La demolición es una labor altamente especializada que ha existido desde los primeros tiempos de la construcción. Aunque ambas actividades están estrechamente relacionadas, difieren significativamente en sus objetivos. En el ámbito de la construcción, se busca erigir edificios o estructuras, siguiendo cuidadosamente los pasos y comprendiendo las características de los materiales utilizados. En contraste, la demolición tiene como propósito recuperar espacios mediante la retirada parcial o completa de edificios o estructuras. Las empresas especializadas en este campo de la demolición en Cantabria se enfrentan a menudo a materiales antiguos o en mal estado, así como a limitaciones de espacio, realizando su labor con seguridad y eficacia.
Empresa de derribos en Cantabria
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Dada la complejidad inherente a la demolición, es crucial que se lleve a cabo con precisión mediante la intervención de empresas especializadas. Estas empresas deben contar con operarios expertos en la materia y equipos adaptados a las particularidades de cada caso específico. La Asociación Española de Empresarios de Demolición (AEDED) es la entidad a nivel nacional que representa al gremio de la demolición. Con más de 30 años de experiencia, AEDED aglutina a las principales empresas dedicadas principalmente a esta actividad. Con el objetivo de proporcionar información sobre esta actividad a veces subestimada, AEDED ha elaborado este documento como una guía general sobre la demolición y sus métodos de trabajo. Esperamos que esta guía informativa sea de utilidad y extendemos una invitación para ponerse en contacto con nosotros en caso de necesitar más información.
Proyectos de demolición en Cantabria
La demolición, siendo una actividad altamente especializada, presenta procesos de trabajo distintivos que difieren radicalmente de otras actividades en el sector de la construcción. Cualquier obra de demolición significativa, que requiera licencia, debe contar con un proyecto elaborado por un profesional competente y visado por su colegio profesional. Esto aplica tanto si la demolición se lleva a cabo de manera independiente (preferiblemente) como si se realiza en conjunto con el proyecto constructivo. Incluso en obras menores que no requieren licencia, podría ser necesario elaborar un proyecto o memoria descriptiva de los trabajos a realizar.
Errores habituales en la demolición
Es importante destacar que la demolición no siempre sigue el proceso inverso a la construcción de un edificio o estructura. Dependiendo del estado, tareas y otros condicionantes, el trabajo puede realizarse mediante diversos métodos. Un error común es concebir la demolición como simplemente derribar y tirar sin control. La fase de abatimiento es la más visible, pero el proceso de demolición implica etapas previas y posteriores, más lentas, pero igualmente cruciales y siempre bajo control. La falta de especificaciones en el proyecto de demolición es un motivo frecuente de problemas, incidencias y accidentes.
Uno de los más recordados en los últimos tiempos fue un derribo sin proyecto en Cantabria que resultó en que casi acaban con la vida de todos los vecinos de un bloque de viviendas en la Calle del Sol, en Santander.
La elección del método de demolición
Existen varios métodos de trabajo, clasificables por la acción realizada o la herramienta empleada. Cada método tiene sus ventajas y desventajas, y en general, ninguno es superior al otro; simplemente cada uno tiene su aplicación. Sin embargo, el método de demolición, fundamental en el proyecto, a menudo no se menciona correctamente. Muchos proyectos son elaborados por profesionales que desconocen la actividad o no consideran las soluciones que puede ofrecer la empresa de demolición. La elección del método debería basarse en factores como las condiciones del lugar de trabajo, los materiales a demoler, la gestión de residuos y la relación con otras estructuras. Lamentablemente, la mayoría de estos factores no se especifican adecuadamente en los proyectos de demolición. Destacamos la importancia de un proyecto adecuado, que aborde la parte técnica, medioambiental y de seguridad y salud.
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Demolición manual
La demolición manual comprende un conjunto de operaciones organizadas para desmantelar parcial o totalmente una construcción (edificación o estructura), utilizando predominantemente herramientas manuales. Este tipo de demolición se lleva a cabo cuando las circunstancias del objeto a demoler así lo aconsejan, o especialmente cuando se requiere un nivel excepcional de precisión, por ejemplo, para preservar elementos constructivos cercanos o anexos. La demolición manual se caracteriza por ser segura, versátil y presenta ventajas como fácil accesibilidad y ligereza en el manejo de los equipos. Además, suele generar una baja afectación a las personas y lugares circundantes durante la ejecución. Sin embargo, es una actividad que implica un elevado coste de personal, con una productividad limitada.
La demolición en Cantabria es una labor que demanda el uso de equipos específicos y conlleva riesgos significativos si no se lleva a cabo correctamente. Por esta razón, los trabajadores y técnicos de las empresas encargadas de realizar estos trabajos deben contar con especialización, formación en prevención de riesgos adaptada a su labor y habilidades para el manejo de las máquinas y herramientas propias de la demolición. Dada la posible inestabilidad de las estructuras a demoler, la experiencia de estos profesionales es esencial para garantizar un resultado óptimo y sin incidentes.
