Los Borbones y su implicación en la Guerra Civil Española (1936-1939): un tema poco tratado y casi desconocido. Desde mediados del siglo XIX, la dinastía de los Borbones estaba dividida en dos ramas principales: la isabelina, descendiente de Isabel II, y la carlista, liderada por los descendientes de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII. Esta división dinástica, nacida en 1833 con la disputa por la sucesión al trono, seguía vigente más de un siglo después, en 1936, cuando estalló la Guerra Civil Española. Sin embargo, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas entre ambas ramas, ambas coincidieron en un aspecto fundamental: el apoyo decidido al alzamiento militar del 18 de julio de 1936 contra el Frente Popular. Y empezamos con un heroico teniente de la realeza que dio su vida generosamente por la Patria, al frente de sus hombres, en una lucha a muerte contra los mismos que propiciaron fundamentalmente la caída de Alfonso XIII unos años antes.
El príncipe Borghese y Borbón-Parma murió como un héroe al frente de la Legión
Un día de septiembre de 1938, en el campo de batalla del Ebro, la 11.ª Compañía de la Cuarta Bandera se encontró sin municiones y separada de la retaguardia. Pero el Credo Legionario debía cumplirse exactamente. El teniente que mandaba la compañía, el príncipe Borghese y Borbón-Parma, primo del Rey de Italia y pariente cercano de la Casa Real española, ordenó a sus legionarios el ataque a la bayoneta. Como las defensas rojas no podían ser destruidas por los disparos de la artillería, Borghese se lanzó a la cabeza de sus legionarios para arrancar con sus manos ensangrentadas las terribles alambradas de espinos. Impertérrito, aguantó, trabajando frenéticamente, las ráfagas enemigas.
El príncipe Borghese recibía la Cruz Laureada de San Fernando
Mortalmente herido, en un último pasmo, logró abrir el portillo por el que se precipitó su compañía para conquistar gloriosamente la posición enemiga. El espíritu del Credo Legionario había sido exactamente cumplido. Pero España también cumplió: pocos meses después, a título póstumo, el príncipe Borghese recibía la Cruz Laureada de San Fernando.
Alfonso XIII y el apoyo desde el exilio
Alfonso XIII, que había abandonado España en 1931 tras la proclamación de la Segunda República, desempeñó un papel destacado desde su exilio. No permaneció indiferente al estallido del conflicto, sino que se convirtió en un activo colaborador del bando nacional. Se estima que aportó una cuantiosa suma de dinero a la causa del Alzamiento, en torno a dos millones de libras esterlinas, lo que constituye una ayuda significativa para el esfuerzo bélico de los de Franco. Además, utilizó su red de contactos internacionales para facilitar el aprovisionamiento de armas y aviones. Se sabe que intercedió personalmente ante los gobiernos de Benito Mussolini en Italia y de Víctor Manuel III, buscando apoyo militar para los sublevados. Su influencia resultó decisiva en los primeros momentos del conflicto, especialmente en lo referente a la aviación italiana y el envío de recursos logísticos.
Alfonso Carlos de Borbón y la implicación carlista
Por su parte, Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este, jefe de la rama carlista de la familia, también se posicionó a favor del alzamiento. Aunque su edad avanzada —tenía más de 80 años— le impedía participar directamente en el conflicto, expresó su respaldo al movimiento y ofreció al bando sublevado los Requetés, milicias tradicionalistas carlistas organizadas y disciplinadas, que jugaron un papel militar relevante en numerosos frentes, especialmente en el norte del país.
Juan de Borbón y Battenberg: frustrado intento de lucha
Don Juan, hijo de Alfonso XIII y futuro padre del rey Juan Carlos I, trató de implicarse activamente en la contienda. Viajó a España con el propósito de incorporarse al frente de Somosierra, aunque su intención fue rechazada por el general Emilio Mola. Más tarde, solicitó su ingreso en la Armada del bando nacional, pero también fue denegado, esta vez con mayor tacto, por el propio Francisco Franco. En un acto que podría interpretarse como un intento de proteger al joven príncipe, Franco evitó que embarcara en el crucero Baleares, que poco después sería hundido por fuerzas republicanas, con una gran pérdida de vidas humanas.
Otros miembros de la rama alfonsina en la Guerra Civil Española
El príncipe Jaime de Borbón y Battenberg, hermano de don Juan, se ofreció también a participar en el conflicto como teniente del cuerpo de Artillería. El compromiso de los Borbones con el esfuerzo bélico del bando nacional se extendió a diversos miembros de la familia y ramas colaterales.
Carlos de Borbón-Dos Sicilias, padre de la condesa de Barcelona (María de las Mercedes), es decir, abuelo materno del rey Juan Carlos I, se alistó en el Ejército nacional. Su hermano, Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, también manifestó su disposición a combatir. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, igualmente hermano de la condesa de Barcelona y por tanto tío del actual monarca, murió en combate luchando en las filas del ejército nacionalista.
Asimismo, Alfonso de Orleáns y Borbón, reconocido aviador y figura militar respetada, participó activamente en la Aviación del bando nacional, donde tuvo un papel destacado en operaciones aéreas.
La rama bávara de los Borbones en la Guerra Civil
También miembros de la línea bávara de los Borbones participaron en el conflicto. Fernando María de Baviera y Borbón, así como sus hijos José Eugenio y Luis Alfonso, combatieron en las filas del ejército sublevado. Este dato pone de manifiesto el alcance familiar y pan-europeo de los Borbones, cuya implicación no se limitó al ámbito político, sino que se manifestó de forma activa en el terreno militar.
