La doctora Diana López Gordillo, especialista en medicina estética y maxilofacial en Torrelavega, Cantabria, nos previene sobre los riesgos que supone la práctica de este tipo de tratamientos estéticos sin la supervisión intervención de un médico especialista en esta área.
Ya no sólo se trata de un intrusismo desde fuera de la profesión médica, sino que también existe una constante intrusión profesional en esta rama de la medicina estética por parte de médicos que no son especialistas y que pueden encontrarse con situaciones y complicaciones que no van a poder resolver igual que nosotros. Por eso se le está pidiendo al Ministerio de Sanidad que reconozca la medicina estética como una especialidad tipo MIR.
Tratamientos de Medicina estética en Cantabria
Hablábamos de los que ni siquiera son médicos y están haciendo tratamientos de Medicina estética en Cantabria y otros lugares. ¿Qué opináis los profesionales de todo eso?
Pues que hay que estar loco para ponerse en manos de personas no tiene ninguna cualificación sanitaria y que encima llevan a cabo sus intervenciones, para llamarlas de alguna manera, en sus propios domicilios y en sitios que no tienen ningún acondicionamiento. Es que no quiero ni imaginarme cómo estaba haciendo esa gente estas cosas tan delicadas en un domicilio ni mucho menos quiero ponerme en el lugar de los propios pacientes. Hace falta echarle valor.
¿Cuáles son los mayores riesgos que estás viendo en la práctica de Medicina estética en Cantabria?
Como médico tienes una visión más amplia que la que puede dar simplemente la práctica de la medicina estética o maxilofacial, ya que es nuestro compromiso servir al paciente en lo más importante que tiene y que es su salud. Por ejemplo, se puede contar que nuestra labor también pasa por detectar posibles casos de cáncer de boca o de lengua, ya que podemos identificar lesiones que antes eran muy propias de fumadores y del exceso también de alcohol o de la falta de limpieza e higiene bucodental. Hoy en día, el perfil de estos pacientes que detectamos y que derivamos rápidamente a los especialistas que les pueden ayudar ha cambiado y los orígenes de este tipo de cáncer van más en la línea del virus del papiloma humano. Porque es cierto que el sexo desprotegido y en concreto el sexo oral puede producir este virus del papiloma humano en la cavidad oral, dando lugar a los correspondientes casos de cáncer.
Lo que nos quieres decir es acudir a la consulta de un dentista o médico maxilofacial nos puede ayudar a detectar también este tipo de sintomatología del cáncer de boca.
Así es. Si nadie nos descubre esas posibles lesiones o síntomas en nuestra cavidad oral no vamos a ser capaces de ponernos en las manos de los profesionales que nos pueden salvar la vida si lo detectamos a tiempo. Todos sabemos lo que pasa con el cáncer cuando no se detecta en el tiempo en el que realmente se pueden hacer cosas y a veces resulta triste que por no tomar ciertas medidas mínimas o, incluso, por no llevar hábitos de vida saludables, que pueden incluir también los hábitos sexuales, podemos ponernos en riesgo de cosas graves. Y nosotros tenemos esta faceta de detección temprana de síntomas que pueden salvarnos la vida si alguien cualificado a los descubre a tiempo.
¿Crees que la gente está obsesionada con la imagen y la juventud en los últimos tiempos?
Creo que es evidente que para muchas personas hoy en día es una prioridad absoluta el tema de la belleza y el aparentar menos edad de la que tienen, pero creo que también es algo natural que siempre ha preocupado al ser humano. Y no tiene nada de malo que nos queramos ver mejor y más hermosos en el espejo o incluso corregir esas pequeñas imperfecciones que a lo mejor siempre hemos tenido o adquirido con el paso del tiempo en la vida. Y la medicina nos aporta esta posibilidad de mejorar y estar más cómodos con nuestra percepción de nosotros mismos. ¿Por qué no aprovechar las capacidades que la tecnología y la ciencia médica nos pueden ofrecer? Lo único que le pido a la gente es que sean conscientes de los riesgos que supone no ponerse en manos de auténticos profesionales, de médicos que incluso sean especialistas en medicina estética y maxilofacial.