Como vemos en la imagen de portada, en este artículo, la alta demanda de espacios para los turistas en determinadas épocas, que se une a lo que ya de por sí es una oferta limitada, está produciendo situaciones muy variopintas y que provocan disgusto entre los vecinos. Ahora mismo, obras de asfalto y hormigón en Santander, en la zona de Mataleñas, causan polémica entre los vecinos y en concreto los de la zona. El Ayuntamiento de Santander llevará a cabo la construcción de un aparcamiento para autocaravanas en la zona de Mataleñas a través de un contrato de concesión de obra pública, lo que significa que la gestión del área quedará en manos de una empresa privada. Este proyecto supondrá una transformación significativa en un espacio natural utilizado por la comunidad, sin que se hayan registrado procesos de participación ciudadana ni evaluaciones ambientales previas, a pesar de estar situado en una zona con gran valor paisajístico y ecológico, cerca del campo de golf y del sendero tradicional hacia la playa.
Según la documentación oficial, esta intervención implicará la desaparición de un camino vecinal frecuentemente usado por peatones, que será reemplazado por un espacio asfaltado, cerrado y destinado exclusivamente al tránsito y estacionamiento de autocaravanas.
El modelo de gestión elegido ha generado críticas por su carácter privatizador y la falta de transparencia durante el proceso administrativo. Aunque el proyecto cuenta con financiación europea proveniente de los fondos Next Generation EU —cuyo enfoque principal es la sostenibilidad, mientras que la mayor parte de la obra se centra en el asfaltado— no incluye mecanismos para el control ciudadano ni garantías sobre la gestión y mantenimiento futuros.
No siempre los parkings son deseados por los vecinos
De acuerdo con los pliegos administrativos, el contrato no sólo abarca la construcción, sino también la administración y explotación económica del aparcamiento durante un período determinado. La empresa adjudicataria tendrá la facultad de cobrar a los usuarios por el estacionamiento en un terreno público que hasta ahora era de libre acceso para la ciudadanía.

Esto implica que, a pesar del apoyo financiero europeo, el proyecto consolida un uso privado del espacio sin un beneficio directo para la comunidad ni supervisión institucional sobre el servicio. Además, el informe técnico no incluye medidas para la integración paisajística ni ofrece alternativas para mantener el tránsito peatonal.

Construir un parking requiere una combinación de análisis técnico, diseño detallado, cumplimiento normativo, construcción rigurosa y una gestión eficiente y sostenible. Cada etapa es imprescindible para asegurar que el proyecto no sólo satisfaga la demanda de estacionamiento, sino que también aporte valor a la comunidad y respete el entorno en el que se inserta.
En la imagen, una pequeña curiosidad: a alguien se le ocurrió hacer una casa en el árbol usando una caravana. Una auténtica locura.
Eliminación del paso peatonal
El informe técnico reconoce que el área tiene un “tránsito habitual de peatones” y está cerca de zonas residenciales del barrio de Cueto. Sin embargo, el diseño previsto no preserva ni adapta este uso, optando por pavimentar y cerrar el acceso para destinarlo exclusivamente a vehículos y autocaravanas, aunque desde el Ayuntamiento aseguran que habrá alguna forma de compensación.
La reorganización del espacio responde únicamente a criterios funcionales del aparcamiento, priorizando plazas, servicios y accesos para vehículos, sin prever caminos peatonales, áreas sombreadas o zonas de estancia pública.

