Aparece un proyectil de la Guerra Civil Española en un desescombro en Cantabria
Una empresa de desescombros de Cantabria ha encontrado un proyectil de la Guerra Civil Española que bien parece una bomba de mortero. Según los artificieros que atendieron la situación, el proyectil tenía pinta de ser incendiario, por lo que su misión fundamental sería la abrasión de la zona en la que estallase y no tanto la intencionalidad típica de causar víctimas por metralla o por la onda expansiva. En esa época en que las construcciones eran más que nada de madera, en especial en las zonas rurales, las bombas incendiarias producían un efecto terrible, tanto entre los combatientes y los objetivos militares como en la moral de la población civil, que veía sus casas y dependencias arrasadas por el fuego.
Sorpresas que te encuentras en los desescombros, dice la empresa
Un Coronel de la reserva de Artillería ha confirmado a este medio que se trata de un proyectil de mortero de esa época:
Pues es una granada de mortero muy antigua, posiblemente de la guerra civil. Y también apostaría a que no fuera de fabricación nacional: tal vez sea rusa o incluso italiana. ¿Dónde la han encontrado? ¡Ah! Y que tampoco toquen mucho. De vez en cuando hay sorpresas.
Casas de lujo con piscina abandonadas y bajo amenaza de derribo en Cantabria
No es la única cosa rara que puedes encontrar cuando realizas un desescombro en una zona rural o casa abandonada. Por ejemplo, en el siguiente caso, vemos que alguien construyó una casa de lujo para luego dejarla abandonada, hasta el extremo de que las ranas se han apoderado de la piscina y cantan La Traviata desde allí todos los días. También los murciélagos han elegido sus propios dormitorios dentro de la casa. La verdad es que es un auténtico misterio el plantearse por qué la gente invierte tantos recursos en construir una casa tan bella y tan grande, en una finca tan espaciosa, para luego dejarla abandonada y a merced de saqueos y del inevitable deterioro causado por el tiempo.
Derribos en Santander de casas que no aportan más que problemas y riesgos
El Municipio ha otorgado autorización para llevar a cabo el derribo en Santander de casas que no aportan más que problemas y riesgos. Un grupo de estructuras en condiciones deficientes, situadas en la calle Aviche 25 y sus alrededores, en el vecindario de Monte, según los informes técnicos proporcionados por los servicios municipales.
Está planeado que, en el terreno, una vez que se complete el derribo y se prepare el suelo, se desarrolle una promoción de viviendas, según anunció el Municipio en un comunicado. El concejal de Desarrollo y Vivienda, César Díaz (PP), ha detallado en un comunicado que lo que se va a demoler son varias construcciones, agrupadas en dos conjuntos, que en su momento estaban destinadas una a vivienda y las demás (almacenes y cobertizos) a talleres, los cuales actualmente están fuera de uso y muestran «un significativo deterioro».
El concejal ha señalado que el estado de los edificios, debido a la falta de seguridad e higiene, «preocupa a los residentes del área y a la comunidad escolar de un colegio cercano». También ha indicado que sobre estos edificios no hay ningún valor arquitectónico, clasificación o protección, por lo tanto, «después de verificar en varias visitas el avanzado estado de deterioro, no hay ningún obstáculo para proceder con el derribo».
Específicamente, las estructuras a demoler incluyen tres cobertizos, de 17,10; 27,24 y 19,68 metros cuadrados respectivamente; tres almacenes de una planta, de 68,95 m2, 101,64 m2 y 98,52 m2, y una casa unifamiliar de tres plantas, con más de 100 años de antigüedad y una superficie total de 262,68 m2. Según los informes, el proyecto implica la demolición completa de los edificios y señala que algunas de las construcciones tienen componentes de fibrocemento, un material que contiene amianto, por lo que se planea su eliminación de acuerdo con la normativa vigente.
Además, antes de que comiencen las obras, será necesario desconectar los suministros de agua y las conexiones al alcantarillado municipal, así como instalar una conexión para riego y control de polvo durante el proceso de demolición. Desde el Ayuntamiento se ha resaltado la «labor de supervisión del Municipio para garantizar la conservación de los edificios en buen estado con el objetivo final de asegurar la seguridad, lo cual se complementa con ayudas y descuentos para facilitar la conservación y mejora de los inmuebles».
