Hay determinados coches que han pasado a la Historia de nuestro país como actores secundarios de historias que fueron importantes. Ahora vamos a exponer aquí algunos de ellos. Sobre todos estos vehículos se han escrito ríos de tinta, en especial sobre algunos, por la real o aparente importancia que tenían en los eventos que vamos a explicar.
Coches involucrados en desapariciones misteriosas en España
Un coche blanco pequeño en el caso Alcácer
En determinados casos muy mediáticos ha habido mucha mitología y muchos mantras que luego se han demostrado falsos, pero que se han incorporado ya al imaginario popular y que son inseparables de lo que la gente piensa que pasó en cada situación. Uno de los mejores ejemplos es lo que pasó cuando supuestamente las niñas de Alcácer se metieron en un coche pequeño blanco. Y esto es así porque lo dijo una testigo, que era la señora María Dolores Badal. Sin embargo, su testimonio quedó completamente fuera de juego cuando durante el juicio se demostró que no había podido ver nada, porque la hora a la que dijo haber visto esta situación y la hora oficial en la que se encendía el alumbrado público de Alcácer no correspondían.
De todas maneras, con este tipo de testimonios absurdos se consiguió colar la versión oficial del caso Alcácer con un Miguel Ricart, pues tenía un coche pequeño blanco que podía corresponder con este tema y así lo hicieron ver a la opinión pública.
El camión del niño de Somosierra y el posible coche de sus narcosecuestradores
Es uno de los grandes misterios de los últimos tiempos en España y ha sido calificado como un gran misterio a nivel internacional. No es fácil hacer desaparecer una persona en esas circunstancias, en pleno accidente de tráfico y en una carretera tan concurrida, en un país como España, pero el misterio se resuelve por sí mismo cuando uno llega a las pistas definitivas sobre el gran tema tabú en este caso: ¿estaba haciendo el padre del niño de Somosierra un tránsito de droga hacia el norte desde su provincia murciana originaria? Es más que probable.
Si así fuera, como es lógico en este tipo de viajes clandestinos, los narcotraficantes siempre ponen por delante del convoy coches que hacen de lanzadera y que avisan a sus compañeros de posibles controles de carretera vigilan sin más que el cargamento llegue a su destino. Y, ¿qué mejor forma de asegurarse de esto último que coger, por la fuerza si hace falta, al infeliz niño de la pareja que viajaba en el camión y llevárselo en el coche lanzadera como garantía de que el envío terminaba verdaderamente en Bilbao? El plan salió mal, es evidente, cuando el camión resultó siniestrado y los ocupantes murieron, especulándose a continuación que había pasado con el niño, pero es que el niño no estaba ni siquiera en el camión. Había sido secuestrado previamente y eso explica la elevada velocidad y la conducción temeraria del camionero, su padre, hasta acabar estrellado en una cuneta y morir junto a su mujer, que era la madre del muchacho.
Como es lógico, la única prioridad de los narcotraficantes a partir de este momento es acceder a la mercancía de lo que ellos consideraban una simple mula y es muy probable que apareciesen en la confusión del accidente para intentar llevarse parte del botín perdido. Pero había otra prioridad mayor para estos seres desalmados y era deshacerse de único testigo vivo de todo lo que había pasado: el propio niño al que se había llevado como garantía y que ya no les servía de nada. Un niño el que rápidamente harían desaparecer, según el modo más profesional y frío, para evitar mayores complicaciones en lo que podía ser un verdadero escándalo: el hecho de que el narcotráfico se aprovechase de las miserias económicas de una familia tan humilde para obligarles a transportar semejante carga y hasta utilizando a un crío pequeño como rehén para evitar que el transportista se perdiera por el camino o entregarse la mercancía sin más.
