Las demoliciones en Burgos, como en cualquier otra ciudad con un patrimonio histórico significativo, siempre suscitan un debate profundo entre la necesidad de modernizar espacios urbanos y la obligación de conservar la memoria colectiva. Burgos, con su casco histórico, sus barrios tradicionales y sus construcciones industriales heredadas de los siglos XIX y XX, se enfrenta con frecuencia a la tensión entre desarrollo urbanístico y respeto por la herencia cultural.
Mientras ahora nos dedicamos a demolerlo todo, aunque sean monumentos tan interesantes desde todo punto de vista, en otro tiempo hacía mucha falta contar con todo recursos y fuerza de trabajo posible. Lo que veis en la foto son niños albañiles de Galicia. Y la foto es de 1947. Pertenece a la colección de fotografías de José Luis Vega, sita en el Archivo Histórico Provincial de Lugo. Como diría Lorca, son niños con gesto masculinamente adulto.


El plan para restaurar la Pirámide de los Italianos, un túmulo funerario levantado en 1939 para honrar a los soldados italianos fallecidos en el Puerto del Escudo, durante la Guerra Civil, avanza con cautela. La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica (ARVH) ha formalizado ante la Junta de Castilla y León la cesión del monumento por un periodo de 50 años. Esta pirámide, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) el año pasado, se encuentra abandonada desde 1971 y muestra claros signos de deterioro.
Una empresa de demoliciones en Burgos comenta este caso polémico
Carlos Osma, gerente de una empresa de demoliciones en Burgos, afirma que los derribos son operaciones complejas que conllevan una gran acumulación de escombros: un residuo que no es nada fácil de reciclar. Por lo tanto, él cree que solamente hay que llegar a esta determinación cuando se hayan descartado posibles mantenimientos o reparaciones.

Desde nuestro medio pensamos que el valor histórico y cultural de algunas construcciones, aunque estén pasadas de moda, las hace merecedoras de una necesaria restauración antes que destruirlo todo, como si el monumento tuviera la culpa de no se sabe qué cosas.
Ismael de la Barba, arquitecto y miembro de la ARVH, será el encargado de liderar los trabajos de rehabilitación. En una carta dirigida a la administración autonómica, ha subrayado la intención de la asociación de colaborar estrechamente con los técnicos de Patrimonio de la Junta. El objetivo es que la restauración se lleve a cabo no sólo con la supervisión oficial, sino también con el respaldo económico de la Administración regional, además de mediante una campaña de micro mecenazgo, siguiendo el modelo de iniciativas como la famosa taberna Garibaldi del vago de Pablo Iglesias.
Conservación de inmuebles históricos con proyectos viables y de alcance global
Sin embargo, desde la Junta se recuerda que, de acuerdo con la normativa de protección del patrimonio, la conservación y mantenimiento de estos bienes corresponde a quienes los gestionan o poseen. Aun así, la administración autonómica dispone de líneas de ayuda dirigidas a propietarios privados o entidades locales para la conservación de inmuebles históricos, siempre que se presenten proyectos viables y de alcance global.

En cualquier caso, cualquier intervención sobre el monumento requerirá la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Burgos, dado que la pirámide se sitúa en esta provincia, en terrenos cedidos por la Hermandad de la Rivera. Según Gonzalo Santonja, consejero de Cultura, Turismo y Deporte, la administración no rehúye su papel, pero recalca que la iniciativa privada debe asumir la responsabilidad principal en la custodia de este legado.
Por su parte, la ARVH tiene previsto dar forma a una nueva asociación específica para gestionar la recuperación de la pirámide. En ella participará al menos un representante de la Hermandad de la Rivera y se busca implicar también a vecinos de la zona. Se trata de crear una entidad sin ánimo de lucro, con el objetivo de proteger y poner en valor el monumento, que a día de hoy se encuentra muy expuesto al vandalismo y la expoliación.
Instalación de un vallado provisional con cámaras de vigilancia y un acceso controlado
Según insiste siempre Carlos Osma, de esta empresa que también realiza cerramientos de fincas en Burgos, cualquier terreno que no se encuentra delimitado por un buen vallado corre peligro de sufrir cualquier desperfecto por parte de vándalos o animales salvajes.
Una de las primeras medidas para garantizar la seguridad del enclave será la instalación de un vallado provisional con cámaras de vigilancia y un acceso controlado, pues se han detectado robos de piedras y otros elementos del lugar. El arquitecto Ismael de la Barba ha explicado que, en cuestión de semanas, esperan contar con esta cerca y con la nueva asociación plenamente operativa, para empezar a trabajar tanto en la parte técnica del proyecto como en su desarrollo económico.

