Os adjuntamos aquí algunos apuntes de un libro que está por venir sobre la vida de Dúplex el León: el último superviviente del siglo XXI. Un gran campeón del boxeo y ahora del fitness y el culturismo natural, de lo que hablaremos bastante, pero ante todo un gran campeón de la vida. Un gran superviviente con una gran historia que contar.
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Prólogo por Miguel de Cervera
- Toda la verdad sobre mi cuerpo y mis éxitos: cero mentiras
- ¿Estamos en una sociedad obsesionada con el físico y las apariencias? El tema de los ciclos
- No tuve una infancia fácil, pero fue feliz
- Un país tan corrupto que no te dejan ni boxear
- La travesía del Ulises negro a través del Sáhara
- Enterramos a una compañera de viaje en el desierto
- Entrenando en el monte Gurugú con Francis Ngannou
- Todos mis sueños rotos: ya no puedo boxear más
- Mi nuevo desafío en el fitness
- Lo que uno tiene que aguantar como portero en la noche
- Las dos madres de mis hijos me denuncian
- El triunfo de la voluntad: si eres disciplinado, el éxito llega solo
Prólogo de Miguel de Cervera sobre la historia de Dúplex el León
Recuerdo perfectamente cuando conocí a Dúplex el León, hace ya tres años, después de que una amiga en común me insistiera en que le ayudase en algunos temas que le podían hacer falta. En esos momentos, la verdad, no tenía ni idea de la categoría de persona tan excelente que iba a conocer y de lo mucho que me iba a inspirar en tantos sentidos. Tengo que reconocer que haberle conocido ha sido una de las experiencias más inspiradoras de mi vida, pues nunca antes había conocido a un auténtico superviviente como él y a una persona con tantas cualidades humanas que además no son difíciles de ver, puesto que Dúplex es un auténtico libro abierto. Un hombre sin dobleces incapaz de engañar a nadie: lo que ves en él es lo que hay.
De todas estas cosas que se van a contar en este libro he sido testigo y puedo corroborarlas como periodista e investigador que soy, además de que se da la casualidad de que soy un atleta amateur que adoro el mundo del deporte y en concreto de las artes marciales y deportes de contacto. Por eso puedo comprender mejor que nadie el enorme sacrificio que significa para los campeones el enfrentarse con una dieta, con una rutina de entrenamientos y hasta con un oponente en un ring o tatami. También sé muy bien cómo un gran maestro puede influir para que cualquier deportista normalito como yo pueda hacer cosas que la gente normal que no tiene esas inspiraciones a lo mejor no se plantea siquiera. Como dice siempre Dúplex:
Para una persona que no va a competir en cualquier deporte y que simplemente quiere tener un mejor cuerpo, estar más fuerte o bajar de peso, la dificultad de conseguir esas metas es bajísima. No hay ningún problema. Por eso animo a todo el mundo a entrenar conmigo, a mejorar su fuerza de voluntad y ser ellos también unos leones. ¿A quién le gusta quedarse a medias? Espero que mi historia pueda inspirar a otras personas a conseguir sus sueños y dar lo mejor de ellos/as mismos/as. ¡Siempre a full!
No es fácil resumir en unas pocas páginas cómo ha sido la vida intensa y nada fácil de este auténtico luchador, pero vamos a intentarlo. En primer lugar, destacaría sus cualidades como ser humano muy fuerte y decidido y a la vez sensible, como si fuera una especie de niño encerrado en el cuerpo de un verdadero gladiador. Con una fuerza de voluntad increíble que le ha hecho superar los mayores problemas y obstáculos en la vida.
En los capítulos del índice, que iremos completando para terminar un libro para vosotros, creo que queda claro de qué va el libro de la vida de Dúplex: no es simplemente una historia de fitness, culturismo o dietética, aunque lógicamente esto tiene mucha importancia en la vida de Dúplex y también vamos a hablar de todo eso aquí para vosotros. Para que su historia sea una inspiración en el desafío diario de seguir las dietas y las rutinas de entrenamientos, así como adoptar los buenos hábitos de vida y el necesario descanso.