¿Tal vez habían sido avisados los narcos de que se había establecido un control de carreteras por delante de ellos y de que la mercancía corría peligro? ¿Desconfiaban de las verdaderas intenciones del transportista, a la hora de cumplir con la misión que le habían encomendado? ¿Le abordaron de alguna manera por el camino y le obligaron, sin ninguna relación previa, a realizar ese transporte bajo amenaza de hacerle daño a su hijo? Esta última posibilidad no es tampoco una tontería y la osadía de los narcos iría en todo caso reñida con la desesperación, por las consecuencias que les podría suponer la pérdida del cargamento, ya que muchas veces es fiado por los verdaderos narcotraficantes a este tipo de personal bajo pena de muerte si no se paga la deuda.
El camión fue abordado de alguna manera mientras subía el puerto de Somosierra
Periodistas especializados en sucesos de la talla de Juan Rada han especulado mucho sobre todos estos extremos, pero con ciertas pruebas y lógica, llegando a la conclusión de que el camión fue abordado de alguna manera mientras subía el puerto de Somosierra. Ése sería el momento en el que el niño sería separado de sus padres mientras el coche de estos narcos seguiría su camino por delante de ellos y el camionero, ya sin pistolas de por medio, se lanzó como un loco en pos de su hijo perdido. Y su muerte en el accidente significó también la pérdida definitiva de su hijo, cabo suelto inocente en esta historia de abusos del narco contra personas normales y corrientes. Una situación que también ocurre en los países desarrollados como España, por más que se quiera ocultar.
Coches involucrados en terrorismo y golpes de Estado en España
Los autobuses de la Guardia Civil que participaron en el 23F
Estos vehículos del parque móvil de las Fuerzas de Seguridad en Madrid llegaron al Congreso sin problemas, porque las propias Fuerzas de Seguridad les franquearon el paso con su lógica eficacia. Y el Servicio de inteligencia como tal fue el que abrió una autopista en la Castellana en exclusiva para que estos autobuses con los guardias civiles dentro pudieran llegar sin problemas al Congreso de los Diputados y realizar allí la cacicada que todos conocemos.
Pero era una cacicada que estaba dirigida desde el propio Estado y que no era ajena al Gobierno, a la oposición y al propio Jefe del Estado, que delegó en sus cortesanos toda la operación con una consigna muy clara:
A mí, dádmelo todo hecho.
Y así se pusieron a trabajar lo que conocemos como cloacas del Estado para llevar a cabo una operación política que estaba prevista por todos los partidos y que contaba con el respaldo de las Fuerzas de Seguridad en pleno. Porque se trataba de realizar una opereta de golpe de Estado que diera lugar a un Gobierno de concentración nacional con todos los partidos y las Fuerzas Armadas representados. Inclusive se preveía que el presidente del Gobierno sería el mismo oficial que luego acusaron de golpista, el General Armada, pero la negativa del coronel Tejero a asumir la pantomima política que se iba a hacer cuando él dejara el Congreso le desanimó de seguir atendiendo a las órdenes de este general y rebelarse contra los verdaderos golpistas, que eran como siempre los políticos.
Es decir: al Coronel Tejero le utilizaron desde el principio, estableciendo un malo malísimo que iba a tener un protagonismo especial cuando se tomara el Congreso, y dejándole llegar hasta allí sin ningún problema con una caravana de autobuses llenos de guardias civiles. Pero cuando comprendió el coronel Tejero de que iba la cosa no le gustó mucho la idea de que hubieran jugado con él y dio su propio golpe de Estado contra los golpistas políticos, enfrentándose a su superior Armada y llegando a amenazar con responder con fuerza si le atacaban con fuerza. De hecho, si los políticos y sus cómplices militares hubieran seguido adelante con sus planes de tomar el Congreso con los GEO, de reciente creación, aseguraba que se hubiera defendido con su propia gente y hubiera habido una lucha muy seria entre guardias civiles y policías nacionales del GEO, que hubieran sido reforzados por otras unidades.
