El transporte terrestre en Cantabria tiene, a grandes rasgos, dos vertientes importantes. Por un lado, siempre hemos sido una región muy industriosa, productora importadora e importadora de bienes y servicios, además de dotada con puertos tan importante es como el de Santander, Santoña, Castro, San Vicente de la Barquera, etc.
Por otro lado, el de los problemas, nuestra complicada orografía montañesa hace muy difíciles las comunicaciones por tierra, en especial con la meseta, lo que ha supuesto un desafío desde tiempos muy remotos.
Nuestra experiencia en la gestión de empresas de transporte en Cantabria
Las primeras comunicaciones de Cantabria las crearon los romanos
Las primeras comunicaciones de Cantabria las crearon los romanos, en su avance militar para dominar a las tribus tan feroces que vivían en nuestra región. Y las carreteras eran el único modo que ellos reconocían para poder avanzar rápido con su logística y aplastar al enemigo. Unas carreteras que se han seguido utilizando después durante milenios, pues no eran simples caminos con facilidad para inundarse o llenarse de baches. Hasta la llegada del ferrocarril, los carruajes eran la única opción para el transporte terrestre en Cantabria y en todas partes. Las famosas diligencias del Oeste existían también aquí y fueron difíciles de sustituir, hasta la llegada del camión, para llegar a ciertos sitios a donde el tren no llegaba.
La falta de comunicación ferroviaria con Bilbao ha impulsado el transporte terrestre en esta ruta
Nuestro territorio siempre fue muy pobre, desde el punto de vista agrario, hasta la llegada de los cultivos de América y los avances técnicos que permitieron un desarrollo espectacular de la ganadería. Sin embargo, de nuevo las comunicaciones han jugado un papel negativo en nuestro desarrollo económico en general, empezando porque no tuvimos un tren directo con Bilbao hasta prácticamente el siglo XX.
El crecimiento del sector del transporte terrestre en Cantabria
La llegada de los vehículos de motor trajo aparejado un nuevo impulso económico en las comunicaciones. Con un sector del transporte terrestre en Cantabria que ha ido creciendo y con hitos tan importantes como fue la creación en Santander de Gerposa, que llegó a ser la empresa de logística más importante de toda España. Pero ya mucho antes tuvo lugar un desarrollo especial del sector del transporte terrestre en Cantabria, parejo al crecimiento que supuso para la región el impulso del sector metalúrgico, lácteo y de la industria general.
Ya a principios del siglo XX resultaba más atractivo, para muchos jóvenes de la región, ser transportistas antes que ocuparse de sus propios negocios de toda la vida. Esto ocurrió, por ejemplo, con los dos hermanos de mi bisabuelo, Gerardo Cervera, que renunciaron al negocio paterno del taller metalúrgico familiar para colocarse como transportistas en una fábrica llamada Cirajes Français. Los salarios empezaron a ser realmente atractivos y a las empresas les compensaba muchísimo disponer de camiones y personal que supiera conducirlos.
Los camiones convertidos en armas de guerra en la Guerra Civil en Cantabria
Nuestra trágica Guerra Civil marcó un auténtico hito en el uso de los medios de transporte terrestres. No sólo los tanques empezaron a ser muy importantes, los primeros tanques de verdad, usados en combate con la forma que podemos observar hoy en día: también se dio toda la importancia del mundo a una logística terrestre que sólo podía ser transportada masivamente a lomos de camiones. Y aunque esto no significó la sustitución total de los mulos y otros animales de tracción, que siguieron siendo importantísimos, el tremendo peso de la maquinaria de guerra y las municiones hicieron obligado el protagonismo de los camiones. Y a falta de tanques, porque todo el material era muy escaso y, sobre todo, al principio del conflicto, se hicieron muy característicos los camiones blindados. Camiones de transporte normal a los que los milicianos convirtieron en tanquetas improvisadas, uno de ellos con una surrealista belleza estética art déco. Eran los llamados tiznaos o camiones tanqueta, sobre los cuales escribían mensajes de apoyo a sus camaradas de armas. Sin embargo, su utilidad en las batallas fue muy reducida por su escasa maniobrabilidad. Pero ahí quedan como testimonio de la pujanza industrial de las regiones de Asturias, Cantabria y Vizcaya, donde se hicieron icónicos.