Ésta es la historia de un superviviente del siglo XXI. Una persona muy humilde que nació en un país tan corrupto que ni siquiera siendo un gran campeón que dan ninguna oportunidad de salir afuera y competir en las grandes ligas de un deporte. Pero eso no le detuvo en su camino y en su determinación de ser un auténtico campeón del boxeo, así que un día cogió su mochila y se largó, camino de Europa, en busca de una sola oportunidad de demostrar que él había nacido para triunfar en el ring.
Sus aventuras a través de miles de kilómetros de desiertos, selva y fronteras peligrosas son un testimonio de cómo la historia de Ulises no es ningún mito: ahí afuera hay miles de supervivientes anónimos a los que nadie conoce, pero cuyas historias tal vez merecería la pena sacar a la luz para que sirvan de inspiración a los demás. Y muchas veces no llegan a vivir para ver su sueño cumplido, como fue el caso de una chica que salió con Dúplex de Camerún y se quedó por el camino, enterrada en una tumba anónima en mitad del desierto. Una historia muy triste que nos tiene que hacer reflexionar y apreciar lo mucho o poco que tenemos.
Toda la verdad sobre mi cuerpo y mis éxitos: cero mentiras
Vamos a hablar ahora de un tema que es muy importante y sobre el cual me preguntáis muchísimo. Uno de los grandes problemas que tengo siempre es que la gente no se cree que mi físico es completamente natural. Yo prefiero tomarme con humor todo esto, pues sé que en realidad es un halago, en vez de enfadarme porque no me crean o desconfíen de mi palabra. La gran ventaja es que existen los controles antidoping y a mí me los hacen por duplicado. Precisamente porque ni siquiera en la Federación de Culturismo Natural han podido creerse en un principio que mi musculatura es natural y me he visto sometido a más controles que los demás. Por lo tanto, por favor, creo que es hora de rendirse a la evidencia y darse cuenta de que la genética y el entrenamiento y la fuerza de voluntad, en especial a la hora de comer, hacen posible que uno tenga el cuerpo que tiene él sin tomar nada raro ni nocivo.
Otra cosa es que haya sido capaz de quedar en primeras posiciones en campeonatos de culturismo no natural, a los que también me he presentado, pero si he logrado eso se debe a una genética y a una disciplina. No a que hagan las mismas cosas que otros culturistas a los que respeto y tengo en gran estima, pero cuyos métodos de musculación no comparto.
En este sentido, tengo una anécdota divertida: en uno de los campeonatos se me salió un testículo del tanga que llevamos y eso fue importante, aunque parezca increíble, para que en la Federación se creyesen realmente que yo no me dopaba. El propio médico que hacía los exámenes me lo dijo con estas palabras:
Te repetimos las pruebas para que quede clarísimo que no te has dopado, pero nosotros ya sabemos que tú no te dopas porque si fuera así tus testículos tendrían un tamaño menor porque no necesitarían producir testosterona. Y no es así.
Pero la gente sigue insistiendo en que me inyecto ciclos y cosas así. Y muchos de vosotros me preguntáis esto porque realmente es lógico que penséis que tomo ciclos y otras sustancias dopantes, os entiendo muy bien, aunque también me doy cuenta de que hay una minoría de gente que lo que siente es mucha envidia y frustración porque ellos no pueden conseguir las cosas que yo he logrado en la vida. Pero a esas personas también quiero decirles algo: intentad conseguir las cosas por vosotros mismos y poneros unos límites para vosotros mismos sin compararos tanto con los demás. Muchas veces pasa que hay gente que entrena muchísimo y come muy bien y hace todo perfecto y aun así no consiguen los resultados que yo he logrado, pero no pasa nada. Cada uno tenemos unos límites que nos marca el organismo y otras cosas, así que no hay que volvernos todos locos y querer tener un cuerpo perfecto que a lo mejor sólo existe en nuestra imaginación. No hay que obsesionarse con nada.
