Anoche llovía bastante y la gente que esperábamos el tren en el apeadero de Valdecilla, en Santander, nos refugiábamos debajo de los techos que cubren las escaleras y los tornos, pero el agua también entraba por ahí en bastante cantidad. Y es que el escaso mantenimiento de los tejados en Santander produce estas situaciones, debido al viento y a la fuerte lluvia, que en combinación atacan mucho este tipo de instalaciones.
Multiservicios Grupo Osma: mantenimiento de tejados en Santander
C/El puente N 13, 39232 San Martín de Elines, Cantabria
Mantenimiento de los tejados en Santander
El mantenimiento de los tejados en Santander es crucial debido a las condiciones climáticas de la región, que se caracteriza por alta humedad, lluvias frecuentes y vientos fuertes. Para asegurar que el tejado esté en buen estado y funcione correctamente, es necesario seguir ciertos pasos de mantenimiento regular.
Primero, es importante realizar inspecciones periódicas, al menos dos veces al año, preferiblemente antes y después de la temporada de lluvias. Durante estas inspecciones, hay que revisar si hay tejas rotas, desplazadas o faltantes, y verificar la integridad de las juntas y los sellados. Detectar y reparar estos problemas a tiempo puede prevenir daños mayores.
Otro aspecto esencial del mantenimiento es la limpieza de los canalones y bajantes en Santander, una localidad constantemente castigada por las inclemencias climáticas. Mantenerlos libres de hojas, ramas y otros desechos evita obstrucciones que puedan causar acumulaciones de agua y filtraciones que dañen la estructura del tejado.
Limpieza de pueblos en Cantabria: el caso de la suciedad en Santander
Y no solamente eso. También tenemos tramos enteros de la vía con un exceso de basura que no creo que sea bueno para el tránsito ferroviario. Botellas y envases de plástico y todo tipo de residuos ocupan las vías y en general toda la trinchera por la que pasa el tren, en especial entre Valdecilla y Cazoña. También el apeadero de Adarzo está lleno de basura por todas partes. Y en la curva de Cazoña hace ya mucho tiempo que las ramas sin podar de los árboles vecinos obstruyen el giro del tren, produciendo un ruido tremendo que asusta a los viajeros. En ese apeadero también ocurre a menudo que grupos de jóvenes se dedican a hacer botellones y a poner música y a bailar por allí como si fuera una discoteca, de tal forma el andén que pueden caerse ellos mismos a la vía o empujar a alguien sin querer. No parece que sea lógico permitir por más tiempo esta situación y desde nuestra visión como profesionales, especializados en la limpieza de pueblos en Cantabria y el mantenimiento integral, comprendemos el hartazgo de los ciudadanos.
La verdad es que todas estas cosas deberían ser revisadas por la autoridad competente, pues es preciso ponerle remedio cuanto antes a esta situación tercermundista. No es normal que en pleno siglo XXI estemos así, con un Santander que está más sucio que nunca. Y ni siquiera en las vías del tren y en los apeaderos podemos ver un mínimo de sentido común. Las propias estaciones abandonadas son auténticos depósitos de polvo y mugre y tal vez sería bueno darles algún uso a estas instalaciones, entre otras cosas para que no se deterioren más y para que haya un tránsito en las estaciones que facilite la seguridad de los viajeros. Porque los apederos y estaciones a menudo son rincones demasiado solitarios.