Hace falta ser desgraciado y anormal: apuñalar a dos personas por una ensalada de 8 dólares que estaba robando, pero es que a continuación va y se ríe en la cara de la jueza cuando ésta estaba relatando los delitos de este personaje. Ni más ni menos que casi matar a dos trabajadores que le habían pillado intentando robar una ensalada César de pollo.
Esto no es gracioso, respondió la jueza. Podrías haber matado a la víctima.
El tarado todavía tenía algo que argumentar sobre su comportamiento random, pero la jueza le confrontó con una calma que ya es bastante peculiar en ella. Y es que estamos hablando de una jueza de Florida, que es bastante célebre por las interacciones surrealistas que ha tenido con varios detenidos hasta la fecha.
No tendrías que robar. Y no tendrías que apuñalar a nadie por una ensalada ni por ninguna cosa.
En otra ocasión, esta misma jueza se encontró en el juzgado con un señor al que había conocido de niña en la escuela y al cual reconoció. El tipo se echó a llorar cuando se dio cuenta de que realmente se conocían.
En otra vista oral, todavía más surrealista, la jueza reconoció a un tipo con el que había compartido crucero recientemente. Y el otro asintió ante esta impresionante fisonomista, tan contento, como si no estuviera afrontando algún tipo de procedimiento criminal.