También hay gente que se piensa que yo sólo vivo de esto y que no tengo otras cosas que hacer y otras obligaciones, pero esto tampoco es verdad. Gracias a Dios tengo mucho trabajo y soy padre de cuatro criaturas a las que tengo que alimentar. En realidad, en el momento en que se ha escrito este libro tengo dos trabajos, uno de ellos en una fábrica y el otro como portero en una discoteca, así que no me digáis que tengo todo el tiempo del mundo porque no es cierto. Le dedico todo mi tiempo libre a entrenar y tengo que dormir todas las horas que necesita cualquier organismo para recuperarse y crecer: una vida desordenada no es compatible con el fitness y yo tengo la desventaja del trabajo a horas nocturnas, por lo que sólo a base de fuerza de voluntad conmigo ponerme al día con los entrenamientos y una dieta en condiciones.
¿Estamos en una sociedad obsesionada con el físico y las apariencias? El tema de los ciclos
Cuando uno nace en un país pobre lo valora todo más y yo voy a trabajar con alegría, contento de tener trabajo que hacer, porque he llegado a dormir en la calle cuando estaba en mi país. El secreto es probablemente la actitud con la que te enfrentas a la vida en cada pequeña cosa: si haces las cosas amargado o por envidia o pensando que es tu obligación, pero sin ningún optimismo y hasta con mala cara, te recomiendo que cambies tu actitud y busques otra forma de ver las cosas. También es lo que intento expresar con mis entrenamientos: intento contagiaros mi entusiasmo, mis ganas de vivir y de triunfar, porque a lo mejor he tenido una vida más dura que vosotros entonces aprecio más lo poco que tengo. Y os digo que lo poco que tenemos la mayoría de las personas, que no son muy ricos o que no tenemos todo lo que podríamos desear en la vida, en realidad puede valer millones.
En realidad, si estamos sanos, ya somos ricos. No necesitamos nada más: salud y comida es lo que más necesitamos para ser felices en primer lugar. Y si hacemos un poco de deporte seremos todavía más felices. Pensad, por ejemplo, en esa familia de Cantabria que tienen tanto dinero que usan hasta un avión propio, privado, pero que también tienen un hijo con unos problemas de salud incurables, que ni con toda su fortuna se pueden tratar. ¿Qué no darían esas personas por poder tener a su hijo en condiciones de salud mínimas? ¿Acaso alguien piensa que no darían todo su dinero para conseguir que su hijo pudiera vivir un poquito mejor? Realmente somos unos afortunados.
Y esto os lo dice uno que se ha quedado tuerto para siempre: la salud es lo primero y por supuesto que no merece la pena arriesgarla para nada, lo que quiero decir en especial a la gente que se dedica al culturismo no natural. De verdad que no es rentable comprometer nuestra salud por algo que al final es pasajero como ganar un campeonato o algo así.
El deporte y el comer sano para tener un físico sano y atrayente puede ser muy importante para una persona. Tener el mejor cuerpo posible es esencial para nuestra autoestima, en primer lugar, para estar saludables y sentirnos bien con nosotros mismos, dando también una imagen de buen ejemplo para los demás, pero a veces pienso que estamos perdiendo un poco la cabeza con estas cosas.
Por ejemplo: yo que soy un atleta y siempre lo he sido, primero con el boxeo y ahora con el fitness y el culturismo natural, al final del día os tengo que decir que hay cosas mucho más importantes que el físico en la vida. Por ejemplo, para mí, mis hijos y mi familia entera están antes que nada más, así como el amor a los amigos y el sentir que tienes que darlo todo por los demás antes que pensar en ti mismo. Cuando una cosa es más importante que todo eso se convierte en una obsesión y yo no quiero daros esa imagen falsa y negativa del fitness y del deporte o la alimentación. Todas estas cosas son importantes y positivas, incluso el culto al cuerpo, cuando son complementarias para conseguir un estilo de vida saludable y feliz, pero la vida es mucho más que tener un físico imponente que nos permita ligar más o sentirnos más seguros con nosotros mismos. Al final, la obsesión con estas cosas puede ser perjudicial para nuestra alma y nuestro propio cuerpo.
Fijaos, si no, en todas estas personas que ponen en riesgo su propia salud al tomar ciclos y sustancias dopantes y estas cosas. Yo he conocido muy bien ese mundo porque he estado en la competición toda la vida y, en el tema del fitness y el culturismo, estamos viviendo una auténtica locura. Pero es algo que está en toda la sociedad y también me gustaría aportar algo positivo en todo esto y decir que si no disfrutas con lo que estás haciendo no merece la pena obsesionarse. El deporte y el fitness y la alimentación están para hacernos sentir mejor y no para lo contrario.
