenar a estas dos personas. Pero había un interés desde el principio muy marcado para condenarlos a toda costa.
Creo que Asunta sabía algo muy serio sobre sus padres que los llevaría a la cárcel
¿Por qué cree que lo hicieron?
Se han sugerido varias motivaciones, como dinero o celos, pero creo que Asunta sabía algo muy serio sobre sus padres que los llevaría a la cárcel.
¿Qué teoría considera más probable?
Creo que Asunta podía denunciar abusos sexuales por parte de su padre y Rosario lo consentía. Alfonso Basterra es la mente detrás del crimen.
¿Qué ha hecho que este caso sea tan impactante?
Es raro que ambos padres planifiquen y ejecuten el asesinato de su propio hijo. Asunta no tenía a nadie más que a sus padres adoptivos, lo que hace este caso único y más trágico.
¿Qué opina de la serie de Netflix sobre el caso?
Me parece muy realista en cuanto a la representación de los padres. Candela Peña y Tristán Ulloa hacen un trabajo impresionante. Es lamentable que Candela haya sido insultada durante el rodaje en Santiago; ella no es Rosario Porto.
Los dos condenados no tuvieron un juicio justo y esto ensombrece todavía más el relato de los hechos
Demasiado a menudo nos movemos en términos absolutos cuando buscamos información. Pero a veces no es tan fácil para los periodistas y divulgadores el daros una verdad absoluta y menos en el mundo del crimen, que es una de esas situaciones en la vida en la que nadie quiere estampar su firma encima de algo tan ilícito e inconfesable. Cuánto más si es tu hija, a la que has matado por motivos aún más inconfesables.
El caso de Asunta Basterra es uno de esos ejemplos muy fáciles de analizar en este sentido. Como dice el propio investigador del caso que más lejos ha llegado en la verdad de lo que ocurrió, Mark Guscin, al final del día y después de tantas investigaciones y de darle la vuelta a todo lo que se sabe, e incluso de hablar con la acusada y condenada, lo único que tiene claro este señor es que tiene más dudas que al principio de haber empezado a mirar todo esto. Y el hecho de que los dos condenados no hayan tenido un juicio justo ensombrece todavía más un relato de los hechos que es claramente insuficiente para demostrar que los dos padres mataron a la cría, pero es que además no pudieron hacerlo sin que hubiera al menos otra tercera persona.
El caso estaba cerrado para quienes tenían que cerrarlo cuanto antes
Es decir: el caso estaba cerrado para quienes tenían que cerrarlo cuanto antes, pero no necesariamente para todos aquellos que queremos saber la verdad de las cosas y máxime en un caso en el que parece evidente que una mano negra ha actuado desde el principio hasta el final. El principio de un asesinato que fue enmascarado y encubierto de forma sospechosa y el final de la condenada estrella, una Rosario Porto que se colgó en la misma celda en la que ya había hecho intentos anteriores de quitarse del medio.
Para resumir un poco lo que os queremos contar aquí voy a dar algunas pinceladas que desarrollaré las veces que haga falta para que quede claro que esto no es un caso cerrado ni muchísimo menos.
Lo primero que hay que decir es que este par de descerebrados padres adoptivos no pudieron hacerlo solos ni de coña. Eso es lo primero que hay que tener claro y además por un hecho muy concreto que es la realidad tozuda de que el cuerpo de la niña fue llevado a esa pista forestal para dejarlo depositado en el suelo con todo el cariño del mundo y sin arrastrar en ningún momento. Y hay que tener en cuenta de que aparte de que no está nada claro o más bien parece que es imposible que alguno de los dos padres pudiera estar en ese momento en condiciones de hacer nada, ya que cuentan con coartadas, que probablemente tenían preparadas previamente, hay determinados Expedientes X en este caso que tuvieron que ser llevados a cabo necesariamente por personas ajenas al matrimonio Basterra Porto.
La obsesión de la Justicia por mantener un número limitado de dos personas en todo este caso
Y esto nos lleva a otra fuente de problemas en el caso de Asunta Basterra: la obsesión de la Justicia por mantener un número limitado de dos personas en todo este caso desde el principio. Dos personas que tenían que ser porque sí, aceptando cualquier evidencia o testimonio que apoyara esa tesis y rechazando cualquier otra situación que pudiera poner en entredicho la teoría oficial de que fue el matrimonio únicamente y ya está.