Por lo general, las tareas de demolición manual se combinan con actividades simultáneas de desmontaje y separación de materiales. En caso de que las condiciones de la construcción lo permitan, se puede emplear maquinaria de poco peso para el transporte y evacuación de materiales. Asimismo, salvo excepciones, las labores de demolición mecánica y otros métodos descritos en esta guía requieren la intervención de operarios especializados en demolición manual, quienes desempeñan tareas complementarias al resto de los trabajos.
Evita las pifias de la demolición, que pueden causar auténticos desastres
En otro vídeo de pifias de la construcción salía este operador de grúa que terminaba volcando su máquina con grave riesgo para un trabajador que sale corriendo y el propio operador, que saltaba también de la cabina en el último segundo. En el segundo video, incluso, el operador se salva de morir aplastado y ahogado en un río. Todo esto es producto de comportamientos temerarios y faltos de supervisión.
No es difícil de ver vídeos en los que un operador de pala excavadora se equivoca y tira sobre sí mismo una estructura de hormigón en la que trabaja. La verdad es que el incidente es impactante y constituye una muestra de un tipo de accidente demasiado típico en la construcción. Porque las palas excavadoras a menudo tocan puntos de las estructuras que no están demasiado asentados todavía o rompen cosas que sujetan otras cosas y al final todo se vence, inclusive encima del propio operador de la pala excavadora, el correspondiente riesgo para la vida de este trabajador.
En otro vídeo se veía a un operador de pala excavadora que, por el contrario, lo estaba pasando muy bien haciendo lo que todos hemos hecho alguna vez cuando éramos niños en nuestros juegos. Mover un avión en el aire como si fuera un juguete es posible cuando manejas una maquinaria que puede agarrar literalmente un avión jet y manejarlo en volandas. Un vídeo muy divertido que demuestra que también se pueden pasar buenos ratos en el trabajo.
Tampoco es infrecuente el caso típico de un conductor del camión de transporte de materiales que salva la vida por poco al saltar en el último momento antes de que su camión vuelque por una pendiente. En uno de estos vídeos, la verdad, el camión no vuelca de una forma demasiado violenta y se desliza sin demasiado problema por esa ladera, pero mejor estar fuera de la cabina cuando esto ocurra. De todas formas, el tipo estuvo a punto de ser aplastado por el camión y su carga.
Demolición mecánica en Cantabria
La demolición mecánica engloba un conjunto de operaciones planificadas para desmantelar parcial o completamente una construcción (edificación o estructura), utilizando predominantemente equipos mecánicos mediante técnicas de empuje, tracción, impacto o fragmentación. Se fundamenta en el uso de equipos portantes como robots, retroexcavadoras, excavadoras, entre otros, equipados con implementos específicos para demolición, como martillos, demoledores primarios, demoledores secundarios, multiprocesadores, etc. Bien ejecutada, esta actividad es segura y ofrece mayor rapidez y productividad en comparación con la demolición manual. En muchas ocasiones, la demolición mecánica requiere tareas previas de preparación, amplios espacios de trabajo (según el equipo utilizado) y trabajos posteriores de acondicionamiento de los residuos generados.
La demolición mecánica demanda un alto grado de especialización, tanto en cuanto al tipo de equipos utilizados como a los operarios encargados de manipular la maquinaria y sus implementos. Es un error común pensar que cualquier operario con experiencia en excavadoras puede llevar a cabo una demolición mecánica. Esta concepción ha generado numerosos problemas tanto para las empresas (por ejemplo, carencia de seguros de responsabilidad civil específicos, situaciones graves en caso de accidentes) como para los propios trabajadores (responsabilidades por el colapso de estructuras innecesarias y accidentes debido a métodos de trabajo inadecuados).
Demolición con brazos de largo alcance
En los últimos años, la maquinaria portante para demolición ha experimentado notables avances, dando lugar a equipos con una significativa capacidad de trabajo y alcance. La utilización de brazos de demolición de largo alcance (con longitudes desde 15 metros, pudiendo alcanzar incluso los 90 metros) equipados con implementos permite llevar a cabo labores de demolición de manera más eficaz y segura. La Asociación Europea de Demolición (EDA), de la cual AEDED es miembro, ha desarrollado una guía específica sobre demolición con brazo de largo alcance, disponible para su descarga gratuita en el sitio web www.aeded.org.
Desmantelamiento y desguace industrial en Cantabria
El desmantelamiento comprende un conjunto de acciones dirigidas a retirar de forma segura, selectiva y económicamente eficiente una instalación industrial o estructura, incluyendo la descontaminación (si no se ha llevado a cabo previamente) y la eliminación de todos los residuos generados. Para el desmantelamiento de una construcción (edificación o estructura), es esencial la planificación previa, el conocimiento detallado de las instalaciones, un inventario de materiales o sustancias a retirar y criterios de descontaminación. La demolición de algunos o todos los elementos constructivos puede ser una fase dentro del proceso de desmantelamiento. También se incluyen en este proceso las labores de desguace industrial, que consisten en desmontar y fragmentar elementos metálicos (estructura, maquinaria, etc.) utilizando métodos de corte manual, como el oxicorte u otras técnicas, y mecánico, mediante cizallas de corte en maquinaria portadora. El desmantelamiento implica trabajos manuales de desmontaje, separación y gestión de materiales, así como, en caso de residuos peligrosos (por ejemplo, amianto, PCB), la necesidad de descontaminación a cargo de especialistas para retirar y limpiar el espacio de trabajo.