Entrenando en el monte Gurugú con Francis Ngannou
Después de años de intentarlo, nuestro Ulises negro pudo llegar a España, cruzando la deseada frontera con un acompañante que es tan famoso como los golpes con los que derriba inconscientes a sus adversarios en los rings de la UFC: Francis Ngannou.
Yo tenía más técnica que él y le enseñé a boxear cuando estábamos en el monte Gurugú, frente a la valla de Melilla, pero él tenía una pegada incluso más fuerte que la mía. Un puñetazo de Ngannou y te mata.
Sin embargo, dos luchadores y amigos que tenían un camino en común hacia el éxito en los cuadriláteros se encontraron con suertes diversas al cruzar la valla por fin y pisar la tierra prometida de Europa: en un combate de prueba, hace años, a Dúplex le detectan un problema de salud incurable del que hablaremos más tarde, mientras que Ngannou se estableció Francia para triunfar en la lucha libre y ser deseado públicamente hasta por una de las hermanas Kardashian.
Todos mis sueños rotos: ya no puedo boxear más
Es otro de los momentos determinantes en la vida de Dúplex, tal vez el más triste de todos. ¿Te imaginas tener que renunciar a toda tu vida hasta ese momento, a tu futuro más soñado y amado, sin que haya ninguna solución visible para todo ese desconsuelo? Fue por su sueño de boxear y ser una gran leyenda del ring por lo que arriesgó su vida a través del desierto y pasó por grandes penalidades durante años, pero al final de ese camino se encontró con la mayor desgracia de su vida.
Sin embargo, la palabra rendición no existe en el diccionario de los grandes campeones como Dúplex. Un verdadero superviviente que fue capaz de reinventarse a sí mismo y seguir adelante con un nuevo plan de vida y una nueva misión: demostrar que su enorme fuerza de voluntad se puede plasmar en una nueva meta y un nuevo desafío. Y aquí está el Dúplex que muchos de vosotros habéis conocido, el cuerpo escultural inigualable que no se debe a ninguna otra cosa que a la alimentación, los entrenamientos y la suplementación natural. Los controles antidoping son la prueba incontestable, aunque a quien conozca a Dúplex sabe que es un hombre incapaz de mentir.
Lo que uno tiene que aguantar como portero en la noche
Uno de los trabajos a los que he tenido que dedicarme desde que llegué a España, aunque no me hace mucha gracia, es ser portero de discotecas. Y aunque la noche está para divertirse y está bien todo eso, al final, cuando uno está tan metido en este mundillo acabas muy cansado de ciertas situaciones que son lamentables y que son constantes. La gente suele ir pasada de todo a ciertas horas y lo pagan con los que trabajamos en esto de la noche y no sólo con los porteros: también con los camareros, las personas que vienen a bailar y otros trabajadores que no tienen la culpa de que haya gente que no sepa controlarse o que no tengan educación o valores.
Es muy importante que enseñamos a nuestros hijos a comportarse cuando salen de casa y especialmente en horas nocturnas, cuando los peligros acechan y el abuso de sustancias y la gentuza es uno de los mayores riesgos. Tienen que ser conscientes desde muy jóvenes de que no todo es divertido y no todo se puede hacer. El deporte y una vida sana y el respeto a los demás y a uno mismo es más importante y mejor que competir entre ellos saber quién se emborracha más o que droga más o ese es más irrespetuoso o violento. Y en el caso de las chicas también es muy importante que tomen todas las precauciones para que no les pase nada y especialmente cuando salen de fiesta.
Mucha gente se mete con los porteros porque somos los que decidimos quiénes entran o salen de las discotecas y de los eventos, pero lo que no mucha gente se pone a pensar es que la seguridad de todos está en nuestras manos. Porque dentro de los sitios de fiesta no está la policía para protegernos, sino nosotros, los profesionales de la seguridad privada, que tenemos todos los riesgos de una profesión peligrosa y casi ninguna protección por parte de nadie. La verdad es que estamos vendidos y muy poca gente se toma el esfuerzo de intentar comprendernos.