Estamos hablando de que testimonios clarísimos de testigos que no tenían por qué mentir ni nada acudieron al juicio y además con pruebas y evidencias de que decían la verdad y fueron descartados mientras que otro tipo de testigos que no entraban en conflicto con la versión oficial fueron aceptados con muchísimo gusto. Pero eso es una auténtica prevaricación.
Inclusive hubo informes contradictorios en el caso de las cuerdas con las que ataron a la cría. ¿Qué clase de informes pueden contradecirse si estamos hablando de pruebas periciales? O es la misma cuerda la que se encontró en la casa de los padres o no lo es, pero eso en cualquier laboratorio de mala muerte te lo pueden decir. Y no hubo manera de que se aclararan con el tema, pero definitivamente impusieron la versión que a ellos les favorecía más para cerrar el caso cuanto antes con los culpables que les parecían más interesantes a ellos.
El juicio fue un cachondeo y la instrucción también
Como dice Mark Guscin, esto no significa para nada que no sea culpables estos dos, pero definitivamente el juicio fue un cachondeo y la instrucción también. En este caso queda clarísimo que pretender que dos personas tienen que ser culpables por encima de todo no solamente perjudica a la víctima, que no tiene la reparación lógica que supone castigar a los verdaderos culpables y con pruebas contundentes. También se consigue que en este caso haya terceras personas que han pasado completamente por encima del caso y nunca fueron ni siquiera acusadas o por lo menos no en público.
El hecho absolutamente surrealista de que se moviera el cadáver según unos testigos, que encontraron en primer lugar a la niña, en el breve tiempo que pasó entre que se encontraron el cuerpo tirado en la senda forestal y regresaron con el coche para ver si todavía estaba viva. Estos hombres venían de un club de alterne y conducían bajo los efectos del alcohol y sin carnet y se asustaron bastante al ver un cuerpo ahí tirado en medio de una senda forestal, más que nada porque temían las consecuencias de su imprudente conducción. Pero regresaron al cabo de unos pocos minutos porque su conciencia les impedía abandonar a una niña que podía estar viva todavía.
En ese cortísimo periodo de tiempo ellos afirman que el cadáver fue movido
Sin embargo, en ese cortísimo periodo de tiempo ellos afirman que el cadáver fue movido, lo cual tuvo que ser realizado a la fuerza por esas terceras personas de las que estamos hablando aquí todo el tiempo y que a lo mejor fueron las mismas que llevaron el cadáver hasta ese lugar. ¿Tal vez lo movieron para que se encontrase mejor y acabar cuanto antes con esa situación? La propia Guardia Civil afirma en su primer informe que el cuerpo de Asunta Basterra estaba tirado de tal forma que era fácil de ver a la luz de la luna y en un sitio con buena visibilidad, luego el objetivo de los que la depositaron allí con todo el cuidado del mundo era efectivamente eso: que el cadáver se encontrase cuanto antes. Cosa que se consiguió gracias a estos espontáneos irresponsables que aparecieron por allí.
Por el otro lado, el testimonio de un paisano de la zona que vivía justo al lado del lugar donde fue depositado el cuerpo fue rechazado por ser muy vehemente, pero, como luego se demostró, sus huellas estaban justo al lado del cuerpo y tuvo que haber visto a la niña por narices al pasar por allí en un paseo nocturno junto a su mujer. ¿Será que a alguien importante no le interesaba que el cuerpo fuera descubierto fuera del tiempo determinado y siempre forzando que los padres pudieran ser los autores?
Denuncia que sería retirada de forma extraña y testimonios elegidos por el tribunal
También está el Expediente X de un paisano de Santiago de Compostela que va a informar a la Guardia Civil de que ha visto a la niña junto a su padre paseando por la calle sin ningún género de dudas. Denuncia que más tarde sería retirada de forma extraña, pues nadie va a una comisaría a decir todo eso si luego afirma que no estaba seguro de lo que vio. Como explica Mark Guscin:
El testigo firmó la denuncia, pero al día siguiente retiró la denuncia y dijo que había visto a otra niña muy diferente a Asunta. Y digo yo: ¿por qué fuiste a la Policía, entonces? El abogado de la defensa afirmaba que este hombre cambió de opinión porque trabajaba para el hermano del juez instructor, que era el que estaba controlando todo, y lo que se saliera de la versión que ya tenían montada desde el principio lo descartaban.