El Coronel Tejero se negó a ser sobornado y colocado en un avión junto a su familia y con un montón de dinero
Afortunadamente para todos, al final, el único héroe de una jornada de engaños y películas autobuseras fue, paradójicamente, el coronel Tejero, que se negó a pasar por el aro de los políticos y del propio rey, pero también de sus propios superiores directos, a los que se negó a obedecer en el momento cumbre de la operación. Una muestra muy buena de cómo los planes pueden cambiar sobre la marcha cuando el factor humano entra en juego. También hay que decir que el coronel Tejero se negó a ser sobornado y colocado en un avión junto a su familia y con un montón de dinero en dirección hacia el destino que él quisiera. Muy al contrario, se comportó como un auténtico caballero español y un guardia civil de los de antes, negándose a cooperar en una cacicada que no era otra cosa que un lavado de cara para el corrupto régimen borbónico de partidos. Pero hacía falta un malo malísimo que fuera el prototipo popular de fachoide y a poder ser con tricornio y el servicio secreto y los políticos lo encontraron.
El BMW del Chino en el 11M y otros vehículos auxiliares de los falseados terroristas
El 11M fue un evento muy mediático y falseado que tuvo una versión completamente ridícula basada, entre otras cosas, en vehículos que supuestamente tuvieron alguna participación de alguna manera en lo que pasó con los trenes y la logística de los terroristas. Sin embargo, como se ha demostrado en todos los aspectos del caso, hay muy poco de verdad en la versión de los terroristas mochileros que se suben a los vagones y que van deambulando por ahí y siempre en coches y furgonetas. Famosos vehículos que luego se ha visto que no han tenido nada que ver con el tema. Pero vamos a enumerar aquí algunos de estos vehículos tan importantes en el caso.
La furgoneta de Alcalá de Henares que fue tuneada en la sede del CNP
El modelo de furgoneta Kangoo blanco que supuestamente terroristas para llegar a la estación de Alcalá de Henares ha sido probablemente el vehículo más famoso de todo el caso del 11M, pero la realidad es que ningún terrorista llegó a ninguna estación y menos de esa manera. Todo eso no se ha podido mostrar porque es falso.
La furgoneta Kangoo blanca de Alcalá de Henares estaba vacía cuando la policía la interceptó y la registró con perros, quedando además patente que no había ningún rastro el explosivo por ninguna parte. Sin embargo, curiosamente, una furgoneta que ha sido tan investigada a conciencia durante la mañana del atentado, al final, a las seis de la tarde, estaba repleta de artilugios y rastros que llevaban a terroristas. Curiosamente, los mismos terroristas falsos a los que luego incriminaron a toda velocidad. Y ésta fue la primera prueba falsa que se utilizó para presentarnos terroristas islamistas falsos como los auténticos asesinos.
La supuesta importancia de esta furgoneta Kangoo de Alcalá de Henares
Lo más significativo de este vehículo es todo. Ha sido muy grande el mareo que han llevado a cabo con esta furgoneta que no tiene nada que ver con ningún terrorista ni con ningún atentado. Desde un principio quedó claro que la furgoneta estaba vacía y no tenía ninguna traza de explosivo por ninguna parte, como es evidente cuando el perro no detectó nada y además están las fotografías de todo este tema. No obstante, después de un pequeño periplo extraño con la furgoneta, que es trasladado desde allí para un análisis más exhaustivo, que no era para nada necesario, resulta que el vehículo acaba en la Central de la Policía Nacional en Canillas. Y de ahí llega, directamente al Ministro del Interior, la noticia sorprendente de que han encontrado en la Citroën Kangoo un montón de evidencias terroristas que conducen a unos señores a los que luego les va a caer la responsabilidad del atentado. Los famosos magrebíes de Lavapiés.
Como dato curioso cabe decir que, a pesar de la supuesta importancia de esta furgoneta Kangoo de Alcalá de Henares, que fue aprehendida y tan investigada en el mismo día del 11M, al final resultó aparcada en las dependencias de Canillas de la Policía Nacional y no se le hizo ni caso hasta el día 30 de ese mismo mes de marzo. Es decir: era una prueba súper importante, pero los análisis oficiales se demoraron por más de dos semanas. Otra señal más de que este vehículo era más falso que un billete de seis euros en toda esta trama falsa.