Participación femenina: apoyo desde la retaguardia
Las mujeres de la familia Borbón no quedaron al margen del conflicto. Si bien no combatieron directamente, muchas de ellas colaboraron como enfermeras en hospitales de sangre y unidades médicas del bando nacional. María de la Esperanza de Borbón y Orleáns, tía del actual rey, trabajó como enfermera, al igual que su hermana María de los Dolores. Isabel de Borbón Parma también prestó servicios sanitarios en el hospital militar Alfonso Carlos de Pamplona. Beatriz de Sajonia-Coburgo, esposa de Alfonso María de Orleáns y Borbón, se sumó a las labores sanitarias junto a otras mujeres vinculadas a la nobleza como Dolores Barón y Ossorio de Moscoso, Enriqueta de Borbón y Parade (duquesa de Sevilla) e Isabel Esteban e Irauzo, esposa de Enrique María de Borbón y León.
Borbones fallecidos en combate en la Guerra Civil
La participación de los Borbones en la Guerra Civil no estuvo exenta de sacrificios personales. Varios miembros de la familia murieron en el campo de batalla. Entre ellos destacan:
Iván Bernaldo de Quirós y Alcalá-Galiano, nieto de María Cristina Muñoz y Borbón, muerto en combate el 23 de septiembre de 1936.
Alfonso Borbón y Pintó, comandante de los Requetés, fallecido el 25 de diciembre de 1938.
José Luis de Borbón y Rich, muerto en acción en agosto de 1936.
Giuseppe Borghese de Borbón Parma, del que hemos hablado antes, distinguido con la Cruz Laureada de San Fernando, cayó en combate en la Batalla del Ebro, el 22 de septiembre de 1938.
Alfonso Orleáns y Sajonia-Coburgo, miembro de la Legión Italiana, muerto en combate el 18 de noviembre de 1936.
Carlos Rúspoli y Álvarez de Toledo, duque de Sueca, murió durante un bombardeo en Madrid el 11 de noviembre de 1936.
Borbones asesinados durante la guerra
También hubo numerosos casos de asesinatos de Borbones y parientes cercanos durante la guerra, muchos de ellos en la retaguardia republicana:
Vicente Bertrán de Lis y Gurowski, hijo de María Luisa de Gurowski y Borbón, asesinado en Aravaca el 30 de octubre de 1936.
Jaime Borbón y Esteban, detenido en Madrid el 25 de julio y asesinado el 29 de noviembre de 1936.
Alfonso y Enrique Borbón y León, ejecutados respectivamente el 29 y el 20 de octubre de ese año.
Elena Borbón y de la Torre, asesinada en Madrid el 24 de septiembre.
María Luisa González Conde y Borbón, asesinada el 23 de noviembre de 1936.
Francisco Javier, Gerardo y Ramón Ossorio de Moscoso, descendientes de la rama Borbón, fueron asesinados en Paracuellos del Jarama el 28 de noviembre de 1936.
Borbones en las Fuerzas Armadas antes de 1936
Varios Borbones ya formaban parte del Ejército español antes del inicio de la contienda, algunos con carreras militares extensas:
Fernando de Borbón y Borbón (nacido en 1869), coronel de Artillería, ingresó en 1889.
Carlos de Borbón y Borbón, teniente general, entró en el Ejército en 1917.
Genaro de Borbón y Borbón, capitán de fragata, causó baja en la Armada en 1931.
Raniero, Felipe y Gabriel de Borbón y Borbón también fueron oficiales en distintos cuerpos, desde Caballería hasta Artillería.
Otros Borbones combatientes en el bando nacional
Además de los ya citados, una larga lista de miembros de la familia o relacionados por matrimonio o descendencia directa combatieron en diversos frentes. Entre ellos figuran:
José María Álvarez de Toledo y Mencós
Luis Bertrán de Lis y Pidal
Francisco de Paula Borbón y Borbón
Alberto de Borbón D’Ast, duque de Santa Elena
Fernando Borbón y Madan, duque de Dúrcal
Cayetano Borbón Parma y Braganza, herido gravemente en la toma de Bilbao
Carlos de Borbón y Rich, organizador de Socorro Blanco en la zona republicana
José María de Borbón y de la Torre, en la Aviación
Alberto Fernández-Manqueira y Borbón, general de brigada
Alfonso González-Conde y Borbón
Alvaro y Ataúlfo Orleáns y Sajonia-Coburgo, hijos de Alfonso de Orleáns y Borbón
La implicación de los Borbones en la Guerra Civil Española fue extensa y profunda
No se trató de un compromiso simbólico, sino de una participación activa que involucró a todas las generaciones de la familia, tanto hombres como mujeres, y abarcó desde el frente de batalla hasta los hospitales de sangre y las gestiones diplomáticas en el extranjero. La dinastía, fragmentada pero unida por el rechazo a la República y el temor al comunismo, encontró en el conflicto una nueva oportunidad para reafirmar su relevancia histórica. Muchos pagaron con su vida. Otros salieron fortalecidos políticamente. Pero todos, de una forma u otra, dejaron constancia de su papel en uno de los episodios más dramáticos de la historia contemporánea de España.