Alquilar barcas sin titulación en Santander es posible y es muy seguro. Nunca ha pasado nada grave y las incidencias son mínimas y raras, pese a que pudiera parecer que es demasiado complicado llevar una barca de cualquier tipo sin tener formación o experiencia previas: ni mucho menos.
Si atendemos las instrucciones de nuestro personal, que no son difíciles de comprender y aplicar, pasaremos una experiencia divertida y segura al 100% de la que todo el mundo vuelve encantado. Éstas son un poco las precauciones e indicaciones que debéis tener en cuenta en el barco en todo momento como usuarios y que nosotros siempre os explicamos y recordamos antes de cada salida.
La ruta recomendada y casi «obligada», para evitar problemas, es bordear la costa de Santander dejando la ciudad a babor (izquierda) mientras nos dirigimos a dos posibles vías de exploración: salir de la bahía hacia el islote de Mouro, por ejemplo, si el tiempo lo permite, o bordear el arenal del Puntal hacia Pedreña y Somo y la Ría de Cubas. En este segundo caso, será obligado pasar por la canal que delimitan las boyas rojas y verdes si no queremos tener potenciales problemas con los bajos de arena de esta zona. También es recomendable comprobar que la marea está alta antes de empezar esta excursión.
Está terminantemente prohibido cruzar la Bahía de lado a lado sin bordear la costa, ya que podemos chocar contra los páramos de arena que emergen del agua en paralelo a la costa.
Sobre la seguridad de las barcas sin licencia en Santander
Lo más importante es entender muy bien las normas de seguridad a bordo, pues mientras estamos pilotando el barco somos responsables de todo lo que pase con él.
Ante cualquier imprevisto grave debemos llamar cuanto antes a Salvamento Marítimo. Si el imprevisto no es tan grave y puede esperar podemos llamar a Miguel o a Salvador.
Nunca nos bañamos en torno al motor en marcha y en general no nos vayamos en torno al motor por si acaso el piloto no nos ve y enciende la hélice.
No sacamos brazos ni piernas por fuera del barco y menos para hacer maniobras, incluso en el ataque, por el riesgo de que se quiebren debido al impulso del barco y su peso: no nos fiamos de que el barco vaya despacio porque la inercia que puede tener el casco y el movimiento del agua convierte en el peso de la barco en una masa con mucha fuerza e inercia. Ni siquiera cuando el barco está parado es inofensivo, ya que si no ponemos cuidado podemos sufrir algún percance si nuestras extremidades se encuentran comprometidas entre el casco y el muelle u otro barco y demás objetos.
Sí es posible agarrar el barco contiguo o cualquier elemento del muelle por encima del mismo y siempre que tengamos la posibilidad de soltarlo en cualquier momento, ya que si lo hacemos de manera incorrecta podemos vernos atrapados y se pueden quebrar nuestros brazos.
Para alejar los objetos tenemos los remos, que son de gran utilidad para los tripulantes que no están pilotando. Con ellos podremos alejar cualquier barco o elemento como el muelle mismo o una roca o lo que sea. Ningún propietario de un barco se va a enfadar porque toquemos su barco con la parte trasera del remo, que es de goma y está preparada para eso. Es mucho mejor tocar cualquier cosa con el remo que hacerlo con el barco, ya que los daños serán casi inevitables y especialmente cuando tengamos algún impacto con un motor y con la hélice.
Todo lo que podemos necesitar en una emergencia está en la caja roja, empezando por los chalecos salvavidas. Todo lo necesario lo tenemos ahí y es obligatorio tenerlo ahí. No se puede usar si no es para un motivo de emergencia.
Está terminantemente prohibido cruzar por el medio de la misma la bahía, debido a la existencia de páramos de arena que pueden asomar por encima del agua o muy poca profundidad y con los cuales podemos golpear. Además de todo, no tiene mucho sentido cruzar la bahía por ahí en ningún aspecto.
Es muy importante tener en cuenta que existe el riesgo de golpear el fondo del barco y el motor con el fondo marino si estamos pasando por una zona de poca profundidad. Por eso es importante que estemos todos atentos cuando vamos a bordo y ayudemos al piloto a ir por los sitios más seguros y a evitar colisiones y problemas. Si vemos que el fondo es muy poco profundo hay que tener una precaución muy fuerte con no pegar con el fondo y especialmente con el motor y especialmente con el motor en marcha. En algunos casos podremos subir el motor para evitar que golpee contra el fondo si ya estamos en una zona de poca profundidad.
Sobre la ruta a seguir con la barca de alquiler en Santander
Nosotros recomendamos dos posibles rutas que son las más seguras y vistosas y desde luego no nos hacemos responsables por cualquier percance que ocurra fuera de dichas rutas recomendadas.
