Si algo nos ha enseñado nuestra experiencia como enterradores en Cantabria, después de acompañar a tantas familias en sus momentos más duros, ha sido valorar mucho la vida y, sobre todo, la importancia de gestionar el inevitable duelo. Pero, ¿qué es el duelo? ¿Cómo se puede manejar una situación que nos causa tanto dolor y cuándo termina este proceso? En Multiservicios Osma queremos transmitiros un poco de nuestra experiencia, en este complicado asunto, que tiene su manera de ser vivido y tratado.
¿Estamos preparados para el duelo?
Una de las desventajas que podemos advertir en nuestro servicio, como enterradores en Santander y la provincia, es que nuestra sociedad no nos prepara para estas situaciones tan difíciles. Porque vivimos en una comunidad a veces frívola, que da la espalda a muchas cosas esenciales de la vida por considerarlas desagradables. Sin embargo, hay que aclarar que el duelo no tiene nada de malo, pues se trata de la respuesta normal y sana de una persona ante una pérdida o separación.
Las razones más importantes que provocan duelo son las que afectan a la salud, propia o de un ser querido, a una separación sentimental que se rompe, o a otros cambios importantes en nuestra forma de vida. Y sobre todas las demás, una de las principales razones es la separación más definitiva y desgarradora en la vida de una persona: el fallecimiento de un ser querido, para el cual no siempre estamos preparados.
¿Qué es lo que voy a vivir durante el duelo?
No hay una respuesta única frente a esta situación, pues depende de un gran número de factores, muchos de los cuales no podemos controlar. Uno de ellos es lo inevitable de la enfermedad, o del fenómeno de la muerte en sí, pues no hay mucho que podamos hacer al respecto. Y entonces, uno siente impotencia y rabia, ante esta situación injusta y que no nos merecemos. Una mezcla de sentimientos que pueden incluir ira, ansiedad, confusión, negación de la realidad, reproche, depresión, miedos varios, sentimiento de culpa, soledad y otros.
Inclusive, se puede llegar a sentir culpabilidad por no sufrir una pena especial, o ser incapaz de manifestarla, pero esto también es normal. Cada proceso de duelo es distinto en cada persona, así como su forma de manifestarlo. En otro apartado hablaremos de los síntomas físicos que podemos notar, porque la mente y el cuerpo son uno solo, y esto se nota de manera especial cuando pasamos un proceso de duelo.
Nuestra experiencia como sepultureros en Cantabria respecto al duelo
A lo largo de nuestra experiencia funeraria en Cantabria hemos comprobado que, como tantas otras cosas, el duelo aquí es particular, por los factores socioculturales de nuestra tierra. Porque hay un gran problema, en la sobriedad del carácter del Norte, a la hora de gestionar las emociones. De hablar de nuestros sentimientos. Por ejemplo, parece que aún nos choca un poco ver a un hombre llorar, pero el duelo es una situación normal. Que va con cada tipo de persona y sociedad.
Y nuestro trabajo diario como sepultureros en Santander nos ha aportado esto: el conocer muy bien el carácter de nuestros paisanos, su forma de enfrentarse a este difícil trago del duelo, en el cual queremos aportar nuestra ayuda como profesionales, pero ante todo como personas, que entendemos lo que estás pasando en ese amargo momento.
¿Cómo actuar ante el duelo?
El entierro de un ser querido es el primer paso que tendremos que afrontar, un paso para el cual nunca estaremos del todo preparados. Por esto es muy importante no acumular estrés innecesario, ni malas sensaciones, en los primeros momentos tras el fallecimiento de una persona. Y para ayudarte en esa primera fase del duelo, nuestra funeraria en Santander cuenta con personal formado y unas cuidadas instalaciones. Todo pensado para que estas primeras horas y este primer trámite, en la despedida de un ser querido, transcurran de la mejor manera posible.
Si necesitas organizar un funeral en Cantabria, o en cualquiera otro lugar, nosotros nos encargaremos de todo por ti. Pero hay que pensar que después del velatorio y la ceremonia, donde es bueno que nos veamos acompañados, el duelo seguirá aún un tiempo con nosotros. Y es bueno que no lo pasemos solos, aunque el duelo tiene un gran componente personal, que debemos resolver nosotros mismos. Eso sí, sin aislarnos de los demás, pues esto sólo conduciría a un mayor sentimiento de soledad.
La nostalgia es revivir lo bueno que hemos conocido
Y es que hay que prepararse para un proceso a veces largo, pero que conviene pasar de la mejor manera posible. Sabiendo que está ahí. Y es un tiempo de emociones fuertes, sin duda triste, pero que forma parte inevitable de la vida. Y no tenemos que sentirnos culpables por nada, inclusive por cerrar una página importante de nuestra vida. Porque tampoco se trata de cerrar nada, sino de vivir ese amor de otra manera. Y para ello es aconsejable no bloquear nuestra mente y alma, por ejemplo, ante un recuerdo que sobreviene, y que a veces nos puede hacer sonreír y llorar a un tiempo.