También hizo lo mismo con los informes de luminosidad de la Guardia Civil, ya que según los guardias el cuerpo fue colocado para que se descubriera cuanto antes (bajo la luna llena) por el primero que pasara por allí. Y el juez descartó todo eso igual que hizo con el testimonio del paisano que pasó por la senda y dijo que ahí no podía estar el cuerpo porque se hubiera topado de bruces con él (pasó a 60 cms del mismo).
Estos testimonios desechados contrastan mucho con el de una compañera de clase de Asunta que la reconoció también, pero es que ese testimonio encajaba en la cronología oficial que se quería imponer a toda costa durante el procedimiento y por tanto fue aceptado porque era muy contundente. Tan contundente como el testimonio de pobre paisano que afirmó que él no pudo ver a la niña y entonces no pudo estar al lado de donde él pisaba en la senda forestal a la hora en que la Justicia dice que la cría ya tenía que estar allí. Es decir: admiten los testimonios y pruebas que les van bien por encima de los que desechan porque les van mal. Una auténtica prevaricación todo el tiempo.
La supuesta contaminación del preservativo en cuanto al “hombre del semen”
Se intentó adjudicar el semen recogido en la ropa de la niña, cuando apareció muerta en esa senda forestal, a un colombiano residente en Madrid que había sido acusado de violación. Este hombre alegó que precisamente la utilización de un preservativo, el cual aún conservaba en la papelera, le exoneraba de toda posible sospecha, puesto que los violadores no suelen tomar esas medidas preventivas. Este episodio inexplicable, ya que el colombiano no tenía relación alguna ni con Asunta ni con Galicia y vivía en Madrid, donde por otra parte disponía de una buena coartada, quedó en una posible contaminación del laboratorio de la Guardia Civil. Un extremo que Mark Guscin pone muy en duda, dadas las circunstancias específicas del tema.
Y luego hay frases completamente fuera de lugar por parte del juez, como cuando afirmó que esta prueba que estaba en controversia no era correcta por contaminación del laboratorio y que él sabía que esto era así porque sabía más del caso que la Guardia Civil. ¿Qué clase de afirmación es ésa por parte de un juez? Se supone que en un juicio tienes que ser claro y contundente y máxime si eres el presidente de la Sala o el instructor. Se supone que el plenario de las pruebas, que es el juicio, es el lugar y el momento en que éstas deben ser explicadas y demostrar su magnificencia y eficacia. Pero en este caso, como en los demás, esta supuesta contaminación del preservativo en cuanto al “hombre del semen” quedó como un enigma más, dentro de la larga serie de Expedientes X del caso de Asunta Basterra.
El tema no explicado de cómo drogaban a su propia hija
La culpabilidad de los padres está fuera de toda duda por el tema no explicado de cómo drogaban a su propia hija. El impresentable de Basterra decía en el juicio que algún día me gustaría sentarse con el juez a comentar cómo era posible que fuera culpable de un asesinato de su hija si no había ninguna prueba directa de eso. Y tiene razón. Pero, por otro lado, también te podría preguntar el juez o cualquiera por qué drogabas a tu hija y nunca lo explicaste.
Y también se le podría preguntar a tu mujer por qué no fue a la policía cuando supuestamente un extraño intentó asesinar a su hija en la cama. Y por qué la propia niña, Asunta, le comentó a sus amigas y a los padres de ella que su madre estaba intentando asesinarla. Estamos hablando de una niña de casi 13 años que no es ninguna tonta y que se está dando cuenta de que algo raro estaban haciendo sus padres. Y es que el extraño episodio del encapuchado que apareció en el cuarto de Asunta y trató de matarla nunca tuvo el más mínimo sentido. Está bastante claro que fue alguno de los dos padres el que trató en este primer intento de acabar con la niña, pero de alguna manera les faltó valor o la sangre fría que hace falta para hacer algo tan brutal o simplemente se asustaron porque la niña empezó a gritar.
Es a partir de ese momento que empiezan a drogar a la niña con un tranquilizante poderosísimo
Y es que es a partir de ese momento que empiezan a drogar a la niña con un tranquilizante poderosísimo que no dejarán de administrarle hasta que pocas semanas después acaben con su vida definitivamente. Eso es algo que está perfectamente demostrado por pruebas forenses y también por los testimonios y de muchas personas que vieron a la niña completamente KO. Y aquí es donde viene una de las grandes mentiras y más evidentes de los padres cuando respondieron a todo eso con que la estaban medicando por la alergia, algo que se demostró completamente falso.
