
En Puente Arce, justo en una de sus calles más transitadas donde la vida cotidiana fluye entre saludos y pasos tranquilos, se encuentra La Tienda de Don Pedro, un establecimiento que con el paso de los años se ha convertido en un punto de referencia para vecinos y visitantes. No se trata sólo de una tienda de ultramarinos, sino de un lugar cargado de cercanía, tradición y confianza, donde cada producto y cada gesto recuerdan el valor de lo auténtico. Desde primera hora de la mañana, la puerta permanece abierta para recibir a quienes buscan calidad sin renunciar a un trato amable y cercano.
Uno de los rincones más apreciados dentro de la tienda es su carnicería, atendida con esmero y conocimiento. La carne, siempre fresca, procede de proveedores locales que garantizan un producto de primera. Allí, Don Pedro y su equipo no se limitan únicamente a despachar; orientan, aconsejan y recomiendan los mejores cortes según las necesidades de cada cliente. Ya sea para una comida familiar, una barbacoa especial o el menú diario, en la carnicería siempre se encuentra justo lo necesario, con la seguridad de que la calidad está garantizada.
A pocos pasos de la carnicería se extiende una sección colorida y llena de aroma: el espacio de frutas y hortalizas. Cada día se reponen cajas con productos frescos, muchos de ellos procedentes de huertas cercanas. Tomates maduros al punto, manzanas brillantes, lechugas frescas, zanahorias crujientes y un largo etcétera llenan los estantes con colores vivos y fragancias que evocan la tierra. Allí, cada pieza se elige con cuidado, priorizando siempre la frescura y el sabor natural, ese que tanto se aprecia en la cocina casera de toda la vida.
Pero La Tienda de Don Pedro no se limita solo a carne y verduras. En sus estanterías se puede encontrar todo tipo de productos de primera necesidad: pan del día, lácteos, conservas, legumbres, especias, productos de limpieza y artículos básicos que facilitan la vida diaria. Es el tipo de comercio donde el cliente entra sabiendo que encontrará lo que busca, y si por casualidad no está en ese momento, Don Pedro se las ingenia para conseguirlo lo antes posible. Esa dedicación a cubrir las necesidades de quienes acuden es, precisamente, una de las razones por las que tantos habitantes de Puente Arce siguen eligiendo la tienda año tras año.
Otro rasgo que distingue a este ultramarinos es su trato familiar. No es raro que al cruzar la puerta uno sea recibido por nombre propio y con una sonrisa sincera. Las conversaciones fluyen entre consultas sobre recetas, recomendaciones de productos o simplemente el comentario del día. Para muchos vecinos, La Tienda de Don Pedro no es solo un lugar donde comprar, sino también un espacio de encuentro, donde se mantiene vivo ese espíritu de comunidad que ha ido desapareciendo en grandes superficies y establecimientos impersonales.
En un tiempo en el que todo parece avanzar hacia la prisa y lo impersonal, La Tienda de Don Pedro representa justo lo contrario: la calma, la confianza y el valor de lo cercano. Con sus precios justos, su calidad cuidada y su atención amable, sigue siendo un pilar importante para el día a día en Puente Arce. Un lugar donde aún se compra como antes, con la certeza de que detrás del mostrador siempre hay alguien dispuesto a ayudar, recomendar y atender como si fueses de la familia.



