Esto es la nostalgia, que suele acompañar de manera especial al duelo, pero tampoco tiene nada de malo. Muy al contrario, si lo piensas, la nostalgia consiste en revivir lo bueno que hemos pasado. Saborear ese amor y ese momento, una emoción que no quedó del todo atrás, porque siempre podemos recuperarla con nuestro pensamiento. Y aunque no lo queramos hacer, muy a menudo, nuestra mente y alma se recrean en esos momentos, incluso en nuestros sueños. Porque a las personas nos lleva un tiempo de adaptación esta separación, que es la muerte, y esto es el duelo al final: acostumbrarnos a una ausencia inevitable y que duele.
¿Cómo afrontar el duelo? Nuestra experiencia como enterradores en Cantabria
En XXX, hemos querido hacer nuestro el lema, precisamente, por nuestra experiencia acompañando a tantas familias en su dolor. Y es por nuestra larga labor como enterradores en Cantabria que conocemos, de primera mano, lo que es un duelo en todas sus vertientes. Inclusive a nivel físico.
Los síntomas físicos del duelo
Porque el duelo desemboca en sensaciones a nivel físico, como el llanto, pero también en otros síntomas como mareos, hiperventilación, taquicardia, náuseas, cansancio inexplicable, dolor de cabeza, malestar general, opresión en el pecho, cambios de peso y otros. También podemos experimentar hiperactividad, irritabilidad o agresividad incontrolada, pérdida de energía e interés por nuestras cosas, inquietud y hasta problemas de insomnio. Pero todo esto también es normal en el duelo.
Igual que también es lógico acudir a nuestro médico, para tratar estos síntomas y aliviarlos. Y si lo considera oportuno, o no nos encontramos mejor, derivarnos al psiquiatra para una revisión más profunda. Porque esto tampoco tiene nada de raro o alarmante: igual que necesitamos al dermatólogo, para cuidar de nuestra piel, el psiquiatra se puede ocupar de que nuestro duelo sea llevadero. De que no suframos más de lo necesario, si es preciso, con la ayuda de medicación, pero que sólo un especialista nos puede recetar.
¿Cuáles son las partes de un duelo y cuándo termina?
El duelo a veces se describe como un proceso de cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Y no hay unos plazos fijos para cada parte. Si el duelo es profundo, uno puede empezar a sentirse mejor en mes y medio o dos meses, pero el proceso podría alargarse entre medio año y 4 años. Y nuestra recuperación puede empezar a pasar con pequeñas mejorías. Al principio, por ejemplo, puede sernos más sencillo levantarnos por la mañana. O podemos notar más energía, que se materializa en más ganas de trabajar y hacer cosas. De reorganizar nuestra vida y rutina, después de esta separación definitiva.
Y es bueno que, en el primer y más duro paso, que es la despedida física de nuestro ser querido, nos veamos acompañados en todo por nuestros amigos, pero también que alguien se ocupe de lo inmediato: el tanatorio, la organización de la ceremonia y del entierro, etc.
Para nosotros, en nuestra trayectoria como enterradores en Santander, y toda la región de Cantabria, nuestra realización profesional y personal es que todo transcurra como es debido. Y es muy gratificante el cariño y reconocimiento de nuestros clientes, por un servicio bien hecho, pues valoran mucho que hemos estado presentes en un momento muy difícil para ellos. Esas horas primeras de duelo que a veces son de shock, en que estamos montados en una nube de emociones, y en todo duelo es necesario pasar las etapas de la mejor manera posible.
En un duelo es normal sentir altibajos
Y es muy probable que vivamos algún que otro altibajo, con mejorías y empeoramientos salteados, pero de nuevo hablamos de cosas normales. El proceso de duelo es irregular, muchas veces con aparentes pasos hacia atrás, pero lo importante es ir avanzando poco a poco en nuestro bienestar. En un duelo bien llevado, a sabiendas de que es un proceso que tarde o temprano terminará, normalmente, en un estado de pena latente que nos resulte llevadero. Soportable. Y que nos deja rehacer nuestra vida sin renunciar a esa emoción de amor, de apego por esa persona que ya no está. Una emoción de nostalgia que no tiene por qué abandonarnos nunca.
También es habitual revivir sentimientos de dolor en ciertas fechas: cumpleaños, aniversarios, Navidad, vacaciones, etc. Por nuestra propia vocación como enterradores en Cantabria, por ejemplo, conocemos la importancia de los aniversarios de los fallecimientos. Y también podemos sufrir “recaídas”, en nuestro estado de ánimo, cuando tenemos una mala o buena racha, en lo laboral o personal, y no tenemos a esa persona especial para compartir esto con él o ella. Muchas veces, estos altibajos o momentos de pena vendrán de improviso, sin una razón clara,pero así es el mundo de las emociones y debemos aceptarlo como tal.
Consejos para pasar mejor el duelo. Nuestra experiencia como enterradores en Cantabria
Vivimos en una sociedad que exige mucho de nosotros, cada día, y a menudo no tiene en cuenta que somos seres frágiles y delicados. Que podemos rompernos alguna vez, o tener un momento o tiempo de debilidad, en el cual necesitamos tomarnos un descanso de todo. Y la pregunta inevitable, que muchos clientes nos hacen, en nuestra funeraria en Santander: ¿qué debería hacer para pasar mejor el duelo?