El camión tanque que no pudo subir el escudo
Y también aquí tenemos una anécdota tragicómica: los obreros de Santander que habían blindado algunos camiones no tuvieron en cuenta el excesivo peso de esas protecciones en unos motores de escasa potencia, lo que repercutió en que no pudieran ascender el Puerto del Escudo y participar en las principales batallas de la región.
La Guerra Civil Española trajo aparejada una destrucción humana y material tremenda y los camiones también se llevaron su parte. Todo el parque automovilístico español y las comunicaciones quedó tocado y esto supuso un retroceso en nuestro crecimiento como país emergente. De hecho, mi abuelo cumplió su servicio militar en la posguerra arreglando camiones y otros vehículos. También había un gran racionamiento de materias primas, en especial de hidrocarburos, pero esto fue una época que luego dio lugar a otra de crecimiento exponencial del sector durante el desarrollismo. Y de esa época es Gerposa, un auténtico hito en la creación y desarrollo del tejido industrial y de comunicaciones de nuestra provincia.
El transportista de Gerposa que fue acusado de terrorismo
Tantísimos viajes por España y por el mundo han traído consigo también anécdotas, como la que ocurrió con un transportista de Gerposa hace muchos años. Un conductor de camión que tuvo un accidente muy grave, por casualidad, contra el coche que transportaba al fiscal general del Estado de Grecia. Un incidente sin víctimas, pero que pudo haber sido muy grave para el pobre conductor, quién tuvo que dar muchísimas explicaciones para demostrar que no era un terrorista. Y es que los camiones se han utilizado también, por desgracia, para cometer todo tipo de actos ilícitos y hasta de terrorismo.
La posesión del camión en Cantabria como impulso del desarrollo socioeconómico
La posesión del camión ha sido también un hito en el desarrollo socioeconómico de muchos profesionales humildes, que han visto en esta inversión la posibilidad de convertirse en pequeños empresarios de su sector. Es por ello que el director general de Gerposa insistía muchísimo a sus transportistas en que fueran propietarios de su medio principal de trabajo.
Cómprese un camión, fulanito, que es la mejor inversión que usted puede hacer y la va a rentabilizar pronto.
La importancia del transporte terrestre en la Cantabria rural
En efecto, sobre todo en medios rurales, la posesión de los camiones se ha convertido en una forma muy inmediata de promocionarse, laboral y socialmente. Prácticamente, ha sido la única manera de realizar inversiones en activos en zonas muy alejadas y difíciles de industrializar. Y también es la única manera de acercar, a las instalaciones industriales, unas materias primas que se encuentran a menudo en sitios de difícil acceso. Y nuestra región es uno de los mejores ejemplos, con canteras o explotaciones ganaderas o de pesca que están siempre a cierta distancia de sus mercados principales.
Apoyo a las pequeñas empresas del transporte en Cantabria
Ahora mismo, debido a los diferentes problemas que afectan al precio de los combustibles, tenemos por delante desafíos importantes como sector y como región. Problemas que son comunes al resto de España y de la Comunidad Económica Europea. Pero no hay mal que por bien no venga: nunca como hasta ahora se ha valorado tanto socialmente la labor callada de tantos transportistas anónimos que trabajan cada día por mover el mundo. Y es hora de apoyar a este sector tan estratégico, formado por profesionales muy sacrificados que se juegan la vida cada día y pasan muchas horas fuera de sus casas. Y queríamos considerar mucho más, en especial, a esas pequeñas empresas del transporte de Cantabria que son las principales víctimas de esta actual crisis de los carburantes.