En La Tejada, se puede admirar un amplio conjunto de habitaciones adornadas con suelos de mosaico y equipadas con un sistema de calefacción (hipocausto), que reflejan el lujo y la comodidad de esta región del Imperio durante un periodo que abarca desde los siglos I al V d.C.
El magnífico conjunto de mosaicos cuenta con elaboradas composiciones geométricas y figurativas, con temas que van desde lo mitológico hasta lo marino y lo alegórico. A esta riqueza decorativa se suma un complejo sistema de calefacción que incluye varios tipos de hipocaustos con pilares, arcos y galerías subterráneas.
La otra villa romana de Palencia
Aunque se ha referido a este lugar como una villa romana o una explotación agropecuaria del Bajo Imperio, las características de las estructuras y la gran extensión del yacimiento sugieren que podría tratarse también de las termas de un edificio relacionado con el alojamiento de viajeros en tránsito, por la cercana vía romana, que conectaba Burdigala (Burdeos) con Asturica Augusta (Astorga).
Sólo se ha excavado una parte del área total. Actualmente, los visitantes pueden explorar los restos de tres conjuntos de edificaciones diferentes:
Trece habitaciones dispuestas en un eje norte-sur, con muros de piedra caliza y ladrillos.
Un amplio pasillo porticado orientado de este a oeste, con habitaciones adicionales al norte y posiblemente áreas de almacenamiento.
Las estancias principales, que presentan pinturas murales con motivos geométricos, vegetales o imitaciones de mármoles.
Los mosaicos muestran tanto motivos geométricos como escenas figurativas, como el tema de Leda y el cisne, Océanos rodeado de delfines y otras especies marinas, así como escenas de Neptuno y Anfitrite y el Mosaico de los Peces.
La villa reabrirá al público este viernes después de haber permanecido cerrada durante unos meses para realizar intervenciones arqueológicas y de mantenimiento. Se han realizado trabajos de consolidación y limpieza en todo el conjunto arqueológico, incluyendo pavimentos y muros, abarcando aproximadamente 400 metros cuadrados de mosaicos.
Los trabajos comenzaron con una exhaustiva documentación del estado de conservación de los restos arqueológicos, seguido de un protocolo de actuación para limpieza y consolidación. Se han realizado pruebas en las teselas vítreas del mosaico de Leda, utilizando una resina intercambiadora de iones, con resultados muy positivos. Los mosaicos ahora están libres de polvo y suciedad.