El Ayuntamiento ha derribado la muralla de la época carlista de Santander
No siempre el Ayuntamiento hace las cosas indiscutiblemente bien, en el sentido de sanear y planificar el desarrollo urbanístico. Por mucho que nos quejemos de que los distintos desastres que hemos tenido en Santander, en especial el fuego del 41, nos han dejado sin casco histórico y han desfigurado la ciudad que fue, la verdad es que el peor desastre no es otro que el Ayuntamiento de Santander en sí mismo y en varias épocas diferenciadas. Es como una tradición que tienen que seguir en las concejalías afectadas en cuanto se refiere a los derribos en Santander, cuando afectan a patrimonio histórico del pueblo español: la consigna es destruirlo todo como si estuviéramos en una guerra contra nuestro pasado.
El teatro Pereda es uno de los ejemplos más dramáticos de estas burradas municipales, sustituido por una fea edificación de pisos de color naranja sesentero que rompía por completo con la armonía de la arquitectura circundante. Pero ahí no ha quedado la cosa. En tiempos más recientes, el Ayuntamiento ha demolido la muralla de la época carlista de Santander que quedaba en pie después de tantos años de ampliaciones. De tan continuado crecimiento de las calzadas y calles y manzanas de edificios. Un muro fusilero de la época carlista en Santander que era lo único que quedaba ya, prácticamente, y que ahora se ha visto totalmente reducido a una cosa mínima que por lo menos han dejado ahí, pero es que tampoco le veo sentido a semejante destrozo si se podía pasar por ahí perfectamente con mucho menos derribo. A mí estas cosas me producen tristeza e impotencia.
Se evita el derribo de la fachada del cine Coliseum en Santander, pero también cambia su apariencia para siempre
La fachada del cine Coliseum en Santander, por lo menos, si ha sobrevivido hasta nuestros días, aunque tan cambiada por la versión futurista del hotel que lo ha comprado que es difícil hacerse una idea de cómo estaba antes.
Se meten de okupas en un castillo en Santander y se quedan con él después de décadas de pleitos
La verdad es que no sé para qué algunos trabajamos y tenemos que pagar hipotecas por décadas si luego resulta que es posible meterse en cualquier sitio y apropiarse de esa tierra tras demostrar que llevas x años viviendo allí. Esto es exactamente lo que pasó con el castillo de Corbanera en Santander, otra fortificación de la época de las guerras carlistas que además es de los pocos castillos redondos que existen en España. Sin embargo, si lo piensas bien, tal vez esto haya ayudado a su mantenimiento, ya que muchos castillos deshabitados acaban en ruina total. En el derribo que produce el paso del tiempo, tras un largo deterioro sin que se haga calor en el interior de sus murallas.
El Castillo de Corbanera es una estructura militar erigida en 1874 en el área de Corbanera, La Maruca, en Monte (Santander, Cantabria). Fue un componente clave en la defensa de la ciudad durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), formando parte de una línea de murallas, fortificaciones y baterías diseñadas para proteger a Santander de posibles ataques carlistas. Este monumento ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural.
La fortificación tiene una planta circular con un diámetro de 50 metros y un muro de un metro de grosor, construido con mampostería y mortero. Está equipada con una muralla almenada que cuenta con aspilleras para fusiles, así como cuatro torres semicirculares dispuestas en los puntos cardinales y una torre central de sólidos muros, que servía como polvorín y cuartel para la guarnición.
Un castillo abandonado de Mallorca que es digno de película
Cambiamos un poco de escenario para irnos al Mediterráneo. Este castillo abandonado de Mallorca se encuentra en Pòrtol, no lejos de Palma, y la verdad es que visitarlo es toda una aventura surrealista, aunque recomendamos a la gente que se ande con cuidado si quieren probar la experiencia de merodear por la zona. En estos sitios abandonados puede haber perros de vigilancia o huecos imprevistos por los que es fácil caerse, como pasa o pasaba en este castillo, al menos, hace quince años, cuando yo lo visite por primera y única vez. Un guarda con perros salió a recibirnos y constatamos la existencia de profundos agujeros en el suelo, hechos tal vez como posibles depósitos o como cimentaciones de otros edificios que iban a ser construidos ahí.
En cualquier caso, un sitio recomendable para visitar, aunque sea de lejos y sin traspasar ninguna verja, la mole inmensa del castillo nos va a recibir con buenas vistas desde bien lejos. Por desgracia, el castillo de Pòrtol tuvo que perder su característica torre más alta para adaptarse a la normativa municipal. El Ayuntamiento obligó también a los propietarios a derribar todas las edificaciones auxiliares y a restituir el entorno de la finca, por haber incumplido varias normas.