Piénsalo un poco: puede haber buenos y malos porteros, pero normalmente te van a dejar entrar si ellos creen que no vas a dar problemas y estás en condiciones de pasar a una zona de fiesta. Si los porteros dejasen entrar a todo el mundo, imagínate, ahí dentro sería la ley de la selva. Y siempre es mejor que no te dejen pasar o que te saquen del local, aunque a nadie le guste esa sensación, que tener que vivir otro tipo de experiencia más negativa. Por regla general, un buen portero tiene que estar para ayudar a la gente cuando está pasando solo bien en un sitio de fiesta. Para que la gente puede estar segura y tranquila en ese merecido momento de descanso que todos podemos disfrutar en algún momento.
Los porteros tenemos que aguantar muchas cosas.
No es agradable que si te acerque una persona borracha o drogada o en no sé qué estado y te empiece a insultar o desafiar o incluso vaya más lejos y empiece a hacer algún amago de agredirte. En esos momentos tienes que mantener una gran serenidad y avisarle a esa persona de que no quieres hacerle daño, porque lógicamente si le doy un puñetazo le voy a hacer muchísimo daño. Y probablemente yo pueda tener problemas, pero de momento él va a ir al hospital y eso sí que es un gran problema.
No siempre son los clientes los que montan espectáculos tristes en los garitos y se ponen violentos. Yo he tenido que ver una situación tan desgraciada como la agresión injustificada de una persona muy próxima al propietario de la discoteca en la que estaba trabajando contra una chica: por alguna razón absurda le pegó una patada en el culo a la chica y su novio quiso reaccionar a eso, lógicamente, y la verdad es que sentí mucha rabia contra semejante cobardía y abuso de poder. Te aseguro que si le hubieran hecho eso a mi novia hubiera pasado algo muy fuerte: ¿por qué algunas personas tienen que ser tan inhumanas y abusivas? Son situaciones que te van quemando poco a poco.
Otra vez hubo una chica que empezó a darle golpes a mi coche delante mío, para provocarme, y llegó a llamar a la policía para intentar denunciarme cuando yo no hice absolutamente nada. Pero ya sabemos todo lo que pasa en este país cuando eres hombre y recibes una denuncia por parte de una mujer, sea o no justificada: los problemas en los que te puedes meter son enormes y ahí están las denuncias de las madres de mis hijos, de las que hablaré más tarde.
Las dos madres de mis hijos me denuncian
La vida ha vuelto a sonreír a Dúplex con los éxitos que ha conseguido a lo largo de tantas demostraciones de fuerza de voluntad, realizadas con los músculos y con el estómago, pero ante todo con el espíritu y la cabeza de un atleta y luchador invencible. Y mucha gente acude a él en busca de ayuda para conseguir ellos también ese físico perfecto que tanto desean, hombres y mujeres de todas las edades que se ven atraídos por fotos que representan mucho más que una imagen y una musculatura: esa verdadera fuerza de un campeón y la alegría natural de quien sabe disfrutar la vida y transmite todo eso a los demás.
Sin embargo, esta última etapa de la vida de Dúplex ha tenido también muchos problemas para quien ya merecía descansar un poco después de tantas penalidades: las dos madres de sus hijos lo han denunciado por violencia de género, aunque sin conseguir nada hasta hoy más que amargarle la vida a una persona que jamás ha abusado de su físico y que es en verdad un padre ejemplar muy amado por sus hijos. Qué mejor testimonio de la inocencia de una persona, en semejante drama familiar, que el hecho de que todos sus hijos adoren a su padre y reciban de él las mayores atenciones y toda la protección y preocupaciones que son de esperar por parte de cualquier padre o madre del mundo.
En este nuevo combate en el que se juega el futuro de sus hijos y hasta su propia libertad y tranquilidad, en medio de grandes injusticias y penalidades, este verdadero León está ganando todos los asaltos hasta ahora y quiere animar a otros padres y madres que pasan por problemas parecidos. Nunca hay que tirar la toalla.
Al igual que mi amigo Dúplex, estoy a vuestra disposición para ayudar a este gran campeón a ser un referente que puede ser muy necesario en vuestras vidas. Tanto Dúplex como yo esperamos que estas páginas os sirvan de verdadera inspiración para conseguir vuestras metas y sueños. ¡Siempre a full!