Dentro del plan de recuperación se contempla también la restauración de elementos originales del túmulo, como su puerta, que será protegida para que pueda ser contemplada sin riesgo de sufrir daños. Además, se ha localizado una antigua lápida y la columna que sostenía una imagen de la Virgen, cuya escultura se quiere trasladar a una iglesia próxima para su preservación. Incluso hay propuestas de particulares dispuestos a donar armamento histórico o colaborar en la reconstrucción de trincheras, como parte de un proyecto que no solo persigue la restauración arquitectónica, sino también la recuperación de la memoria histórica del enclave.
La Pirámide de los Italianos es representativa del arte de vanguardia de la Europa de entreguerras
La iniciativa no ha pasado desapercibida para Italia. El senador Roberto Menia, del partido Fratelli d’Italia, ha mostrado su interés por el futuro de la pirámide, trasladando a la Junta de Castilla y León su apoyo a la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, que también impulsó la declaración del monumento como BIC. La pirámide, representativa de la arquitectura de vanguardia de la Europa de entreguerras, conserva su atractivo como destino para quienes desean conocer uno de los escenarios más simbólicos de la intervención italiana en la Guerra Civil española. En este lugar se llevó a cabo una de las operaciones más importantes de todo el conflicto, como queda de manifiesto por el interés que puso el Gobierno Popular de Valencia por intentar retrasar que los nacionales conquistasen el Norte y en concreto la Provincia de Santander.
Una auténtica matanza para los atacantes, al estilo desembarco de Normandía

Aunque el ataque contó con una preparación artillera y aérea formidable para la época, debido a que los milicianos estaban bien parapetados en estos puertos de montaña se tuvo que actuar a la vieja usanza, con asaltos directos de infantería que avanzaba sin ningún apoyo apenas de carros y otros medios actuales. Esto se tradujo en una auténtica matanza para los atacantes, al estilo desembarco de Normandía, y en primera línea marchaban las tropas italianas de Mussolini junto a fuerzas españolas y marroquíes entre otras nacionalidades.
No lejos de aquí, de hecho, se encuentra el Monumento a la Columna Sagardía, que es otro precioso ejemplo de arquitectura militar funeraria de la época. Los defensores en esta batalla eran, por su parte, casi en su totalidad, milicianos asturianos, montañeses y vascos. Batallones aislados del resto del territorio del Frente Popular, aunque bien dotados por la industria norteña, pero muy divididos por cuestiones como el separatismo propio del PNV o el conflicto interno en estas provincias, de tipo religioso y social. Las deserciones y el “pegarse un tiro en el pie” para no ir al frente fueron parte de la rutina cotidiana de estas fuerzas.

Con este proyecto, la ARVH confía en combinar la financiación pública y privada para devolver la dignidad a un lugar que forma parte de la historia reciente y, a la vez, de la memoria compartida entre España e Italia.
A menudo, demoler no significa sólo derribar ladrillos y cemento: implica borrar capas de historia que pueden tener valor simbólico, sentimental o incluso arqueológico. Por eso, cada vez es más habitual que, antes de una demolición, se realicen estudios arqueológicos preventivos, como sucede en otras zonas de Castilla y León, para evitar la pérdida de vestigios que podrían aportar información valiosa sobre el pasado de la ciudad y la provincia completa. La cuestión de las demoliciones en Burgos pone sobre la mesa la importancia de equilibrar la renovación urbana con la conservación del patrimonio tangible e intangible. Cada edificio que se decide derribar plantea preguntas que afectan a la identidad de la ciudad: ¿qué dejamos atrás y qué elegimos conservar para las futuras generaciones? La respuesta nunca es sencilla, ya que abre la puerta a un debate social, político y cultural que enriquece el modo en que los ciudadanos piensan su entorno.