Es algo que todos hemos pensado alguna vez: ¿por qué hay tantas personas irresponsables, muchas veces jóvenes, que desprecian su vida y salud mientras otras se agarran desesperadamente a lo poco que tienen? Como nos comenta Coral, de una empresa de cuidado de personas en Santander, su trayectoria en este sector tan humano y sensible le ha hecho valorar más lo que tiene.
Lo que más nos motiva es la dedicación de las personas que trabajan con nosotros en contacto directo con personas que muchas veces son dependientes. Nuestra experiencia como cuidadores de personas en Santander por tantos años nos ha hecho valorar las situaciones de vida más difíciles. Esos ejemplos de superación que a veces, sin embargo, vemos que son confrontados por otras muestras de todo lo contrario.
Por tanto, vamos a ver algunos de estos casos y a reflexionar sobre ellos para ver qué conclusiones sacamos de cada una de estas historias reales, alguna de ellas muy trágica.
¿Por qué unos/as valoran tanto la poca salud que tienen mientras que otros/as la desprecian?
En este artículo veremos cómo algunas personas luchan por cada segundo de vida y se superan a sí mismas mientras que otras, por desgracia, hacen todo lo contrario y se dedican a ponerse en riesgo o a no cuidar lo único que de verdad tenemos en la vida: nuestra salud.
Un hombre sin piernas se mueve a gran velocidad por la calle utilizando un patinete
Es un vídeo surrealista en el que llama la atención, sobre todo, la gran velocidad que puede alcanzar el tipo, impulsándose con los brazos mientras se desliza a toda prisa con un monopatín. La verdad es que es un ejemplo de superación y es una persona que difícilmente llegará tarde en ningún sitio a pesar de su grave discapacidad. Me quito el sombrero ante semejante ser humano, animoso y habilidoso donde los haya. Increíble. Un vídeo tal vez no tan apto para los más sensibles, ya que da siempre la impresión de que a este pobre señor lo van a pisar o atropellar en cualquier momento, ya que apenas sí levanta un poco de altura desde el suelo.
Una obesa mórbida dice que ya no quiere seguir con la dieta porque está harta
Una chica con obesidad mórbida que no puede ni andar sin silla de ruedas, pero que dice que ya está cansada de tanto intentar dietas y ejercicios de no sé qué. Hace falta tener poca fuerza de voluntad y menos amor por uno mismo para estar en semejante situación y no querer hacer nada. Y todavía tiene el desparpajo de hacer vídeos en plan graciosa, dándose vueltas con su silla de ruedas automática, ya que seguramente no puede ni impulsarla con sus brazos. Y todavía tiene el cuajo de decir a última hora que el año que viene lo vuelve a intentar, pero lo dice en plan mofa. Lamentable y otro ejemplo para no seguir.
Uno de los últimos supervivientes de la polio, que vive en un pulmón artificial
Se trata de uno de los últimos supervivientes de una enfermedad terrible que ha hecho estragos hasta hace bien poco, limitando muchísimo las capacidades de movilidad de las personas hasta producir un desenlace de incapacidad o incluso de muerte. Estamos hablando de la enfermedad de la polio.
Este hombre de Texas ha sido uno de los casos más graves de polio, incapaz de vivir por sí mismo sin un respirador automático o pulmón de hierro, pero también es uno de los escasos supervivientes que ha durado hasta nuestros días para darnos una lección increíble de superación. De no rendirse jamás y aprovechar esta vida única que se nos ha dado.
Este señor no sólo se sacó la carrera de derecho, a pesar de que ninguna universidad lo quería aceptar por lo dependiente que era. Se convirtió en un magnífico abogado y ha llegado a la edad de jubilarse con varias biografías y libros publicados. Y todavía tiene sueños de futuro.
Quiero ir a Europa. ¿Por qué no?
Por fortuna, nos dice Coral, la polio ha dejado de ser un problema para millones de niños de todo el mundo, aunque todavía queda algún afectado de la época en la que esta grave enfermedad atacaba a los seres humanos desde la infancia. Una patología muy incapacitante, pero de la que han salido adelante algunos grandes ejemplos de superación. Por desgracia, en nuestra labor diaria nos encontramos con muchos otros casos de incapacidad, aunque si algo nos ha enseñado nuestra tarea como cuidadores de personas en Santander es que este tipo de pacientes son los más agradecidos y optimistas en muchos casos. Es algo que no te esperas hasta que empiezas a tratar con ellos.
Un auténtico irresponsable con escaso cerebro se dedica a saltar entre un edificio y otro
Es una estúpida moda que, desgraciadamente, nos recuerda la banalidad de los últimos tiempos y la escasez de valores profundos en la juventud. ¿A quién se le ocurre exponer su vida de semejante manera? Y la bromita le pudo salir fatal, ya que, además, en el último momento pisó una baldosa que se partió bajo su peso en la azotea desde la que saltaba. Y poco faltó para que su salto terminase en algo más que un susto, que se lo llevó, puesto que al pisar mal en el momento de proyectarse perdió una gran parte de su impulso y se agarró de la azotea de enfrente por la mínima. Un vídeo que no es apto para personas sensibles que se puedan preocupar por la salud de este subnormal más que él mismo. Como nos dicen siempre las madres, cuánto cuesta criar un hijo. Y todo para que luego te pueda salir un idiota de este calibre, que si luego se queda en una silla de ruedas o en estado vegetal va a tener que ser cuidado por alguien. Lamentable e infantil desde todo ángulo.
Un niño con graves tumores en la cara muestra un aspecto irreconocible
Se trata de un gravísimo problema de tumores en un niño pequeño que a pesar de todo intenta vivir su vida como si nada. Su aspecto es tan surrealista que es imposible quedar indiferente. La verdad es que el de la madre es un testimonio desgarrador, pues creo que todos nos podemos poner en los zapatos de una mujer que debe vivir con una situación tan grave en un hijo tan pequeño.
Un descerebrado le exige a la policía que le devuelvan sus drogas en Madrid
Se trata de un más que evidente tarado, el pobre, no sólo por su lamentable toxicomanía, sino por ponerse a vacilar luego a unos agentes de policía que simplemente están haciendo su trabajo. Incluso llega a exigirles que le devuelvan sus drogas, que es su única obsesión durante toda la conversación con ellos. Y por el camino no duda en ponerse a vacilar y en ponerse en un plan muy desagradable hasta que los agentes le explican que se tiene que callar la boca y aguantarse porque es la ley y ya está. Otra víctima más de esta sociedad sin valores en la que muchas personas se esclavizan a sí mismas por caer en estos absurdos vicios que en este caso, como reconoce este pobre señor, no son fáciles de superar. Y es que los agentes se interesan por su posible rehabilitación, pero este hombre les confiesa que dejó el programa en el que estaba por haber pasado otros problemas en su vida. Muy triste.