Aunque pueda parecerlo, esta canción no está dirigida de un hombre a una mujer; «ella» no es una persona, en realidad, sino una idea. Es la idea que todos tenemos acerca de la «persona ideal». Por eso, «ella» tiene varios cuerpos, rostros y nombres. Cada vez que nos enamoramos, lo hacemos buscando a «ella», nuestra idea de la mujer (o varón) ideal. La mayoría de las veces solo encontramos ciertos rasgos de «ella» en nuestras parejas; a veces, estos rasgos específicos no nos bastan para ser felices y es por eso que las relaciones terminan.
La letra lo dice todo. Gente va y viene, pero «ella» siempre está dentro de nuestras vidas, en lo más profundo de nuestras mentes, y a la vez tan fuera de nuestro alcance. Cada vez que volvemos a enamorarnos, sentimos que finalmente la hemos encontrado, pero esta vez con otro rostro, otro nombre y otro cuerpo.
Porque eso es lo que hacemos en todas nuestras vidas sentimentales: buscar a esa persona. A ella. Y aunque hayamos pasado por experiencias sentimentales terribles y nos hayamos dicho cosas como «nunca más me enamoraré», cada vez que conocemos a una nueva persona que nos gusta, inconscientemente, nos preguntamos de nuevo: ¿Y si esta vez fuera ella? Y entonces, inevitablemente, nos volvemos a enamorar.
Vuelvan a escuchar la canción y se darán cuenta de lo profunda que es.