Un Toyota Corolla detenido en un control de velocidad, en medio de una nevada en el Escudo, 10 días antes del 11M
El agente marroquí apodado El Chino fue también un notorio conductor de vehículos relacionados con el 11M. Por ejemplo, un Toyota Corolla con el que supuestamente viajó desde Asturias hasta Madrid pasando por Santander y el puerto del Escudo, cosa aberrante cuando podría haber ido directamente por el puerto de Pajares como todo el mundo.
Pero sin duda hay otro vehículo que fue mucho más importante en esta historia falsa, con este falso Chino, y es un BMW muy chulo que según otro testigo falso de esta trama era un coche para ligar. Un coche del que se habló bastante en el juicio, en esta maniobra mediática de distraer al personal de lo que realmente había pasado en los trenes, y que acabó sus días en Ceuta, abandonado, como una muestra más de toda la farsa de pruebas importantes, pero que luego no son tan importantes.
La estafa del Skoda Fabia en el 11M
Estos probablemente uno de los mayores escándalos que ha habido en la historia judicial y policial de los últimos años en España, pues se sorprendió a la Policía intentando colocarle pruebas falsas al juez que incriminaban a personas a las que ellos les interesaba culpar de lo que había pasado en el 11M. En concreto, se buscaba introducir la participación y el liderazgo intelectual de un famoso yihadista al que previamente habían dejado escapar en 2002 para que pudiera resultar una amenaza para nuestra seguridad nacional y poder vendernos luego su captura. De hecho, el CNI le pasaba a Aznar informes puntuales sobre las actividades de este terrorista huido y sus planes de poner alguna furgoneta bomba en la Audiencia Nacional o en la sede del PP y otros puntos. De risa.
Estoy resumiendo un poco las cosas, pero la realidad es que los arquitectos de estas versiones oficiales falsas fueron improvisando la película que nos contaron, sobre islamistas mochileros y furgonetas, ya que tuvieron que cambiar la película después del follón que se montó entre el atentado y las elecciones de 2004. Y la realidad es que el propio juez Del Olmo se dio cuenta de que le estaban estafando, no porque quisiera realmente proteger la veracidad de las pruebas que iba incorporando al sumario, sino porque el periódico El Mundo puso en ridículo a la Policía Nacional y al sumario entero que se estaba instruyendo cuando demostraron que ese Skoda Fabia no estaba aparcado en Alcalá de Henares en el día del atentado.
En el lugar en el que estaba aparcado el Skoda Fabia había otro coche aparcado
Es que es el colmo. Los terroristas no sólo eran invisibles, ya que cientos de testigos y cámaras de seguridad nunca los detectaron en esa mañana, sino que además debían ir en coches invisibles también. Porque en el lugar en el que estaba aparcado el Skoda Fabia había otro coche aparcado y no había rastro de ese otro vehículo para nada. Un verdadero vehículo fantasma que aparece y desaparece como el río de mi pueblo.
Pero lo más increíble es que policías corruptos, al servicio de partidos políticos en plural, porque esto no es sólo un tema del PSOE o del PP, colocaron pruebas falsas en este Skoda Fabia que incriminaban al argelino Allekema Lamari. Es argelino del que os hablaba antes y que dejaron escapar en dos mil dos para que pudiera hacer algo sospechoso a continuación como un atentado, ya que no hay otra explicación para tanta inoperancia que es el pica al sistema judicial y policial y político. Y como no habían podido introducir su autoría intelectual en el caso, de alguna manera, pero tenían interés en demostrar que era el verdadero emir del 11M, pues pusieron prendas y cosas en ese coche que le incriminaban en el lugar de los hechos. En la estación de Alcalá de Henares donde presuntamente se subieron los terroristas a los vagones, o al menos una parte de ellos, aunque esto jamás se ha podido acreditar, a pesar de los esfuerzos de los jueces por colarnos ese gran gol.