Para empezar, apenas dejamos la zona de atraque y salimos por el canal de agua que nos comunica con la bahía, por debajo del puente verde, al final de dicho canal tenemos que tomar la dirección izquierda hacia lo que es el centro de Santander. Cualquier otra ruta no es recomendada para nada.
A partir de que llegamos al Palacio de la Magdalena o antes podemos ir hacia el faro de Mouro saliendo de la bahía un poco si vemos que el mar está bien.
Otra posible ruta es seguir por el puntal hacia la zona de Somo o Pedreña y por ahí, pero siempre teniendo en cuenta que aquí sí debemos pasar entre las boyas verde y roja y extremar las precauciones para evitar golpes con el fondo marino, que aquí aflora demasiado.
Lo más seguro es estar siempre dentro de la bahía porque hay mucho tráfico de barcos y el oleaje siempre es menor.
Evitemos las zonas con mayor tránsito de barcos para evitar colisiones debido a nuestra posible inexperiencia.
Como regla general, pasamos por fuera de las boyas verde y roja cuando las veamos (salvo cuando vayamos por Pedreña-Somo, para evitar los bajos de arena), porque esta canal delimitada es una ruta de tránsito para los grandes buques, pero por fuera tendremos calado suficiente. Las bollas amarillas son de peligro y no hay que cruzarlas.
Dos imágenes del puerto: un cormorán pescando entre las barcas y una gaviota que acaba de pescar y es perseguida por otra.
Con respecto a otros barcos y a los bañistas
Debemos evitar en lo posible cualquier acercamiento a cualquier objeto o las personas que se están bañando, en especial, ya que cualquier impacto puede producir daños serios en gente y barcos.
Los barcos los evitamos yendo hacia nuestra derecha por lo general mientras los otros pilotos van a hacer lo mismo con los suyos. Evitamos las zonas con bañistas por encima de todo.
Lo mejor es mantener un derrotero que nos permita evitar con tiempo suficiente cualquier peligro.
Tenemos la ventaja de que somos seguramente de los más novatos que haya navegando por la bahía, por lo que los demás van a saber hacer las cosas mejor que nosotros y eso va a sernos de gran ayuda. También es verdad que la gente en el mar se ayuda más que en tierra y en especial cuando ven que somos inexpertos. Todos hemos sido inexpertos al principio en todo.
Todos colaboramos con el patrón o piloto en la navegación, inclusive oteando posibles peligros en la distancia: barcos y cualquier objeto o roca o elemento de la costa que pueda suponer un riesgo. También estamos atentos a los fondos y muy especialmente cuando estamos en una zona de posibles aguas superficiales donde sea posible golpear el barco con el fondo.
Está completamente prohibido y muy penado con multas de hasta 12.000 € el cruzarse en el tránsito de un barco de gran tamaño como pueda ser un ferry y barcos mercantes. Ante la duda, es mejor no pasar por delante de ellos ni siquiera a una distancia prudencial.
Sobre la forma de anclar o amarrarse con las barcas sin licencia en Santander
En algún momento puede ser que nos interese estar un poco tranquilos, con el barco parado, y hay varias formas de hacerlo.
Una es amarrarse con el cabo que tenemos en la escotilla de proa donde también está el ancla.
Otra es echar el ancla, que siempre se hace con el barco en marcha y dejando unos cuatro palmos de margen una vez que hayamos tocado ya el fondo con el ancla. En ese momento echamos marcha atrás un poquito y nos atrancamos. Para desanclarse es preciso ir un poco hacia adelante con el barco y ya está.
Intentemos echar el ancla en las zonas que tienen arena y que no son demasiado profundas por si se pierde el ancla.
También podemos quedarnos un poco a la deriva si queremos, en una zona donde no haya mucho tránsito de barcos ni sea posible golpear otros objetos o la costa. Y siempre atentos a que pueda venir cualquier barco y sea preciso movernos.
Instrucciones para el regreso y atraque de barcas sin licencia en Santander
Desatracar y atracar el barco puede ser lo más difícil de todo, igual que para un piloto de caza puede resultar lo más complicado el despegar o aterrizar en un portaaviones. Por lo tanto, para esas maniobras vamos a contar con la ayuda de un marinero de la empresa que nos va a recibir a la llegada igual que va a ayudarnos en la salida.
Si tenemos previsto llegar antes de la hora pactada es obligatorio avisar a nuestra persona del contacto que nos ha recibido, al menos, media hora antes de reaparecer por la zona de ataque en el Barrio Pesquero. Se agradece muchísimo cualquier antelación en este sentido, ya que ayuda a nuestro personal a organizarse mejor y poder estar a tiempo para echaros una mano y evitar que tengáis que esperar, incluso, para salir del pantalán.
Asimismo, se agradece muchísimo cualquier comunicación de cualquier contingencia que podáis tener a bordo para echaros una mano el paliar los problemas o solucionarlos cuanto antes.