La reparación de cubiertas en Tudela, ya sea en edificios históricos o viviendas modernas, puede enfrentar diversos desafíos que complican el desarrollo de los trabajos y afectan tanto a la calidad de las intervenciones como a los plazos previstos. Tudela experimenta temperaturas extremas y precipitaciones estacionales que pueden interrumpir los trabajos de reparación. La lluvia, el viento y las heladas dificultan el manejo de materiales y prolongan los tiempos de ejecución. Estas condiciones también afectan la aplicación de productos como impermeabilizantes y selladores, cuya efectividad depende del clima adecuado. La conservación de cubiertas y fachadas preserva el valor estético y patrimonial de un edificio y también es esencial para prolongar su vida útil y garantizar la seguridad de quienes lo habitan o transitan cerca. Una labor conservadora que merece la pena si consideramos que este templo ha pasado por una larga historia desde sus tiempos como mezquita mayor, en la capital de los Banu Qasi, el linaje de caciques musulmanes de antes de la reconquista cristiana. A partir de entonces, fue importnate colegiata y catedral cristiana, por lo que este edificio resume una parte muy importante de nuestra historia navarra.
Empresa de reparación de cubiertas en Tudela
En el casco histórico de Tudela, las calles estrechas y la proximidad entre los edificios colindantes complican la instalación de andamios y grúas, necesarios para realizar reparaciones en altura. Además, la gestión del transporte de materiales en estas áreas puede generar retrasos o costes adicionales. Durante las reparaciones, es frecuente encontrar problemas no detectados inicialmente, como vigas podridas, tejas desplazadas o daños en la impermeabilización. Estos problemas pueden requerir ajustes en el presupuesto y los tiempos del proyecto. En edificios históricos, las normativas de conservación patrimonial restringen el tipo de intervenciones y materiales que pueden usarse. En el caso de la reparación de cubiertas de monumentos como lo es la Catedral de Tudela, es necesario emplear técnicas especializadas y materiales acordes con el valor histórico del inmueble, lo que puede aumentar significativamente los costes y la duración de las obras.
El deterioro acumulado por la falta de mantenimiento preventivo de las cubiertas suele complicar las reparaciones. Las filtraciones prolongadas, por ejemplo, pueden haber afectado no solo la cubierta, sino también las paredes y estructuras subyacentes, lo que requiere un abordaje más amplio y costoso. Las reparaciones de cubiertas suelen implicar inversiones importantes, especialmente si incluyen la sustitución completa de materiales o refuerzos estructurales. En muchos casos, las comunidades de vecinos o las instituciones propietarias enfrentan dificultades para cubrir los costes, lo que puede retrasar el inicio o la finalización de las obras. Y el uso de materiales de baja calidad o técnicas no especializadas puede comprometer la durabilidad de la reparación. Esto es especialmente crítico en Tudela, donde la exposición al clima extremo y las características arquitectónicas de ciertos edificios exigen soluciones específicas.
En zonas urbanas de Tudela, además, la presencia de cigüeñas, palomas y otras aves representa un problema recurrente para la conservación y la limpieza en general. Los nidos y excrementos complican las tareas de reparación y también pueden dañar los materiales recién instalados si no se implementan medidas de prevención adecuadas. Estas hermosas aves cada vez se quedan más tiempo entre nosotros debido a las temperaturas, cada vez más cálidas, incluso en los meses de invierno, así como por la abundancia de alimento que encuentran aquí, pero el problema es el peso excesivo de sus inmensos nidos. El Cabildo de la Catedral de Tudela advirtió en su día sobre el deterioro progresivo de los tejados, donde ya se habían contabilizado más de 200 nidos. Y la Catedral de Tudela, principal referente turístico de la ciudad, recibe diariamente la visita de numerosos turistas, atraídos por este imponente templo medieval construido en el siglo XII. Sin embargo, no sólo los viajeros acuden al lugar y se abrigan entre esas viejas piedras: las cigüeñas han convertido las cubiertas de la seo en su hogar permanente, generando problemas tanto para el edificio como para los viandantes.