Después de hacer el ridículo de esta manera, sin embargo, el juez Del Olmo no pidió responsabilidades a ningún policía por haberle presentado una prueba que claramente se habían inventado. No hay más preguntas, Señoría.
Las furgonetas conducidas por etarras que hicieron un viaje no menos estrambótico
También fueron importantes en el 11M las furgonetas conducidas por etarras que hicieron un viaje no menos estrambótico que los que estamos contando aquí. En este caso, sin embargo, y a diferencia de los vehículos y situaciones anteriores, si se encontraron explosivos en abundancia y verdaderos terroristas que, sin embargo, no demostraban tampoco una inteligencia a la altura de la misión tan importante que iban a realizar.
Resulta que estos personajes de terroristas inexpertos de ETA iban conduciendo cada uno una furgoneta en dirección a Madrid. De nuevo y al igual que pasó con el chino en su extraño viaje desde Asturias a Madrid, pasando por Cantabria, también ellos dieron un rodeo muy importante para ir desde Baqueira hasta Madrid pasando por Cuenca. Y allí fue donde la Guardia Civil detuvo a uno de ellos en plena plaza de Cañaveras, en una noche de nieve por toda España, realizando a continuación la desactivación de la carga explosiva que transportaba este nini etarra en su furgoneta.
Pero lo más curioso de todo es que el otro etarra también fue detenido en ese mismo momento y a unos cuantos kilómetros de allí, donde había tenido un accidente con su propio vehículo, reconociéndoles a los de la ambulancia que habían ido a buscarle que era miembro de ETA. Una detención surrealista que nunca se había dado en la historia que la propia oposición política de entonces, el PSOE, definió como una operación falsa de antiterrorismo para colocarse medallas antes de unas elecciones. Ése era el caldo de cultivo previo al atentado del 11M.
Coches involucrados en magnicidios en España
El asesinato del general Prim en Madrid
El general Prim es una de las personalidades más injustamente desconocidas de nuestra historia más reciente. En general heroico que llegó a presidente del Gobierno, en el final de su carrera, cargo en el que le sorprendió la muerte violenta a manos de asesinos a sueldo. Los sicarios que actuaron contra él estaban bien organizados y había dispuestas emboscadas por varias calles de Madrid con trabucaires de diversas procedencias postados la aparición de la berlina del General Prim, un coche tirado por caballos que fue asaltado en una muy bien organizada en mitad de una noche de nieve en la capital. Tanto Prim como su propio chófer se defendieron con valor, hasta el extremo de tener que introducir los asesinos sus propias armas en el coche de caballos y hacer fuego, contra su víctima, desde la más corta distancia.
Muchos de estos atentados se han producido cuando la víctima transitaba en su coche
A partir de aquí, sin embargo, están los misterios de un caso que el criminólogo Abellán resucitó hace poco del olvido. Porque, aunque llegó al palacio presidencial bastante herido, siendo un hombre extraordinariamente fuerte y bregado en las guerras carlistas y de Marruecos, sobrevivió y no tenía por qué haber fallecido esa noche tan luctuosa. Pero una autopsia reciente ha demostrado que lo que le causó la muerte no fueron las heridas recibidas en su coche de caballos, sino que fue luego apuñalado por la espalda y estrangulado a lazo después, en su propio lecho de recuperación, por parte de quienes sólo pudieron haber sido los suyos. La gente de su propio Gobierno y personal de confianza que estaban involucrados en la emboscada que había sufrido y de la cual milagrosamente había sobrevivido, siempre luchando hasta el final. Por cierto: lo de ser apuñalado por la espalda y ahorcado es la anunciada amenaza que en todo rito de iniciación masónico se dirige, a los que ingresan en la Orden, si algún día se atreven a traicionar su juramento y volverse contra esta secreta hermandad.
Muchos magnicidios se han producido en el siglo que va entre la muerte de Prim y Carrero Blanco. Cinco por lo menos, con varios intentos fallidos también contra jefes de Estado como Franco o Alfonso XIII. Y muchos de estos atentados tan impresionantes se han producido cuando la víctima transitaba en su coche, ya fuera de caballos o de motor.