Aciertos o desastres en la recuperación de espacios industriales en Cantabria
El desmantelamiento y desguace industrial puede ser un éxito al recuperar espacios y generar valor, como los ingresos obtenidos por la recuperación de metales. Sin embargo, también puede convertirse en un desastre con costos elevados y sanciones penales para el titular de la instalación, especialmente en casos de actuaciones negligentes, como la recuperación descontrolada de metales que lleva a la contaminación del suelo. Por este motivo, se recomienda siempre contar con empresas especializadas en estas tareas.
Finalización de la actividad industrial en Cantabria
Cuando una industria concluye su actividad, es prudente llevar a cabo un plan de finalización de la misma. Esto permite la recuperación de materiales valiosos en ese momento y la programación del desmantelamiento de las construcciones que componen la instalación. En estos casos, se aconseja colaborar con una empresa especializada en la elaboración del plan, que puede proporcionar asesoramiento sobre las tareas a realizar.
Gestión integral de residuos en Cantabria
Como se mencionó anteriormente, en relación con la valorización en la obra, la gestión de residuos de demolición está regulada por el Real Decreto 105/2008, complementado por la nueva normativa regional en proceso de publicación para su desarrollo.
Marco normativo de la gestión de residuos en Cantabria
Un marco normativo claro es crucial, ya que garantiza que las acciones relacionadas con los residuos sean medioambientalmente correctas y aplicables de manera equitativa a todos los involucrados. Las empresas especializadas en demolición desempeñan un papel fundamental en este ámbito, ya que su labor va más allá del simple derribo de construcciones, abarcando el acondicionamiento, tratamientos previos y, en muchas ocasiones, el transporte a gestores finales de los diversos tipos de residuos generados en la obra. La gestión integral de residuos distingue a estas empresas especializadas en demolición.
Estudio y Plan de gestión de residuos en Cantabria
Una de las novedades más significativas introducidas por el Real Decreto 105/2008, junto con las definiciones de roles (productor y poseedor), es la obligación del productor de «incluir en el proyecto de ejecución de la obra un estudio de gestión de residuos». Al mismo tiempo, se establece que «la persona física o jurídica que lleve a cabo la obra deberá presentar a la propiedad un plan que describa cómo cumplirá con las obligaciones relacionadas con los residuos de construcción y demolición que se generarán en la obra». Este modelo de estudio y plan de gestión de residuos, similar al estudio y plan de seguridad y salud, ahora es obligatorio para todas las obras con licencia, contribuyendo significativamente a mejorar la gestión medioambiental en el sector de la construcción.
El marco normativo nacional y regional para la gestión de residuos también establece cantidades a partir de las cuales es obligatorio separar los residuos. Esto implica la necesidad de adaptar los procesos de demolición y los métodos utilizados en cada proyecto para cumplir con los requisitos establecidos para la separación. Además, el control de los flujos de residuos puede mejorarse considerablemente mediante el establecimiento de fianzas por parte de los ayuntamientos, según lo previsto en la normativa.
Valoración en obra de las demoliciones en Cantabria
La práctica de la valorización en obra ha sido una actividad común para las empresas de demolición durante muchos años. Algunas Comunidades Autónomas fueron pioneras en este ámbito, adaptando normativas europeas o tomando referencias de países vecinos. Sin embargo, fue con la publicación del Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero, que regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición en Cantabria, cuando se estableció un marco general para la gestión de residuos, así como para las acciones de valorización en la propia obra. Este Real Decreto se complementa con la normativa autonómica y municipal en desarrollo para su cumplimiento. Además, algunos aspectos tratados en esta norma general han sido clarificados por la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, que transpone al marco jurídico español la Directiva Marco de Residuos (DMR) 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008.
Cuando se aborda la definición de valorización en obra, el Real Decreto 105/2008 recurre a la Orden MAM/304/2002, la cual a su vez se remite al anexo I, parte B, de la Decisión 96/350/CE. Es relevante destacar que, según este Real Decreto, «se considerará parte integral de la obra toda instalación que dé servicio exclusivo a la misma, y en la medida en que su montaje y desmontaje tenga lugar durante la ejecución de la obra o al final de la misma». Esto permite la utilización de equipos de trituración y machaqueo de madera, áridos, metales y otros productos para su valorización directa en la obra.
Operaciones de valorización en obra de las demoliciones
El anexo I, parte B, de la Decisión 96/350/CE proporciona un listado claro de las operaciones consideradas como valorización, abarcando actividades como el reciclado o recuperación de metales, compuestos metálicos y otras materias inorgánicas (por ejemplo, hormigones, cerámicos, etc.). En términos generales, la dirección facultativa de la obra debe aprobar los medios planificados para la valorización en obra, y en algunas operaciones de valorización puede ser necesaria una autorización administrativa.