La reparación de tejados en Tudela y el desafío del clima o la fauna
Recogemos aquí también las declaraciones de una empresa de restauración de tejados en Tudela sobre los factores que afectan a la integridad y conservación de las cubiertas y fachadas. Una empresa especializada en la restauración de tejados y fachadas que ha compartido con nosotros su visión sobre los principales factores que afectan a la integridad de estos elementos arquitectónicos. Según los expertos, las cubiertas y fachadas de edificios históricos y modernos enfrentan numerosos desafíos que, si no se abordan adecuadamente, pueden comprometer su estructura y estética.
El clima es uno de los principales enemigos de las cubiertas y fachadas. La exposición prolongada a lluvias, viento, heladas y cambios bruscos de temperatura puede deteriorar tejas, vigas y revestimientos. En Tudela, donde las temperaturas extremas son frecuentes, las dilataciones y contracciones de los materiales son una causa común de grietas y filtraciones por las que el agua se va introduciendo, a veces poco a poco, pero siempre con los daños correspondientes. Y la acumulación de agua por lluvias o nieve afecta directamente la estabilidad de los materiales, especialmente en cubiertas mal selladas o en fachadas con revestimientos porosos. La humedad también fomenta la aparición de moho y musgo, lo que acelera el deterioro y afecta tanto a la estética como a la salud estructural.
En entornos urbanos, como el centro histórico de Tudela, la contaminación y el depósito de partículas corrosivas pueden desgastar los materiales de las fachadas, provocando la pérdida de su textura y color originales. Y en edificios históricos altos y de gran volumen, como los de esta localidad histórica, las aves representan un problema significativo. Según esta empresa de mantenimiento de tejados en Tudela, Cubiertas Adán, las cigüeñas y otras especies pueden causar daños al construir nidos pesados o al acumular excrementos, que tienen propiedades corrosivas y afectan especialmente a las cubiertas. Y otro factor determinante es la falta de mantenimiento preventivo. Pequeñas fisuras, tejas desplazadas o sistemas de drenaje obstruidos pueden pasar desapercibidos hasta que generan problemas mayores. La empresa insiste en la importancia de realizar inspecciones periódicas para identificar y solucionar problemas a tiempo.
Factores que afectan a la conservación de cubiertas y fachadas en Tudela
Hay muchos factores que afectan a la conservación de cubiertas y fachadas en Tudela, según esta empresa, que son la clave para garantizar la durabilidad de estas estructuras:
La aplicación de materiales resistentes y de calidad.
La impermeabilización adecuada de las superficies, incluso por debajo de las mismas, lo que muchas veces no se lleva a cabo.
El uso de tecnologías modernas para el diagnóstico de problemas, como cámaras térmicas o drones.
La implementación de sistemas de protección contra aves en edificios afectados, siendo las cigüeñas un problema especialmente complicado en el caso del mantenimiento de tejados en Tudela.
Y de este último desafío queríamos hablar más aquí, pues no deja de ser curioso. En una reunión reciente de la Mesa de Patrimonio Monumental de Tudela, integrada por representantes del Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Tudela, el Cabildo de la Catedral y la asociación Amigos de la Catedral, entre otros, se abordó este problema de las cigüeñas con el objetivo de mitigar los efectos negativos de estas aves. Según los expertos, las cubiertas de la Catedral albergan más de 430 cigüeñas, distribuidas en más de 200 nidos, algunos de los cuales alcanzan un peso de hasta 4.500 kilos. Los nidos representan, por tanto, un riesgo de desprendimiento, poniendo en peligro a los viandantes. Además, las aves generan ruido, suciedad y un impacto significativo en la estructura de este monumento histórico-artístico, ya que las cubiertas y fachadas sufren muchísimo ante esta permanente erosión.