El propio Alfonso XIII fue casi asesinado por dos veces cuando transitaba en coche de caballos
El propio Alfonso XIII fue casi asesinado por dos veces cuando transitaba en coche de caballos, una en Francia y la otra en el día de su boda, apenas casado con la hija de los Reyes de Inglaterra. Este atentado nupcial se produjo en el propio centro de Madrid y en el trayecto cortísimo entre la iglesia de los Jerónimos y el Palacio de Oriente, donde iban a comer todos y residir la pareja de recién casados. Unos novios que recibieron sobre su carruaje nupcial, tirado por caballos, un ramo de flores pálidas en el que iba metida una bomba que tenía que hacer explosión al impactar contra el suelo. Y así fue. Una deflagración terrible que mató caballos y personas y dejó multitud de heridos, en torno a la real pareja, que milagrosamente se libró de la muerte.
También fue impresionante el asesinato del primer ministro Eduardo Dato, de origen coruñés, tan olvidado como los increíbles impagables servicios que prestó a España desde las más altas responsabilidades del Estado. Un verdadero hombre de Estado que tuvo un protagonismo especial en decisiones tan importantes como algunas de las que llevaron a la mejora de las condiciones laborales tan terribles que padecían nuestros antepasados de la época.
Pero su mayor contribución y la más clara fue cuando convenció Alfonso XIII de que no involucrarse a nuestro país en la Primera Guerra Mundial, como sí había hecho Portugal, en un seguidismo tradicional de la política inglesa. Esta decisión sublime nos evitó a los españoles el participar en una tragedia terrible en la que ningún país ganó del todo y al final todos perdieron. Eduardo Dato fue el hombre que supo llevar el timón de la seguridad y de la paz nacionales, también, en medio de la tormenta del terrorismo anarquista, que presuntamente terminó con su vida cuando transitaba en uno de los escasos coches que por aquella época se podían admirar en Madrid.
Un trío de terroristas pistoleros que ya habían sido vistos muchas veces en un sidecar
Un trío de terroristas pistoleros que ya habían sido vistos muchas veces en un sidecar, por el centro de Madrid, armados y en condiciones etílicas lamentables, se acercó ese día al coche indefenso del primer ministro y abrieron fuego a tan corta distancia y con tanta impunidad que acribillaron literalmente el vehículo y lo dejaron como si fuera un colador junto a la Puerta de Alcalá. Un coche que todavía puede observarse en el Museo del Ejército, testimonio para la Historia de la inoperancia de los guardianes del Estado cuando se trata de vigilar la seguridad de su propio jefe. Y, de nuevo, las sospechas de siempre sobre el gobierno de turno que permite que un hombre tan importante pueda ser acribillado de esta manera por unos palurdos que ya habían sido necesariamente detectados por las fuerzas de seguridad en más de una ocasión. Unos personajes turbios que se movían entre el mundo del hampa y del anarquismo y que no tardarían en ser puestos en libertad por los sucesivos gobiernos terroristas que hemos tenido en España por esos años.
La muerte del propio Carrero Blanco no deja de ser todavía más espectacular, aunque se cumplen todos los demás ingredientes que ya hemos comentado en los casos de Prim o de Eduardo Dato. Y todo ello pasando por Castelar o por Cánovas del Castillo, asesinados ellos a pie, por lo que no los rememoraremos en estas historias que tienen que ver con vehículos y crímenes de Estado famosos. Sin embargo, a pesar de que es un crimen por todos conocido ni hemos visto mil veces la recreación de la explosión y todo eso, la verdad que se esconde detrás de este magnicidio está poco extendido entre la población y hasta da lugar a muchos chistes de mal gusto que no consideran muchísimos detalles importantes de la víctima, de los asesinos y de los pobres policías que murieron junto a él.