¿Quién puede creer a unos padres que saben que su hija está completamente fuera de combate todo el día por las drogas que está tomando, y que ella misma decía en el colegio que se las estaban dando sus padres en forma de polvos blancos, y que al mismo tiempo te cuentan una mentira que luego ha sido completamente descartada por la ciencia? Asunta no estaba tomando ninguna medicación para la alergia y en cambio sí que estaba recibiendo unas dosis impresionantes de Lorazepam.
Ante este abuso de esa sustancia sólo queda pensar que le administraban este potente tranquilizante para poder matarla con mayor serenidad y sin resistencia. Pero también podría haber otro motivo aún más oscuro: el poder abusar de la niña sin llegar a penetrarla, pero sí dejando por todas partes rastros de semen que pertenecen al padre y que aparecieron en las paredes del cuarto de la cría y también en determinadas prendas de ropa.
La sospechosa muerte de los dos padres de la madre de Asunta Basterra
Toda esta campaña de intentar acabar con su vida coincide precisamente con otro de los hechos indiscutiblemente más comentados de todo el procedimiento: la sospechosa muerte de los dos padres de la madre de Asunta Basterra.
Es más que evidente que Rosario Porto no tenía un buen recuerdo de sus padres y que sentía un gran rencor hacia ellos que está justificado por las muchísimas obligaciones de todo tipo que le impusieron desde niña y que van más allá de lo que debería ser una paternidad sana. Prácticamente dirigieron su vida amorosa y académica y laboral hasta que fallecieron, lo que debió suponer un gran alivio para Rosario o quizás mucho más que eso. Esta mujer no olvidaba los muchos traumas que le habían causado unos padres abusivos que no la dejaban tomar ninguna decisión y que hasta la obligaron a dejar a un novio del que estaba enamorada y simplemente porque no tenía una preparación académica a la altura de su familia.
La liberación que supuso para Rosario la muerte de sus padres y también el haber empezado a trabajar en cosas que realmente le gustaban, dejando atrás el legado familiar laboral que nunca le entusiasmó y hasta iniciando una aventura sentimental con un dios del sexo que la tenía loca y completamente enamorada encaja bastante con presunto plan para librarse de unos padres que nunca la dejaron ser ella misma. Sin embargo, no todo eran pétalos de rosa en ese paraíso que empezó para ella después de que sus padres pasaron a mejor vida, ya que su amante le dejó muy claro desde el principio sin que iba a dejar nunca a su mujer y a sus hijos y eso la hacía bastante infeliz.
Rosario Porto se enamoró de un hombre imposible que nunca podría tener
Según Mark Guscin, Rosario Porto se enamoró de un hombre imposible que nunca podría tener más allá del tiempo de placer que pasaban juntos. Para este hombre, esta aventura esta aventura extramatrimonial era poco más que eso, momentos de diversión y sexo con una señora por la que no estaba dispuesto a dejar a su mujer embarazada. Ella sí estaba libre, por supuesto, ya que había dejado a su marido, el polémico Basterra, estando además muy convencida de esa decisión final.
Lo que sorprende del caso es que Rosario Porto le pagaba las prostitutas a su ex marido, una situación un poco surrealista qué tal vez tenga mucho que ver con lo que pasó con Asunta. Tengamos en cuenta que las propias prostitutas acudieron a la policía, al reconocerle en la prensa, para declarar que eran pagadas por este sujeto para vestirse de colegialas. Si unimos a esto las manchas de semen en el cuarto de Asunta que el ADN que se encontró de su ropa interior, todo ello perteneciente al tal Basterra, lo que llevaba a pensar que este personaje se había estado masturbando con su hija al lado y tocándola, si es que no hacía nada más. Esto explicaría el porqué la drogaban constantemente y hasta sería un móvil del crimen perfectamente plausible. Uno que tendría que ver con ocultar los abusos sexuales de este degenerado, que contaría con la complicidad necesaria de su esposa para todo. Inclusive se especula con la posibilidad de que acabasen juntos también con la vida de los padres de Rosario, los abuelos de Asunta, no mucho antes de que su adoptada de nieta fuera verdaderamente asesinada. Sin embargo, nunca hubo sospechas de que fueran muertes violentas o provocadas y por tanto tampoco hubo autopsia. El móvil para el asesinato podría ser, en este caso, una especie de venganza y liberación para Rosario Porto, quien había vivido siempre subordinada a esa voluntad férrea y un poco caprichosa de esos padres.
De hecho, su aventura con un hombre casado demuestra que estaba rompiendo esas ataduras paternas de una forma bastante radical y tal vez fuera de las pocas cosas que había hecho en la vida voluntariamente y con toda la pasión del mundo. En todo caso, llama la atención la subordinación total de esta mujer a su ex marido. No tiene mucho sentido esa forma de actuar si no aceptamos que Rosario es en el fondo una mujer débil e influenciable que siempre ha dependido de sus padres para que tomen decisiones por ella, lo que no quiere decir que no fuera muy inteligente e independiente en otras esferas de su vida.
Alfonso consigue de ella los fondos económicos que no es capaz de generar por sí mismo
Y luego está la extraña relación que mantiene con Alfonso Basterra en la cual son interdependientes entre sí. Por un lado, Rosario Porto se muestra frágil y dependiente emocionalmente de un Alfonso Basterra que le soluciona la vida en el tema de la niña y en otras cuestiones, aunque no por ello Rosario le complace en dejar de verse con su amante en ningún momento.
Por otro lado, Alfonso consigue de ella los fondos económicos que no es capaz de generar por sí mismo en su mediocre carrera de periodista y tal vez también consigue amarrarla de alguna forma, también en el sentido sexual o sentimental. En el caso es que eran un matrimonio completamente absurdo y de hecho ya estaban separados, pero la muerte de los abuelos de Asunta puso de manifiesto que la niña no era ningún capricho de los padres ni tampoco el fruto del amor de ellos, que más bien parece que los abuelos querían tener una nieta a toda costa y después de fallecer ellos queda Asunta un tanto abandonada a su suerte. Unos intensos meses en los que se trama su muerte, seguramente porque la cría conocía algún secreto inconfesable de sus padres.
Como comprenderás, no me gusta nada pasar al lado de la habitación de tu madre
¿Podía ser ese secreto el posible asesinato de los abuelos de Asunta por parte de una hija que no soportaba más esa presión parental y con la ayuda de un Alfonso Basterra que parece conocer el hecho cuando dice esas misteriosas palabras en conversaciones que fueron grabadas por la policía?
Como comprenderás, no me gusta nada pasar al lado de la habitación de tu madre.
Así le dijo a ex mujer en una conversación grabada en la cual se reprochan mutuamente cosas que les ponen nerviosos. Por ejemplo, cuando Rosario le dice a Alfonso que por tu mente calenturienta vamos a tener muchos problemas.
Es evidente que calenturiento tiene mucho que ver con connotaciones sexuales, lo que nos lleva a la reflexión que nos hacíamos hace un momento: ¿estaba Alfonso drogando a la niña para abusar de ella y se vio descubierto en algún momento? Después de haber matado a sus suegros para complacer a su mujer y heredar los dos beneficios económicos importantes, cabe pensar que Rosario Porto podría estar haciendo la vista gorda tanto el abuso sexual contra su hija se refiere. Una tesis que vendría reforzada por la más que presunta financiación, por parte de Rosario, de las actividades puteriles de su ex marido, que fue reconocido inmediatamente por las chicas que trabajaban en un prostíbulo de Santiago de Compostela como uno de los mayores pervertidos de toda la región.
Al señor Alfonso Basterra le gustaba que las señoritas se vistieran de chicas colegialas
Y es que al señor Alfonso Basterra le gustaba que las señoritas se vistieran de chicas colegialas y también contenido erótico que como mínimo le señalaba como un auténtico depravado con gustos verdaderamente inconfesables. Y eso que su ordenador desapareció por un tiempo y luego volvió a aparecer en una maniobra que recuerda demasiado al caso de Mario Biondo. Como siempre en este caso, desde la misma desaparición de la niña, una manipulación detrás de otra es la norma general.
A Mark Guscin, Rosario Porto siempre le negó esa financiación de los vicios puteriles de su marido, pero la verdad es una posibilidad que tiene bastante sentido porque este señor no tenía ni dónde caerse muerto y sin embargo podía permitirse unos servicios especiales de depravado en prostíbulos que no están al alcance de cualquier currante. Y además Rosario no quisiera ni oír hablar de relaciones sexuales con una persona de la que ya estaba hasta el gorro en casi todos los aspectos que tienen que ver con la vida de una pareja enamorada y que simplemente le dijera a este tipo que tomase un poco de dinero y se fuera a hacer lo que quisiera con otra mujer o con una prostituta.