El deán del templo, Bibiano Esparza Tres, expresó su preocupación en su momento: “Es un problema tremendo y una lástima que esta Catedral, restaurada hace unos años, pueda deteriorarse rápidamente por esta situación”. Esparza confiaba en que las instituciones vinculadas al patrimonio se unan para buscar una solución urgente. Las cigüeñas encuentran su alimento principalmente en el vertedero de El Culebrete, los campos de arroz cercanos y localidades como Ejea de los Caballeros, donde también enfrentan problemas de superpoblación. Aunque históricamente estas aves migraban entre octubre y febrero, en los últimos años, muchas permanecen en Tudela debido a la abundancia de alimento. Durante la reunión aludida se destacó la alta capacidad reproductiva de las cigüeñas, que pueden tener crías durante 16 de sus 20 años de vida, con un promedio de cuatro huevos por pareja al año. Esto ha provocado un aumento exponencial de su población. Y entre las posibles soluciones discutidas se planteó instalar sistemas motorizados en las cubiertas de la Catedral, con varillas que emiten impulsos eléctricos y rotan 360 grados para ahuyentarlas. Sin embargo, la propuesta más destacada fue la creación de una zona de anidamiento cercana al río Ebro, para trasladar la población de cigüeñas fuera del casco urbano. Este problema nos recuerda la necesidad de actuar rápidamente para proteger el patrimonio histórico y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La restauración del claustro románico de la Catedral de Tudela
El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Cultura y Turismo, iniciará este año la primera fase de las obras de restauración del claustro románico de la Catedral de Tudela, centradas en la rehabilitación y mejora de la cubierta del recinto. El proyecto cuenta con un presupuesto inicial de 600.000 euros para el presente año, según informó el consejero de Cultura y Turismo, Juan Luis Sánchez de Muniain, durante una reciente visita al claustro. La Catedral de Tudela, con su valioso claustro románico y un conjunto de dependencias históricas, es uno de los monumentos más representativos de Navarra. El claustro fue previamente restaurado entre 1940 y 1960, mientras que las edificaciones situadas en los lados oriental y meridional recibieron intervenciones parciales en ese mismo periodo.
Los problemas de conservación del claustro y de las dependencias meridionales adyacentes han impulsado al Gobierno de Navarra a actuar de manera urgente. Se prevé una inversión total cercana a los 1,8 millones de euros, con la que se renovarán las cubiertas, se reparará el artesonado, se restaurarán capiteles y arquerías, y se realizarán mejoras en el sistema de iluminación, el jardín, los muros perimetrales y las carpinterías. La primera etapa del proyecto se centrará en restaurar las cubiertas del claustro, para solucionar las filtraciones actuales y mejorar la protección de los capiteles. Una vez completada esta fase inicial, se abordarán las intervenciones necesarias en los capiteles y otras áreas del claustro. Finalmente, se ejecutarán tareas complementarias para garantizar la conservación y el embellecimiento del conjunto. Este ambicioso proyecto refuerza el compromiso del Gobierno de Navarra con la preservación del patrimonio cultural, asegurando la continuidad de un espacio emblemático para futuras generaciones.
Las obras en las cubiertas del claustro de la Catedral de Tudela
Los trabajos de restauración del claustro de la Catedral de Tudela han comenzado con la preparación de la cubierta. Una intervención que busca solucionar las filtraciones que afectan a los capiteles y que forman parte de un proyecto global de conservación. Una empresa de Sangüesa fue la encargada de ejecutar esta primera fase, que contaba con un presupuesto de 630.459 euros. Como paso previo, técnicos estuvieron acondicionando el patio del claustro para la colocación de una grúa, indispensable para la restauración de los tejados. Se removió la tierra y también se encementó una zona para garantizar la estabilidad de los trabajos. Con motivo de estas obras, el Ayuntamiento de Tudela desvió el tránsito habitual por calles adyacentes, como Carnicerías y Herrerías.
El mal estado de las tejas y vigas de la cubierta ha provocado filtraciones que aceleran el deterioro de los capiteles del claustro. Esta intervención buscaba detener estas filtraciones, asegurando la conservación del espacio. La obra implicaba el cierre temporal del claustro al público, aunque aún se permite el acceso a un ala conectada con la Catedral. Las demás áreas permanecerán inhabilitadas debido a la acumulación de materiales y herramientas. Una fase de restauración de las cubiertas del claustro de la Catedral de Tudela que se prolongó durante ocho meses. Y una vez concluidos los trabajos en las cubiertas se emprendieron nuevas intervenciones para mejorar las condiciones generales del claustro:
Reparación del artesonado.
Restauración del jardín.
Ventilación del pavimento.
Limpieza y reparación de los muros perimetrales y carpinterías.
Instalación de un sistema de electricidad e iluminación.
La etapa final estaba dedicada al tratamiento y restauración de los capiteles, cuyo deterioro progresivo preocupaba a los responsables del proyecto. El coste total del plan de restauración ascendía a 1,8 millones de euros, consolidándose este espacio como uno de los patrimonios más valiosos de Navarra.
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