Para empezar, Carrero Blanco fue asesinado por la CIA, uno de los grupos terroristas más importantes del mundo o tal vez el que más, con un largo historial de intervenciones armadas narcotráfico y de muchos crímenes a sus espaldas. Un presunto enemigo de la izquierda que sin embargo no ha sido considerado como tal cuando acabó con la vida del único presidente del Gobierno reciente que ha sido capaz de pararles los pies a estos genocidas. el único presidente en los últimos tiempos que les ha dicho a los gringos, claramente, que las bases españolas no se utilizarían para sus guerras contra los árabes en Oriente Medio.
Un gobierno como el de Franco que también se negó a entrar en la guerra de Vietnam y que fue el primer gobierno de Europa en establecer contactos muy directos con Moscú cuando eso estaba prohibido por los gringos. Por lo tanto, creo que este primer detalle es importante a la hora de valorar quiénes fueron los asesinos y por qué la izquierda no debería hacer chistes con esto, ya que los presidentes que hemos tenido desde entonces han sido verdaderas marionetas de Estados Unidos y de su imperialismo militarista.
¿Por qué no se hizo una Operación Jaula que evitase la potencial huida de los terroristas?
Por lo tanto, si la banda terrorista ETA tuvo algo que ver en el atentado fue de forma parcial y siempre como pantalla de los verdaderos genocidas de Estado, que no fueron únicamente los gringos, ya que estos actuaron en alianza total y colaboración directa con las autoridades franquistas. Sectores del propio franquismo que veían en Carrero Blanco un obstáculo para sus propios planes y hegemonías y que en un momento dado decidieron ir por el camino del medio y cargárselo. Y como es costumbre en este tipo de magnicidios, también en el de Kennedy, el ministro del Interior o v¡Vicepresidente se ocupa de cagarla de esa manera y permitir que maten al Presi. Y luego de enterrarle, claro, y que no haya investigación posible. En el caso de Arias Navarro, a la sazón Ministro del Interior, llega incluso a sustituir al muerto y convertirse en el nuevo presidente del Gobierno. No está mal para un fracaso tan grande como permitir que matasen a uno de los tres hombres más importantes de la Nación, junto a Franco o el entonces heredero Juan Carlos.
También es significativo que el Director de la Guardia Civil, el General Iniesta Cano, que había mandado a las mejores unidades franquistas en la Guerra Civil, no diera orden a su gente de cerrar las carreteras y fronteras con una Operación Jaula que evitase la potencial huida de los terroristas. ¿Por qué no lo hizo?
Al igual que pasa con el sumario del caso Prim, con sus sucesivos ataúdes en los que estaba precintado el muerto, también aquí se ve que el sumario de Carrero no debe ser de dominio público para que no se sepan demasiadas cosas sobre lo que de verdad pasó. Todavía hoy siguen siendo secretos de Estado estas cosas, prueba de que los asesinos verdaderos y encubridores están todavía en el ejercicio del poder o son sus herederos directos.
El coche en el que muere el general Lucacks
Se trata de una de las grandes personalidades del bando derrotado en la Guerra Civil, caído en pleno tránsito por el frente cuando un presunto ataque enemigo lo sorprendió. No está del todo claro qué pasó exactamente, porque hay quien apunta a un bombardeo de artillería mientras que el propio García Morato, el gran as de la aviación española de todos los tiempos, afirmó haber ametrallado el coche. Además, los oscuros ajustes de cuentas entre las propias personalidades y oficialidades del Ejército llamado republicano fueron frecuentes y nunca investigados del todo. Para la literatura franquista posterior convenía seguramente un relato más glorioso que explicase casi todo lo que había sido la victoria en la guerra civil desde un. De vista militar y de heroísmo. Y para los derrotados es evidente que no era plato de gusto asumir desde el principio las graves diferencias que los separaban y los métodos criminales que utilizaron para ajustarse las cuentas mutuamente mientras se repartían el botín de una guerra que no había terminado y que al final acabaron perdiendo. Pero de todo esto hablaremos largo y tendido en otra ocasión.