La construcción de un parking, ya sea para vehículos particulares, autocaravanas o vehículos comerciales, es un proyecto complejo que requiere una planificación cuidadosa y una ejecución técnica rigurosa. Desde el inicio, es fundamental realizar un análisis detallado del terreno y del entorno para determinar la viabilidad del proyecto y garantizar que el espacio construido cumpla con las necesidades de los usuarios y con las normativas vigentes.
Sin informes ambientales ni participación ciudadana
En la documentación disponible no se incluyen:
Estudios de impacto ambiental, ni ordinarios ni simplificados.
Análisis sobre el efecto en el paisaje, la biodiversidad o el impacto acústico y visual.
Procesos de información pública o mecanismos de participación vecinal.
Tampoco se ha informado ni consultado a colectivos vecinales o ambientales, situación que ha provocado la protesta de la Comisión para la Defensa de Mataleñas, que ha convocado concentraciones para el sábado 16 y el lunes siguiente.
Las movilizaciones están previstas para el sábado 16 de agosto de 2025 a las 12:00 horas, en la entrada del Paseo de Mataleñas.
El proceso de construir un parking en Cantabria
El proceso de construir un parking en Cantabria tiene que contar con varias fases importantes, ya sin contar con la burocracia. En primer lugar, es imprescindible llevar a cabo un estudio preliminar del terreno. Esto incluye la topografía, las características del suelo, el drenaje natural y la estabilidad geológica. Además, se deben considerar las dimensiones y la ubicación, asegurando que el parking esté bien comunicado con las vías principales y que su diseño facilite un flujo adecuado de vehículos y peatones. En zonas urbanas, la integración del parking con el entorno es clave para evitar impactos negativos en la movilidad y el paisaje.
Paralelamente, se deben analizar las normativas urbanísticas y de construcción aplicables. Esto incluye permisos municipales, regulaciones de uso del suelo, requisitos de accesibilidad, normas de seguridad contra incendios y estándares ambientales. El respeto a estas regulaciones asegura que el proyecto sea legal y sostenible, y evita futuros problemas legales o técnicos. En muchos casos, también se exige realizar estudios de impacto ambiental, especialmente si el parking se ubica en áreas sensibles o naturales.
Una vez realizada la planificación inicial, es fundamental diseñar el parking de manera funcional y eficiente. Esto implica decidir el tipo de aparcamiento (en superficie, subterráneo o en estructura), la capacidad necesaria, la distribución de las plazas y los accesos. En el diseño se deben contemplar aspectos como la anchura de los espacios, la señalización interna, la iluminación, la ventilación (especialmente en parkings cerrados) y la seguridad tanto para vehículos como para peatones. También es recomendable prever zonas de carga y descarga, accesos para personas con movilidad reducida y áreas verdes o espacios de estancia, si el espacio lo permite.
En la fase de proyecto, los ingenieros y arquitectos elaboran planos detallados que incluyen el diseño arquitectónico, las instalaciones eléctricas y de iluminación, el sistema de drenaje y evacuación de aguas pluviales, y los sistemas de seguridad contra incendios. Además, se deben planificar los sistemas de control de acceso y pago, que en la actualidad suelen incluir tecnologías digitales y automatizadas para facilitar la gestión y la experiencia de usuario.
Antes de iniciar la construcción, es necesario preparar el terreno, lo que puede implicar trabajos de desmonte, nivelación y compactación del suelo, además de la instalación de drenajes para evitar acumulaciones de agua que puedan deteriorar la infraestructura. Dependiendo del tipo de parking, puede requerirse cimentación profunda, especialmente en construcciones subterráneas o con varias plantas. El proceso constructivo debe cumplir con estrictos controles de calidad para garantizar la durabilidad y seguridad del parking.
En la imagen vemos los asentamientos desiguales de unos bloques de viviendas en Nueva Montaña.

Durante la ejecución, se llevan a cabo trabajos de pavimentación, instalación de bordillos, señalización horizontal y vertical, alumbrado y sistemas eléctricos. En el caso de parkings cerrados o subterráneos, se construyen rampas, muros de contención y sistemas de ventilación forzada para mantener la calidad del aire. Además, se instalan cámaras de seguridad, sistemas de detección de incendios y alarmas. La coordinación entre diferentes equipos técnicos es crucial para que la obra avance sin contratiempos y dentro del presupuesto.
Una vez finalizada la construcción, se realiza una inspección exhaustiva para verificar que todo se ha ejecutado conforme al proyecto y a la normativa vigente. Es habitual que se realicen pruebas de carga, revisiones de los sistemas eléctricos y de seguridad, y se verifique el correcto funcionamiento de los accesos y sistemas de pago. Solo después de estas comprobaciones se puede abrir el parking al público.
Además de la construcción física, la gestión del parking es un aspecto vital que puede determinar el éxito o fracaso del proyecto. Esto incluye la administración diaria, el mantenimiento periódico para conservar las condiciones óptimas, la atención al cliente y la gestión financiera. Un sistema eficiente de cobro, la limpieza constante y la rápida atención a incidencias son factores fundamentales para asegurar la satisfacción de los usuarios.
Y en un contexto actual cada vez más orientado hacia la sostenibilidad, se deben considerar prácticas que minimicen el impacto ambiental del parking. Esto puede incluir el uso de materiales reciclables, la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos, sistemas de iluminación LED de bajo consumo, y la incorporación de zonas verdes para mejorar la estética y la absorción de agua de lluvia. También es importante promover la accesibilidad para todos y la seguridad en todo momento.