Lo más importante es cuidarse
- Deja que el dolor exista y se manifieste. No deberíamos bloquear nuestro llanto, cuando nos viene, o incluso los episodios de enojo. Se trata de emociones que deben salir, pero de una manera que no nos haga daño. Una manera íntima. Y es muy bueno que podamos desahogarnos con una persona de confianza. El dolor es natural, es normal y por esto hablamos de duelo. Porque es un sentimiento que duele, sí, dado que es la respuesta a algo bello y que queremos, una emoción que no se ha perdido del todo, sino que se ha transformado en un recuerdo.
- Son importantes nuestras necesidades físicas. Más ahora de lo normal, por supuesto, pues estamos pasando un momento muy duro, y cuando el alma sufre también lo hace la mente y el cuerpo. Somos un todo y necesitamos descansar, dormir y comer bien, e incluso es saludable hacer un poco de ejercicio. El deporte es una de las vías más directas de depurar toxinas, pensamientos negativos y hasta preocupaciones.
- No te bloquees al expresar tus sentimientos. Habla con los demás sobre tus emociones. Busca una forma creativa de expresar tus sentimientos, incluso por la escritura. Escribe una carta a ese ser querido y cuéntale lo que te pasa, por ejemplo, lo mucho que le echas de menos.
- Vuelve, sin prisa, a tu rutina. La actividad diaria debería respetar nuestro duelo, pero también distraernos y ayudarnos a ocupar esas horas, a veces tan intensas y solitarias. Tómate tu tiempo.
- No tomes alcohol en exceso ni medicamentos no recetados. Aunque se diga lo contrario, el alcohol es una sustancia depresora que no arregla nada. Y mucho peores pueden ser los efectos de medicamentos que no te recete un médico.
- Retrasa las decisiones más importantes. Tener que decidir algo podría añadir aún más estrés a un momento tan complicado. Un ejemplo es el tema de las herencias, o los cambios de domicilio, tras la muerte de una persona. También las decisiones en el ámbito laboral. Retrasa todo lo que pueda esperar y exija, de ti, una concentración que ahora no tienes.
Y en las cosas que no pueden esperar, como es la despedida física del ser querido, confía este delicado asunto en manos de profesionales. Personas formadas en el manejo de esta situación, para que se puedan ocupar de todo. Y si necesitáis un servicio de enterradores en Cantabria y no sabéis a quién acudir, por ser una tarea cada vez más en desuso y, en especial, en el medio rural, no dudes en llamarnos sin compromiso. Estaremos encantados de ayudaros.
- Tómate un tiempo de relax. Para descansar e intentar pasarlo bien, lo mejor que se pueda, haciendo lo que más nos gusta. Y no hay que sentirse culpables por ello, pues si algo nos enseña esta experiencia es que debemos disfrutar el momento. De forma sana y ordenada, por supuesto, porque no se trata de añadir más estrés ni emociones negativas a nuestra vida. Se trata de descansar y desconectar.
- Busca ayuda si la necesitas. Muy importante. Los psiquiatras están para algo y tienen la capacidad de derivarnos a un psicólogo si lo estiman necesario. También es positivo buscar apoyo en las amistades de verdad, en tu familia o en un director espiritual de tu confianza.
¿Debo preocuparme en algún momento, durante mi duelo?
Ya tenemos claro que es normal sentirse triste, durante el duelo que supone una separación, pero se trata de un proceso que debería ser temporal. Que debería transformarse, poco a poco, en un dolor menguante, cada vez menos intenso, hasta convertirse en una situación cotidiana más de la vida. Una experiencia pasada, completamente normal y aceptada en nuestra rutina. Pero a veces pasa que el duelo puede alargarse, no superarse de forma deseable, lo que puede conducirnos a una depresión.
Pero los síntomas del duelo y de la depresión son bastante parecidos, por lo que no está de más buscar ayuda profesional. Para asegurarnos de que estamos bien y de que estaremos mejor.
¿Qué síntomas podría tener el paso del duelo a la depresión?
- No logramos restablecer nuestra vida normal.
- No se siente mejoría con el tiempo.
- Nos cuesta dormir o comer, correctamente, en un periodo a veces largo.
- Notamos dependencia de sustancias, para paliar nuestro dolor, como medicamentos, drogas o alcohol.
- Empezamos a tener pensamientos nocivos, como autolesionarnos o agredir a otros.
Si nota que tiene usted dificultades para el manejo del duelo, no se preocupe. Hay muchas alternativas para abordar mejor este proceso. Insistimos en que el duelo es un reto personal, sin duda de los más duros que puede plantearnos la vida, pero no es positivo pasarlo en soledad. Para eso está la familia, los amigos y la ayuda de los profesionales involucrados en el duelo y su manejo. Y en lo que pueda ayudarle nuestro servicio de sepultureros en Santander, con la vocación de acompañar que nos caracteriza, estamos para servirle.