Se ha conocido hace poco la partida de 10.000 euros para reparar filtraciones en cubiertas en Laredo (Polideportivo Emilio Amavisca). El Ayuntamiento de Laredo ha dado luz verde a la reparación de los canalones del Polideportivo Emilio Amavisca, con el objetivo de eliminar las filtraciones de agua que han afectado tanto a la instalación deportiva como al patio del IES Fuente Fresnedo en los últimos años. Esta actuación, que se llevará a cabo en las próximas semanas, contará con una inversión de 9.942 euros. Los trabajos consistirán en la colocación de un nuevo canalón en la parte superior de la cubierta del polideportivo. Con esta intervención, se busca garantizar un drenaje eficiente del agua de lluvia y evitar que las personas que transiten por la zona se mojen debido a las filtraciones.
Filtraciones en cubiertas en Laredo: causas, consecuencias y soluciones
El alcalde de Laredo, Miguel González, ha resaltado la relevancia de esta obra, ya que solucionará un problema que ha persistido durante mucho tiempo y ha afectado tanto a los usuarios del polideportivo como a los estudiantes del instituto cercano. Asimismo, ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento en la mejora continua de las infraestructuras deportivas para garantizar su óptimo estado. Por su parte, el concejal de Deportes, Alejandro Abad, ha expresado su satisfacción por la aprobación de esta iniciativa: «Nos alegra enormemente poder poner fin a este inconveniente. El Polideportivo Emilio Amavisca es un espacio fundamental para la práctica deportiva en Laredo y debe mantenerse en perfectas condiciones».

Las filtraciones en cubiertas en Laredo son uno de los problemas más comunes y preocupantes en edificaciones de todo tipo en nuestra localidad, desde viviendas unifamiliares hasta grandes complejos industriales. A pesar de que pueden comenzar como un simple goteo o una mancha de humedad apenas visible, con el tiempo pueden provocar serios daños estructurales, afectar la salubridad del espacio habitable y generar costos considerables en reparaciones. Entender las causas, identificar los síntomas a tiempo y aplicar soluciones efectivas son pasos fundamentales para garantizar la durabilidad y seguridad de una edificación.
¿Qué es una filtración en cubierta y cómo se produce?
Una filtración en cubierta se refiere al ingreso no deseado de agua (habitualmente lluvia o nieve derretida) a través de la parte superior del edificio, es decir, el techo o cubierta. Este ingreso ocurre debido a fallas en la impermeabilización o deterioro de los materiales constructivos que impiden una correcta evacuación del agua. Las filtraciones pueden ser visibles de inmediato o desarrollarse de forma silenciosa durante meses, hasta que la acumulación de humedad se manifiesta en techos, paredes o estructuras interiores.
Todo depende de los tipos de cubiertas y su vulnerabilidad. Existen distintos tipos de cubiertas, y cada una presenta vulnerabilidades específicas ante las filtraciones. Las cubiertas planas o azoteas, por ejemplo, son especialmente propensas a la acumulación de agua, y por lo tanto requieren sistemas de drenaje muy eficientes y materiales impermeables de alta calidad. Por otro lado, las cubiertas inclinadas, como las de tejas o chapas metálicas, suelen facilitar el escurrimiento del agua, pero pueden sufrir filtraciones por desplazamientos, roturas o mala instalación de elementos como canaletas o remates.
También hay cubiertas ajardinadas o verdes, que si bien aportan beneficios ambientales y térmicos, requieren sistemas de impermeabilización reforzada para evitar que el agua proveniente del riego o la lluvia penetre en la estructura inferior. Las cubiertas industriales con paneles sándwich, láminas metálicas o membranas sintéticas tienen sus propios desafíos, relacionados principalmente con la dilatación de los materiales, la exposición al sol o el desgaste mecánico.

Causas más frecuentes de filtraciones en cubiertas en Laredo

Las causas de las filtraciones en cubiertas en Laredo pueden ser múltiples, y muchas veces se combinan entre sí:
Deterioro de los materiales: Con el paso del tiempo, los materiales impermeabilizantes pierden su elasticidad y capacidad de repeler el agua. Las membranas asfálticas, por ejemplo, pueden presentar grietas o desprendimientos si no se mantienen adecuadamente.
Falta de mantenimiento: La acumulación de hojas, tierra o suciedad en canaletas, bajantes y desagües puede obstruir la evacuación del agua y provocar embalsamientos que terminan filtrándose.
Deficiencias constructivas: Errores durante la ejecución de la obra, como la mala colocación de tejas, la falta de pendientes mínimas o la instalación inadecuada de juntas y remates, pueden generar vulnerabilidades desde el inicio.
Movimientos estructurales: Las dilataciones térmicas, los asentamientos del edificio o los movimientos sísmicos pueden agrietar la superficie impermeable o desajustar los elementos de protección.
Fenómenos meteorológicos extremos: Lluvias intensas, granizadas o nevadas abundantes pueden sobrepasar la capacidad de evacuación de la cubierta o provocar daños mecánicos directos.
Intervenciones posteriores: La instalación de antenas, aires acondicionados, paneles solares u otros elementos en la cubierta puede comprometer la estanqueidad si no se sellan adecuadamente los puntos de anclaje.