El Parque de la Naturaleza de Cabárceno planea agregar una nueva especie, el licaón (o perro salvaje africano), a partir del próximo año. Con este propósito, se proyecta la construcción de dos nuevos edificios en el recinto, aunque esta obra no será inmediata, ya que se espera que esté lista para la primavera de 2025. Actualmente, la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha puesto a disposición del público el expediente de solicitud de autorización para el nuevo edificio y patio de manejo de licaones. Estos mamíferos carnívoros, pertenecientes a la familia de los cánidos y originarios de África, habitan en la sabana. Las intervenciones planificadas en Cabárceno, administrado por la Consejería de Turismo a través de Cantur, incluyen la construcción de un edificio principal para alojar a los animales y un patio de manejo, así como otro edificio secundario para el personal y el acceso al recinto.
Se estima que el presupuesto para la licitación de estas obras sea de 180.000 euros, y se espera que la construcción demore aproximadamente cuatro meses, según información proporcionada por la empresa pública a esta agencia. El área de cuidado estará situada al norte del parque, junto al área de papiones, y su objetivo final es la introducción de una nueva especie en el Parque de la Naturaleza.
Los licaones, también conocidos como perros salvajes africanos o perros pintados africanos, son cazadores incansables y depredadores de larga distancia que exhiben un estilo de caza único conocido como depredación exhaustiva. A diferencia de otras especies de cánidos que dependen de la fuerza, la velocidad o el sigilo, los licaones atrapan a sus presas persiguiéndolas hasta la completa extenuación. Este método de caza altamente efectivo les ha ganado el título de mejores cazadores del reino animal, con un impresionante éxito del 90% en sus cacerías.
Además de su excepcional habilidad para la caza, los licaones poseen características anatómicas únicas que los hacen especialmente adecuados para la persecución de presas a larga distancia. A diferencia de la mayoría de los cánidos, que tienen cinco dedos en sus patas delanteras, los licaones tienen solo cuatro dígitos completamente formados. Esta tetradactilia parcial les permite alcanzar una mayor velocidad y tener una zancada más larga, lo que facilita la persecución de sus presas. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista PeerJ reveló que los licaones no son completamente tetradáctilos, como se pensaba anteriormente. Se descubrió un pequeño dedo vestigial en las extremidades delanteras de estos animales, lo que representa una nueva comprensión de su anatomía. Este hallazgo inesperado proporciona información valiosa sobre cómo se han adaptado los licaones para la caza, incluyendo la reconfiguración de músculos y ligamentos asociados. Además, los investigadores identificaron otras adaptaciones musculares en las extremidades delanteras de los licaones que contribuyen a su capacidad para la carrera de resistencia de larga distancia. Estas adaptaciones incluyen músculos rotadores de la muñeca reducidos y ligamentos gruesos que proporcionan estabilidad adicional a la muñeca y el antebrazo durante la locomoción.