Durante las labores de excavación para levantar un aparcamiento de hormigón en Madrid, subterráneo, en el distrito madrileño de Chamberí, un equipo de arqueólogos ha localizado restos óseos que, según las primeras valoraciones, pertenecerían al siglo XIX.
La intervención arqueológica, autorizada por la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y la Oficina del Español, se lleva a cabo en el número 8 de la calle Arapiles. En este punto está previsto construir un estacionamiento con cuatro plantas y capacidad para más de 130 vehículos.
Construcción de parkings de hormigón en Madrid

Parece un chiste de Lepe, pero es la realidad. Aparecen cientos de cadáveres en un cementerio. No es broma. Chamberí era por aquel entonces un territorio a extramuros de Madrid que apenas presentaba edificaciones. Fue por ello que se decidió que era el sitio idóneo para hacer un cementerio muy grande, fuera de la ciudad, como ya era normativo en tantos lugares de Europa para evitar las plagas tan mortíferas.
Los especialistas apuntan a que los huesos encontrados podrían proceder de una fosa común o de un osario vinculado al antiguo Cementerio General del Norte, que funcionó entre 1809 y 1884. Este tipo de estructuras no eran necesariamente el resultado de matanzas, sino que las fosas comunes eran habituales en los camposantos de la época como una solución al problema de espacio. Además de los restos humanos, se recuperaron tres monedas. Su deterioro impide por ahora leer inscripciones o identificar su origen, por lo que han sido enviadas a restauración con el fin de obtener más datos.
El Cementerio General del Norte
El origen de este cementerio se remonta a una orden de Carlos IV en 1804, cuando se impulsó la construcción de recintos funerarios fuera del casco urbano por motivos de higiene pública, abandonando así la costumbre de enterrar a los difuntos en el interior de las iglesias.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto Juan de Villanueva y se ubicó junto a la Puerta de Fuencarral, en un espacio delimitado hoy por las calles Magallanes, Arapiles, Fernando el Católico, Rodríguez San Pedro y la plaza del Conde del Valle de Suchil. Aunque las obras se retrasaron por la invasión francesa de 1808, el cementerio abrió finalmente en 1809.
Con el paso de los años, sufrió diversas ampliaciones, la última en 1834, debido a la epidemia de cólera. En 1869 se añadió un espacio destinado a entierros civiles. Sin embargo, el rápido crecimiento demográfico de Madrid hizo que pronto resultara insuficiente. Por ello, sociedades religiosas promovieron la construcción de una decena de cementerios adicionales, entre ellos el de San Ginés y San Luis, inaugurado en 1831 en las inmediaciones del General del Norte.
Clausura y desaparición del Cementerio General del Norte
El Cementerio General del Norte cesó oficialmente su actividad en 1884, aunque sus terrenos no fueron demolidos por completo hasta 1942. Los restos allí enterrados se trasladaron principalmente al Cementerio de la Almudena. Posteriormente, el solar pasó a manos del Obispado de Madrid-Alcalá, que lo vendió, y en su lugar se levantó la Estación General de Tranvías.
Este nuevo hallazgo arqueológico devuelve a la memoria el pasado funerario de Chamberí y la importancia histórica de unos terrenos que, durante más de un siglo, acogieron a miles de madrileños.
Construir un parking en Madrid

Construir un parking en Madrid requiere planificar y coordinar varios elementos fundamentales que garanticen su funcionalidad, seguridad y durabilidad. A continuación, se describen los principales:
1. Terreno y planificación del espacio:
El primer paso es disponer de un terreno adecuado, teniendo en cuenta su ubicación, accesibilidad y dimensiones. Es necesario realizar un estudio topográfico y de suelos para asegurar que el terreno pueda soportar el peso de los vehículos y las estructuras de pavimento o edificaciones que se requieran. La planificación del espacio incluye determinar el número de plazas, la circulación interna, los accesos y salidas, así como la ubicación de rampas, escaleras o ascensores en caso de un parking de varias plantas.
2. Pavimento y estructura de soporte:
El pavimento del parking debe ser resistente al tráfico constante de vehículos y a las condiciones climáticas. Esto implica elegir materiales adecuados, como hormigón armado, asfalto o losas prefabricadas para parkings elevados. En el caso de parkings de varias plantas, es necesario contar con una estructura de soporte sólida, que incluya columnas, vigas y losas capaces de soportar cargas distribuidas y concentradas, así como elementos de refuerzo antisísmico si el área es propensa a terremotos.
3. Señalización y demarcación:
La correcta señalización y demarcación es crucial para la seguridad y la eficiencia del parking. Esto incluye líneas de delimitación de plazas, flechas de circulación, pasos peatonales, señales de entrada y salida, zonas de carga y descarga, así como indicaciones para personas con movilidad reducida. La señalización vertical y horizontal ayuda a prevenir accidentes y a guiar a los conductores dentro del espacio.
4. Sistemas de seguridad y control de acceso:
Un parking debe contar con medidas de seguridad que protejan tanto a las personas como a los vehículos. Esto puede incluir cámaras de vigilancia, iluminación adecuada, extintores, sistemas de alarma, detectores de humo y sprinklers en caso de incendio. Además, los parkings públicos suelen requerir sistemas de control de acceso, como barreras automáticas, ticketing o sensores, que regulen la entrada y salida de vehículos.
5. Instalaciones complementarias:
Finalmente, los parkings requieren instalaciones adicionales para su correcto funcionamiento y confort de los usuarios. Esto puede incluir rampas y ascensores para facilitar la movilidad, zonas de carga para vehículos eléctricos, drenaje y sistemas de evacuación de aguas pluviales, ventilación en caso de parkings cerrados y mobiliario urbano como bancos o áreas peatonales. También es importante prever un mantenimiento regular de todas estas instalaciones para garantizar su operatividad y seguridad a largo plazo.