Y volvemos a lo mismo: todo esto aclararía un posible entendimiento que es más que marital entre dos personas separadas, pero que se necesitan para seguir adelante con una vida que no pueden sostener sin la ayuda del otro. Lo que está claro es que ambos cerraron muy bien filas en un entendimiento mutuo en el que se sabían cogidos por sus partes a la vez que cogiendo con firmeza las correspondientes partes de su ex. ¿Se ayudaron también para matar a los abuelos de Asunta y después también para borrar todo posible rastro y librarse también de una niña que, además, ya tenían prácticamente abandonada desde hacía meses?
Una maniobra planeada con el objetivo de darle silencio total a la persona que más débil aparecía
Este acuerdo para matar a unos ancianos con dinero y poder quedarse con la pasta es otra gran coincidencia con la novela de Diez negritos de Agatha Christie, ya que los criados que aparecen en la historia son acusados de un crimen similar o más bien idéntico. Y al verse desenmascarados en público, la señora Rodgers entra en pánico y prácticamente confiesa delante de todo el mundo que en verdad mataron a su antigua señora para quedarse con el dinero de ella.
También es otro paralelismo total que alguien invitase a Rosario a cumplir su propósito de quitarse de en medio con el cinturón de la bata que le dejaron, después de permitir que la interna de confianza que la acompañaba en todo momento saliera a desayunar sola. ¡Enhorabuena a las autoridades penitenciarias por su eficaz protocolo anti-suicidios! ¿O se trató de una maniobra planeada con el objetivo de darle silencio total a la persona involucrada que más débil aparecía y que podía contarlo todo en cualquier momento? ¿Se hizo adrede esta operación para que Rosario dejase de suponer una amenaza para esas posibles terceras personas que, más que estar al servicio de ella, parecen tener poder incluso dentro del recinto de la cárcel?
El plan de seguir adelante con la ejecución de la cría se aceleraba más cuanto más fracasaban
Mucha gente se ha preguntado si sería posible que se hubiera librado de ella por las bravas porque ya no querían ser padres, pero eso no tiene sentido. Rosario Porto era una mujer de muchísimo dinero después de haber heredado de sus padres la fortuna familiar al completo, lo que también descarta el móvil de que se quisiera quedar con una herencia que le iban a dar sus padres de todas maneras a ella y no a la nieta. Con todo ese dinero, Rosario podía haber pagado los mejores internados y campamentos de verano y haber vivido esa vida de ensueño que quería junto a su amante, pero no se trataba de librarse de la niña en ese sentido.
Probablemente, se trataba de librarse de la niña porque ella sabía que esos dos tarados se habían cargado a sus abuelos y también tendría sospechas más que razonables de que estaba siendo abusada por su padre. Además de todo esto, está la redundancia de que también sabía que la querían matar a ella misma, por lo que el plan de seguir adelante con la ejecución final de la cría se aceleraba más cuanto más fracasaban en sus intentos previos y podía saltar la liebre en cualquier momento.
¿Te imaginas que Asunta hubiera dado con la persona correcta para denunciar todo esto y se hubiera plantado junto la comisaría para denunciar a sus padres por todas estas cosas a la vez? En ese caso, y tanto Rosario como Alfonso lo sabían, el escándalo sería tan grande que ni con todo el dinero y los contactos de la hija del cónsul de Francia podrían evitar la cárcel para ambos y una cárcel de por vida. Por eso se decidieron a darle silencio total a la niña: porque lo que ella sabía les comprometía de forma penal. No hay otra explicación y por eso no habrá ninguna otra explicación nunca, ya que el padre superviviente jamás confesaría delitos que le mantendrían en prisión por mucho más tiempo y acabarían del todo con su poca credibilidad social, incluso frente a su todavía crédulo padre.
Terceras personas a las que han encubierto todo este tiempo y que se han ido hasta hoy de rositas
Un pacto de silencio que la propia Rosario se llevó a la tumba, sin atreverse a decir la verdad comprometedora ni siquiera con un pie en el otro mundo ni a contar, siquiera alguna pista, en una cobarde última nota de suicidio (y desde luego que le contó nada de esto a Mark Guscin).
Rosario quiso evitar la cárcel a toda costa y cárcel tuvo. Una mujer desesperada y sin rumbo que lo fió todo a un juicio supremo en la otra vida, aunque no creo que tuviera esa esperanza, pero definitivamente esperemos que sea un juicio más justo que el que tuvieron aquí. Por su parte, su pasota y completamente frío exmarido sabe muy bien que ese silencio juega en su favor y seguramente también a favor de las terceras personas a las que han encubierto todo este tiempo y que se han ido hasta hoy de rositas.