Miguel de Cervera va a dar en los próximos días unas charlas, en varios bares restaurantes de Santander, sobre el tema de la mafia en esta ciudad. Un asunto bastante desconocido que ni siquiera la gente del lugar tiene muy controlado, ya que ha pasado desapercibido a pesar de que hemos tenido un papel preponderante en el desarrollo de la mafia española durante los siglos diecinueve y veinte. Al ser un puerto tan importante en esta época tan reciente, pero pasada, los criminales organizados se fijaron en nosotros como una de sus plazas principales para desarrollar distintas actividades del hampa.
Los principales negocios de estos mafiosos giraban en torno al mundo del juego, que era ilegal y que sólo se podría comparar en importancia al mundo de la droga actual, tal vez con mayor preponderancia en proporción. También eran muy importantes la trata de blancas y el control en general de los garitos y clubes sociales donde la gente de esa época se entretenía a falta de otros pasatiempos como podemos tener hoy en día en nuestra casa. Una sociedad que no sabía qué hacer con su tiempo libre era la víctima preferencial de este crimen organizado de Santander.
Estas historias reales se resumen en el libro de Los cuatro naufragios del Capitán, que podréis adquirir firmado por el autor en estas charlas o en el 623191492.
Los principales protagonistas de la mafia de Santander en los siglos XIX y XX
Miguel de Cervera prestará especial atención a determinadas personalidades del mundo del crimen organizado en Santander de esa época tan romantizada como ésta, la que precedió a la Primera Guerra Mundial y el Titanic. Ese tiempo bastante olvidado en el que Santander tuvo su época de gloria por encima de cualquier otro periodo y a pesar de desgracias tan grandes como la pérdida de Cuba a manos de los gringos, lo que nos afectó especialmente a nosotros en el conjunto de la Hispanidad. Y sin olvidarnos de la desgracia del Machichaco, que fue un punto y aparte en el desarrollo de la ciudad.
En la imagen, un recién nombrado primer inspector (comisario) de San Sebastián en esta época.
Los principales protagonistas de la mafia de Santander en los siglos XIX y XX eran los siguientes, por si os interesa esta historia tan curiosa como real.
Teodosio Ruiz González. Antepasado del autor, se movía como pez en el agua en el mundo de las apuestas ilegales y los garitos donde la gente el de toda clase social se entretenía de la forma más diversa. Un marino muy activo que tuvo que retirarse por haber adquirido, seguramente, la sífilis, que era algo así como el SIDA de la época, y que sustituyó sus largos y continuados viajes de trabajo por el Atlántico por una vida de camorrista en la que no se sabe hasta qué punto era justiciero o formaba parte del tinglado corrupto y de bajos fondos de Santander.
El gran enemigo de Teodosio Ruiz en todo este tiempo fue el comisario de Santander más corrupto, Narciso Tomás, reconocido como un auténtico maltratador de detenidos y un tipo bestial que pegaba unas tortas como panes. También fue campeón de pulsos de Santander hasta que bajó un bestia de algún pueblo por ahí perdido y lo destronó. Se decía de él que era analfabeto, pero se entendía perfectamente con las altas esferas y también con la más baja canalla. Acusado de coaligarse con los peores chorizos y proxenetas de la ciudad, así como con los más indeseables delincuentes que extorsionaban a los clientes y emprendedores de los locales de juego ilegal.
El verdadero Al Capone de la época en España, don Diego Martín Veloz
Un enemigo de última hora en la vida de Teodosio Ruiz fue el verdadero Al Capone de la época en España, don Diego Martín Veloz. Originario de Cuba, fue repatriado a España junto a las tropas con las que había combatido a los rebeldes independentistas. Y desde el principio se decidió a forjarse una imagen muy real de matón y perdonavidas de la que vivió hasta su muerte que le hizo ser uno de los hombres más prominentes y ricos de Salamanca. Pero ni siquiera siendo un hacendado terrateniente ya está político dejó de lado su vocación por la violencia y su costumbre de recurrir a la máxima brutalidad cuando fuera necesario para cerrar cualquier trato a su favor.
De estos personajes y de otros muchos hablaremos en estas charlas sobre la mafia de Santander, en la que también describiremos un tiempo romántico de auténtico esplendor sociocultural y económico que ahora se encuentra en absoluto declive.