Vamos a ver ahora algunos de los mejores platos de pescado a la plancha en Santander.
Restaurante El Mástil
Dirección: C. Ataúlfo Argenta Músico, 35, 39004 Santander, Cantabria
Teléfono: +34 614 44 64 61
Instagram: @el_mastil_restaurante




Rodaballo a la plancha en Santander

El rodaballo salvaje es uno de los pescados más apreciados en la gastronomía europea, especialmente en la cocina del norte de España y Francia. Se trata de un pez plano que habita en aguas frías y limpias del Atlántico y el Cantábrico, caracterizado por su carne blanca, firme y gelatinosa, con un sabor delicado y profundo. A diferencia del rodaballo de acuicultura, el salvaje presenta un gusto más intenso y matices marinos muy valorados por chefs y amantes del buen pescado. Su precio suele ser más elevado precisamente por su escasez y la calidad superior de su carne.
En cuanto a su preparación, el rodaballo salvaje es un pescado muy versátil. Su textura se presta tanto a cocciones simples como a elaboraciones más elaboradas. Una de las formas más tradicionales es asado al horno, acompañado únicamente de un buen aceite de oliva virgen extra, ajo, perejil y unas gotas de limón, dejando que la jugosidad natural del pescado sea la protagonista. También es habitual prepararlo a la brasa, donde el ligero ahumado potencia su sabor sin enmascararlo.
Otra técnica muy apreciada es la cocción al pil-pil, típica del País Vasco, en la que el rodaballo se cocina lentamente en su propia gelatina emulsionada con aceite, logrando una salsa sedosa y llena de sabor. Además, sus espinas y piel son muy apreciadas para preparar caldos marinos de gran calidad, ideales para sopas o arroces.
En la alta cocina, no es raro encontrar el rodaballo salvaje acompañado de salsas finas, como beurre blanc, o en armonía con guarniciones delicadas, desde verduras de temporada hasta purés suaves que respetan su sabor. En todos los casos, la clave está en no enmascarar la esencia de este pescado noble, cuyo carácter natural habla por sí mismo en el plato.
Sugerencias para acompañar y/o terminar cuando pedimos estos pescados a la plancha en Santander:




Machote a la plancha en Santander

El machote, también conocido como sargo macho, es un pescado de roca muy apreciado en las costas del Atlántico y el Mediterráneo. Se distingue por su cuerpo robusto, de carne prieta y sabrosa, con un punto graso que le otorga jugosidad y un sabor potente a mar. Al vivir entre rocas y alimentarse de mariscos, crustáceos y pequeños moluscos, desarrolla un gusto característico que lo hace muy atractivo en la cocina tradicional y marinera.
En la gastronomía, el machote suele cocinarse de maneras que respeten su esencia. Una de las más clásicas es el asado a la brasa, ideal para realzar su carácter marino con el toque ahumado de las brasas de leña. También resulta exquisito al horno con patatas panaderas y cebolla, donde el jugo del pescado se mezcla con el dulzor de las verduras, creando una combinación equilibrada. Su piel, cuando se tuesta bien, aporta un contraste crujiente que acompaña a la firmeza de la carne.
Otra forma tradicional de disfrutarlo es a la sal, técnica que concentra los aromas del pescado y conserva toda su jugosidad interior. También se prepara a la plancha, simplemente con un chorro de aceite de oliva virgen extra y unas escamas de sal, permitiendo saborear su carne en su máxima pureza. En calderetas o guisos marineros, el machote también tiene un papel destacado, aportando profundidad de sabor a los fondos y sopas de pescado.
Su versatilidad hace que tanto en la cocina casera como en la de restaurante, el machote sea un pescado muy respetado. La clave está en no enmascarar sus cualidades naturales, sino acompañarlo con ingredientes sencillos que potencien su carácter auténtico de pescado de roca.
Bonito a la plancha en Santander
El bonito es uno de los pescados más emblemáticos del verano en las costas del Cantábrico. De la misma familia que el atún, destaca por su carne firme, rosada y jugosa, con un sabor intenso pero elegante, que lo convierte en protagonista de múltiples preparaciones. Su temporada va de junio a septiembre, cuando los barcos lo capturan de manera tradicional, y es en esos meses cuando se disfruta en su máxima calidad.
Aunque el bonito admite guisos, escabeches y conservas, una de las formas más apreciadas de disfrutarlo es a la plancha. Esta técnica permite apreciar la nobleza de su carne, siempre que se respete un punto de cocción adecuado. Lo ideal es marcar las rodajas o lomos a fuego fuerte para que se forme una ligera costra exterior, mientras que el interior queda jugoso y casi rosado, evitando así que se seque.
En la cocina casera, el bonito a la plancha se suele acompañar con un refrito de ajo y guindilla, que potencia su sabor con un toque aromático y ligeramente picante. También resulta delicioso con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de limón, en una versión muy sencilla pero efectiva. Otra opción habitual es servirlo con pimientos asados o ensaladas frescas, que equilibran la intensidad del pescado con notas dulces y vegetales.
En los restaurantes del norte de España, no es raro encontrarlo presentado en lomos limpios a la plancha, servidos con una guarnición mínima para destacar la calidad del producto. La clave está en comprarlo fresco, cortarlo en piezas gruesas y cocinarlo justo en el momento de servir, de manera que conserve toda su jugosidad y ese sabor inconfundible a mar y verano.
Platos que acompañan a estos pescados a la plancha en Santander:



